Dos superpotencias cortan de golpe el suministro vital para Rusia
Ambos países son considerados aliados de Moscú, y hasta el momento han sido claves para que el Kremlin pueda esquivar las sanciones occidentales.
Como se suele decir, 'no es oro todo lo que reluce'. Con este dicho se podría explicar la situación que actualmente tiene que afrontar Rusia respecto a dos países con los que mantiene unas muy buenas relaciones -o eso es lo que transmiten al mundo desde Moscú-.
Se tratan nada menos que de China y Arabia Saudí, dos aliados fundamentales para Rusia desde el inicio de la campaña militar en Ucrania allá por 2022, y que en los últimos meses han afianzado más si cabe sus relaciones multilaterales.
El asunto que ha supuesto un quebradero de cabeza para Vladimir Putin actualmente tiene que ver con el fin de las exportaciones de estos dos países de unos elementos fundamentales para Rusia. Hablamos de unos productos químicos que son considerados como irremplazables y que Moscú necesita de forma urgente.
El principal problema que enfrenta Rusia radica en que Pekín y Riad son los únicos mercados que hasta ahora suministraban estos elementos, conocidos como MDI, como consecuencia de las sanciones de Estados Unidos y los países de la UE, especialmente después del 14º paquete de sanciones occidentales.
Rusia depende al 100% de las importaciones de ambos países
De esta forma, y de acuerdo con lo publicado por el medio polaco Rzeczpospolita, tanto la empresa china Wanhua Chemical Goup, como la saudí Sadara Chemical, han decidido cancelar los envíos de isocianatos (MDI) a Rusia, fundamental para el sector de automoción, de la construcción y la producción de electrodomésticos.
Con este inesperado corte, Rusia queda en una posición de desventaja y al borde del precipicio, al depender al 100% de estas importaciones. Pero, ¿podrían buscar otros mercados? La respuesta es que no, ya que debido a la corta vida útil del MDI, no sería nada rentable recibir estos productos desde países lejanos.
Ante este escenario, un total de 20 fabricantes rusos de los tres sectores antes mencionados elaboraron un escrito en el que solicitan al gobierno ruso medidas inmediatas, ya que sin estos productos los mercados verán muy mermada su capacidad de producción.
Además, estos isocianatos son claves para la elaboración de pesticidas, así como para fabricar alcoholes poliatómicos para la síntesis de poliuretanos. Otra posible solución estaría en que fuera Rusia quien produjera MDI, pero se trata de una ardua tarea que lleva desde 2014 en 'stand by'.