Un comandante ucraniano dice sin miramientos por qué deben resistir en Bajmut a pesar de la "picadora de carne"

El comandante de las fuerzas terrestres de Ucrania dijo el lunes que sus tropas continúan repeliendo fuertes ataques rusos en la ciudad oriental de Bajmut y que defenderla es una "necesidad militar".

El ejército de Ucrania dijo que el coronel general Oleksandr Sirski actuó durante una visita a la línea del frente oriental para resolver "cuestiones problemáticas que impiden la ejecución efectiva de tareas de combate" y tomó "decisiones operativas destinadas a fortalecer nuestras capacidades para disuadir e infligir daño al enemigo".

No dio detalles y no dijo cuándo tuvo lugar la visita, pero los comentarios de Syrskyi señalaron la intención de Ucrania de seguir luchando en Bakhmut a pesar del gran número de muertos allí.

"Continúa la fase más intensa de la batalla por Bajmut. La situación es constantemente difícil. El enemigo sufre pérdidas significativas en recursos humanos, armas y equipo militar, pero continúa realizando acciones ofensivas", dijo.

Nuevas alternativas para hacer frente a la "picadora de carne"

Elogiando la resistencia de las fuerzas ucranianas en "condiciones extremadamente difíciles", dijo: "La defensa de Bajmut se debe a la necesidad militar... Estamos calculando todas las opciones posibles para el desarrollo de los acontecimientos y reaccionaremos adecuadamente a la situación actual".

El presidente Volodimir Zelenski también visitó el área de Bajmut la semana pasada y entregó medallas a las tropas en un viaje para levantar la moral mientras Ucrania se prepara para una posible contraofensiva después de 13 meses de guerra.

El comandante en jefe, el general Valery Zaluzhniy, dijo el sábado que la situación se estaba "estabilizando" alrededor de Bajmut. Moscú considera que capturar la ciudad es vital para completar la captura de la región industrial de Donbass en el este de Ucrania, uno de sus principales objetivos de guerra.

Con reminiscencias de la Primera Guerra Mundial, la batalla se libró desde trincheras con artillería implacable y ataques con cohetes en un campo de batalla densamente minado descrito como una "picadora de carne" por los comandantes de ambos bandos.