El aliado de Putin niega la evidencia sobre el nuevo ejército asiático
"Eso es basura. Eso significaría una escalada del conflicto", afirmó el líder de Bielorrusia, uno de los principales apoyos del mandatario ruso.
El supuesto envío de soldados norcoreanos a Rusia para el apoyo en el conflicto de Ucrania ha provocado una variada reacción en el resto de potencias. Mientras Corea del Sur o Estados Unidos han asegurado que estas informaciones son ciertas, ya que hay "pruebas" de que se hayan desplazado hacia allí, desde Corea del Norte o Rusia han negado dicho asunto, alegando que se trata de "rumores sin sustento" y que la cooperación entre ambos países no debería "preocupar a nadie porque no está dirigida contra terceros países".
También ha rechazado dichas acusaciones uno de los principales aliados de Vladímir Putin, Alexander Lukashenko, quien aseguró en una entrevista con la 'BBC' que, en caso de que esto fuese cierto, supondría una "escalada".
"Conociendo su carácter. Putin nunca intentaría persuadir a un país para que involucre a su ejército en el conflicto de Ucrania, especialmente en la línea del frente", añadió. Al ser preguntado sobre qué pasaría si se acabase confirmando la veracidad de los datos expuestos, Lukashenko volvió a repetir que supondría "una escalada del conflicto".
En referencia al envío de tropas rusas para realizar entrenamientos en Bielorrusia, el aliado de Putin afirmó que no habló con él para ello. "No, él no me llamó y yo no le llamé a él. Estas son sus tropas y él tiene el derecho de moverlas de la manera que quiera". Respecto a las armas nucleares tácticas que Putin almacena en Bielorrusia, Lukashenko afirmó que nunca las usaría sin su consentimiento.
"Putin nunca usará las armas estacionadas en Bielorrusia sin el consentimiento del bielorruso", aseguró, aunque estaría dispuesto a usar las armas si la "bota de un soldado" extranjero pisa el país. "No tenemos planes de atacar a nadie", sentenció el mandatario.
En total, 12.000 efectivos, incluyendo una unidad de las Fuerzas Especial, serán trasladados hacia Rusia para realizar entrenamientos militares y otras misiones de apoyo en el conflicto de Ucrania, que este febrero cumple su tercer año de conflicto, según ha podido compartir el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) de Corea del Sur.