Corea del Sur le enseña la puerta de salida a Yoon Suk-yeol tras su fallida ley marcial
La oposición impulsa una moción de censura contra el presidente del Gobierno mientras en las calles crece la presión social, incluida una huelga general indefinida.
Corea del Sur vive momentos de alta tensión política y social después del intento fallido del presidente Yoon Suk-yeol de instaurar una ley marcial tras acusar a la oposición en un inesperado discurso dirigido a la nación de simpatizar con el régimen de Corea del Norte. Seis horas después del polémico anuncio, de protestas en las calles y de que el Ejército intentase tomar el Parlamento, Yoon daba marcha atrás. El final de su mandato, a juzgar por todo lo que ha sucedido tras el fracasado autogolpe de Estado, es cuestión de horas.
El Partido Demócrata, principal fuerza política de la oposición, ha anunciado después de que Yoon anunciase la anulación del decreto de la ley marcial en Corea del Sur, que este jueves presentarán una moción de censura para destituir al presidente, al que acusan de violar la Constitución por decretar una medida excepcional sin los requisitos legales. "La declaración de la ley marcial es un acto de rebelión contra el pueblo y la democracia. Yoon no puede seguir en el cargo”, señaló el partido de la oposición en un comunicado remitido después de que la cúpula de la formación se reuniese de urgencia.
La crisis política en Corea del Sur ha escalado rápidamente. Más de 40 diputados ya han pedido su destitución inmediata. El líder del Partido de la Reconstrucción de Corea, Hwang Un-ha, ha sido contundente: "El presidente cometió un acto equivalente a la traición al movilizar al Ejército. Está claro que no puede permanecer en el cargo ni un momento más. Por lo tanto, debemos aprobar urgentemente una moción de censura", ha señalado.
Mientras tanto, el Partido del Poder Popular intenta contener la crisis desde el poder. Su líder, Han Dong Hoon, ha exigido explicaciones al presidente, al tiempo que ha pedido la renuncia del ministro de Defensa como medida para rebajar la tensión política en Corea del Sur. La situación de Yoon se complica aún más después de que diez de sus asesores de alto rango, incluidos el jefe de personal presidencial Chung Jin-suk y el asesor de seguridad nacional Shin Won-sik, hayan presentado su dimisión como forma de protesta. Sin embargo, todas estas acciones no han logrado frenar el creciente descontento de la población, que se refleja tanto en el Parlamento como en las calles.
A la moción de censura se suma un creciente rechazo en diversos sectores de la sociedad. La Confederación Coreana de Sindicatos, la mayor organización sindical del país, ha convocado una huelga general indefinida para exigir la dimisión de Yoon. "El presidente ha revelado su dictadura antidemocrática al recurrir a esta medida inconstitucional y extrema”, afirmó el sindicato en un comunicado en el que, por otro lado, ha convocado protestas masivas en la plaza Gwanghwamun, en el centro de Seúl