EEUU insta a Israel a que los responsables del ataque contra el convoy de WCK "rindan cuentas"
Netanyahu y Biden hablarán por teléfono este jueves y se espera un tono más duro por parte del norteamericano, que dice tener "el corazón roto". Pero la venta de armas sigue igual y Washington ni se plantea sanciones contra Tel Aviv.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, le pidió a su homólogo israelí, Yoav Gallant, en una conversación telefónica que mantuvieron esta pasada noche, que la investigación sobre el ataque al convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen (WCK) sea "rápida y transparente" para que los responsables "rindan cuentas".
El ataque israelí, la noche del lunes al martes, contra el convoy humanitario de la organización fundada por el chef español José Andrés, conmocionó a la comunidad internacional tras la muerte de siete trabajadores humanitarios.
El Ejército israelí publicó este miércoles su primer informe preliminar en el que concluyó que ese ataque no tuvo la "intención de dañar a los trabajadores humanitarios" y que se debió a una "identificación errónea".
E insistió en que una "entidad independiente investigará el incidente exhaustivamente", unas pesquisas más certeras que se completarán en los próximos días.
Pese a eso, Austin le trasladó al ministro de Defensa israelí que, tras este última tragedia, deben tomar "medidas inmediatas" para "proteger a los civiles y trabajadores humanitarios" y no repetir "fallos en la coordinación" de la entrega de ayuda humanitaria.
En este sentido, Gallant le prometió al Pentágono su compromiso de seguir trabajando con países y organizaciones para "facilitar" la distribución de la ayuda humanitaria. "Estamos estudiando una serie de medidas con el fin de ampliar la afluencia y distribución de ayuda en Gaza", agregó Gallant.
El secretario de Defensa estadounidense le indició a Gallant que este último ataque vuelve a recordar la importancia de garantizar la evucación de los civiles palestinos que están en Rafah, si finalmente Israel pone en marcha su operación militar contra esta ciudad.
Israel lleva meses avisando de que entrará en la ciudad de Rafah, donde más de un millón de gazatíes viven hacinados, porque asegura que allí quedan todavía cuatro batallones de Hamás. Gallant expresó su agradecimiento a Austin y a la Administración de los Estados Unidos por su firme apoyo y asociación.
Una llamada al orden
Por otro lado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, hablarán por teléfono este jueves. Será la primera llamada telefónica entre ambos líderes desde el 18 de marzo y se produce en un momento de especial tensión por el ataque a la ONG norteamericana.
Según la Casa Blanca, Biden tiene "el corazón roto" por el ataque, pero su Gobierno no ha modificado el apoyo que ha brindado a Israel desde el inicio del conflicto en Gaza tras del ataque del brazo armado de Hamás el 7 de octubre contra territorio israelí.
De hecho, la Administración está a punto de aprobar la venta de hasta 50 cazas F-15 fabricados en Estados Unidos a Israel, en un acuerdo valorado en más de 18.000 millones de dólares, según medios locales que citan a fuentes familiarizadas con el asunto. Su diplomacia ni se plantea tampoco sanciones a Tel Aviv, como reclama la relatora de la ONU para Palestina, ante la falta de cumplimiento de la resolución del Consejo de Seguridad y las recomendaciones de la Corte Internacional de Justicia.
El martes, el día del ataque, Biden habló por teléfono con José Andrés para trasladarle sus condolencias por la muerte de miembros de su ONG, uno de ellos un nacional estadounidense. En un artículo de opinión publicado el miércoles en The New York Times, José Andrés afirmó que las muertes de los trabajadores humanitarios fueron el "resultado directo" de la política israelí en su guerra con Hamás.
Netanyahu admitió la responsabilidad de Israel en ese ataque "no intencionado", y el presidente israelí, Isaac Herzog, llamó a José Andrés para disculparse por el incidente.
Según detalles del ataque logrados en exclusiva por el diario israelí Haaretz, un dron israelí llegó a disparar tres veces contra un convoy de WCK en la ciudad de Deir al Balah, en el centro del enclave, a pesar de que los vehículos estaban claramente marcados con el logotipo de la organización.