Claves del Libro Blanco de la Defensa UE: dinero de todos para un rearme forzado por la amenaza rusa
La Comisión ha presentado hoy el documento sobre el que aspira a levantar una seguridad independiente y sin servidumbres, con inversiones millonarias y compras conjuntas. "Europa es y seguirá siendo un proyecto de paz", garantiza el texto.

"El arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar". La idea de vencer sin combatir es, posiblemente, la más conocida del archicitado Arte de la guerra de Sun Tzu. Europa se prepara para ello: quiere blindarse, quiere enseñar los dientes, quiere estar a punto, pero mejor si no entra en batalla. El Libro Blanco de la Defensa de la Comisión, presentado hoy, deja claro que "Europa es y seguirá siendo un proyecto de paz", pero que ante las amenazas crecientes -Rusia, la primera-, toca armarse, comprar más, comprar mejor, ser más independientes, perder servidumbres y mostrarse dispuestos, no débiles.
Andrius Kubilius, comisario de Defensa, y Kaja Kallas, jefa de la diplomacia de la UE, defienden que hay que impulsar la producción en la materia y la preparación de la Defensa ante una posible agresión militar, hay que gastar más pero, dice el texto, también mucho mejor y en empresas de casa, en los Veintisiete, a ser posible. También hay que modernizarse y reparar el cráter de reservas que ha dejado la ayuda ineludible a la invadida Ucrania. "Presentamos un plan para hacer frente a las amenazas inmediatas y reforzar la defensa europea a largo plazo. No lo hacemos para lanzar una guerra, sino para prepararnos para lo peor, defender la paz en Europa y mantenernos firmes en un mundo en el que no puede prevalecer la ley del más fuerte", ha señalado la estonia.
Por primera vez, el proyecto plantea un "mercado único de la defensa", que incluye a Ucrania pese a no ser aún Estado miembro, con el objetivo de impulsar la compra de material bélico por parte de los socios del bloque para cubrir lagunas esenciales en sus capacidades. En Bruselas el paso se compara con la deuda conjunta o la compra de vacunas para todos durante la pandemia de coronavirus. Tan "existencial" es el peligro.
En el Libro Blanco, de 20 páginas, Bruselas identifica las principales carencias del sector, recomienda la creación de arsenales estratégicos, aboga por la integración de la "industria de defensa ucraniana en la industria de defensa europea" y por la preferencia europea en la contratación pública, frente a las compras en países terceros. Por ejemplo, condiciona el plan de préstamos a material militar con un 65% de componentes europeos y que se garantice en el caso de armamento pesado, la cadena de suministros y el despliegue frente a posibles restricciones, aislando por el momento a Estados Unidos. También detalla planes para simplificar las normas para impulsar el sector de la defensa.
Con ello, el Ejecutivo comunitario vuelve a promover la idea de que los países de la UE compren juntos equipos de defensa. El objetivo último es colmar muchas de las lagunas esenciales de los países del bloque en materia de capacidades, entre ellas drones, defensa antiaérea y municiones, y evitar la dependencia de los proveedores.
Ofrece una lista de carencias básicas en las capacidades -aunque son en su mayoría conocidas y los Estados miembros decidirán en última instancia qué material comprar- además de ideas de financiación para orientar la labor relacionada con la defensa en los próximos cinco años. Ahora, el Ejecutivo de la UE también estudiará la posibilidad de revisar el Reglamento de Divulgación de Información sobre Financiación Sostenible (SFDR) del bloque para evaluar si la Defensa puede considerarse "un objetivo de inversión en el marco de la sostenibilidad".
Bruselas propuso hace dos semanas cinco ideas para poner a disposición del bloque 800.000 millones de euros con el objetivo de impulsar la producción de material bélico y la compra de armamento. El plan, llamado Rearm Europe, se incluye en el documento dado a conocer hoy y contempla un nuevo instrumento de 150.000 millones de euros en préstamos para que los Estados miembros los destinen a adquisiciones conjuntas de Defensa y seguridad. Ya fue aprobado en una resolución del Parlamento Europeo la semana pasada.
En 2024, los Estados miembros alcanzaron una inversión récord de 326.000 millones de euros, pero las últimas estimaciones indican que se necesitarán al menos 500.000 millones para colmar superar esas asignaturas pendientes "críticas" en sus capacidades defensivas globales en la próxima década. Ahora se pide a los países de la UE de que activen antes de abril las cláusulas de salvaguardia nacionales previstas en el Pacto de Estabilidad, una medida que permitiría inversiones nacionales de hasta 650.000 millones de euros que se separarían del cálculo de la deuda.

EEUU ya no es una garantía
La fuerte dependencia europea del material estadounidense y la incertidumbre generada por Administración Trump han forzado a muchos socios del bloque a impulsar su gasto en defensa, España entre ellos, con un intensísimo debate interno, incluso entre los socios de la coalición del Gobierno. A medida que Trump desplaza cada vez más su atención hacia la región Indo-Pacífico, "Europa no puede dar por sentada la garantía de seguridad estadounidense y debe aumentar sustancialmente su contribución para mantener fuerte a la OTAN", reza el documento. Reducir la dependencia de terceros países, especialmente en la carrera tecnológica mundial, es otra de las prioridades destacadas por los comisarios de la UE.
"450 millones de ciudadanos europeos no tienen que depender de 340 millones de estadounidenses para defenderse de 140 millones de rusos que no pueden derrotar a 38 millones de ucranianos". "Podemos hacerlo mucho mejor", ha recalcado Kubilius.
Todo eso aparece ahora en el texto, que expone las "amenazas" reconocidas de Rusia y China -que la OTAN entiende como un "desafío"- y reconoce que se han cortado lazos con Moscú desde febrero de 2022 y su ataque a Ucrania -"la dependencia de Rusia se ha reducido considerablemente", dice-. El documento recalca que Moscú superará el gasto en Defensa de los Estados miembros en 2025 y ha dejado claro que "sigue en guerra con Occidente".
"Rusia es una amenaza existencial para la Unión y, dada su historia de invasión de países vecinos y sus actuales políticas expansionistas, la necesidad de disuadir la agresión armada rusa seguirá existiendo incluso después de un acuerdo de paz justo y duradero", señala el texto, especialmente preocupado con el riesgo que viene del afán expansionista de Vladimir Putin y de la necesidad de no dejar caer a Kiev, en el campo de batalla y en la mesa de negociaciones.
Pero también alerta del "distanciamiento" de África de Europa y la "carrera tecnológica" basada en la dependencia de Washington y Pekín -"muchos Estados miembros siguen dependiendo en gran medida de tecnologías de terceros países, entre ellos China y Estados Unidos"-. Afrontar la inestabilidad en Oriente Medio también está dentro de los retos citados expresamente en el proyecto.
Por ahora, la industria europea de defensa puede permitirse ser "excesivamente dependiente de las exportaciones, en parte porque no puede aprovechar las ventajas de un mercado único de defensa", añadía el documento de Bruselas. Según el texto, el bloque puede ayudar "apoyando, reforzando y promoviendo las capacidades industriales en toda la UE; garantizando el suministro de insumos esenciales para la industria y reduciendo las dependencias; eliminando los obstáculos a la circulación de productos y servicios de defensa en el mercado único; simplificando las normas existentes y reduciendo la burocracia; impulsando la investigación y el desarrollo para fomentar la innovación; y promoviendo las cualificaciones y la experiencia en el sector de la defensa". Además, la UE "también podría actuar como central de compras en nombre" de los países.
Paralelamente, los países de la UE negocian en estos momentos la propuesta de programa industrial de la UE (EDIP) para impulsar la producción mediante la contratación conjunta.
En un intento por tranquilizar a los Estados miembros acerca de que la política de defensa se mantiene como una competencia estrictamente nacional, Bruselas señala que "los Estados miembros seguirán llevando las riendas de la defensa al tiempo que se benefician del valor añadido que ofrece la UE y aprovechan plenamente el mercado único".

Las lagunas
La Comisión enumera siete ámbitos en los que hay "varios proyectos de capacidades esenciales diferentes" y en los que los países de la UE deben priorizar el gasto conjunto, ya que tienen implicaciones para todo el bloque comunitario.
Los citados proyectos que puedan catalogarse como "de interés común" podrían beneficiarse de financiación adicional de la UE y exenciones de la normativa medioambiental. Entre los flancos más destacados que se incluyen en esta categoría destacan:
- La Defensa antiaérea y antimisiles: se apuesta por un escudo de defensa antiaérea y antimisiles integrado y multicapa que proteja contra todo el espectro de amenazas aéreas (misiles de crucero, misiles balísticos e hipersónicos, aeronaves y UAS) y que esté plenamente integrado en el sistema de Mando y Control de la OTAN.
- Sistemas de artillería: se trata de sistemas de fuego avanzados que incluyen artillería moderna y sistemas de misiles de largo alcance diseñados para realizar ataques de precisión y de largo alcance contra objetivos terrestres.
- Municiones y misiles: se plantea un arsenal estratégico de municiones, misiles y componentes junto con una capacidad de producción industrial de defensa suficiente para garantizar el reabastecimiento.
- Drones y sistemas antidrones: la CE habla de una flota de sistemas no tripulados que incluya vehículos aéreos, terrestres, de superficie y submarinos que puedan controlarse a distancia o funcionar de forma autónoma mediante software y sensores avanzados.
- Movilidad militar: se propone una red a escala de la UE de corredores terrestres, aeropuertos, puertos marítimos y elementos y servicios de apoyo, que facilitan el transporte rápido y sin fisuras de tropas y equipos militares a través de la UE y las naciones asociadas.
- Inteligencia Artificial (IA), tecnologías cuánticas, ciberguerra y guerra electrónica: se buscan aplicaciones de defensa que utilizan lA militar y computación cuántica; sistemas electrónicos avanzados a escala de la UE diseñados para a) proteger y garantizar el uso del espectro electromagnético para las fuerzas y operaciones terrestres, aéreas, espaciales y navales; b) suprimir, perturbar y denegar el uso del espectro electromagnético por un adversario; y c) proteger la libertad de operar en el ciberespacio y garantizar el acceso sin trabas a las capacidades cibernéticas.
- Habilitadores estratégicos, capacidades de combate y protección de infraestructuras esenciales: incluyen, entre otros, el transporte aéreo estratégico y los aviones de reabastecimiento en vuelo, el conocimiento del dominio marítimo, las capacidades de combate (aéreas, terrestres y marítimas), un escudo espacial y un escudo fronterizo oriental para la seguridad de las fronteras terrestres.

'Europe first'
Bruselas ha propuesto aplicar la preferencia comunitaria en la "contratación pública de sectores y tecnologías estratégicos relacionados con la defensa". Una especie de Europe first, si parafraseamos a Donald Trump. "Sólo juntos, los Estados miembros podrán marcar la diferencia", incide el documento.
Como esta opinión choca con la de algunos países de la UE, proponen una exención. Una "preferencia europea sólo será efectiva si se dispone de los productos europeos pertinentes", asegura la CE, al tiempo que propone "reservas estratégicas para fines industriales" y un mecanismo europeo de ventas "de gobierno a gobierno".
Por tanto, la contratación pública debería seguir estas normas, según sugiere el documento:
1) buscar una solución en la UE.
2) negociar con los proveedores europeos, posiblemente con el apoyo de la UE, para reducir los precios y los plazos de entrega, garantizando al mismo tiempo el nivel de rendimiento necesario.
3) alternativas: para sistemas de defensa de los cuales no se disponga de una solución en la UE dentro de los precios, plazos y rendimiento requeridos, los Estados miembros deberían considerar la posibilidad de agrupar y consolidar su demanda en empresas de terceros países afines, exigiendo un control total
4) en paralelo, la UE debería apoyar el desarrollo de tecnologías y capacidades europeas equivalentes.
¿Un mercado único de defensa?
Tal como informó inicialmente Euractiv, Bruselas propondrá antes de junio un Reglamento de Simplificación Ómnibus de la Defensa, una armonización y reconocimiento mutuo de los procedimientos nacionales de certificación.
Además, ese paso estará acompañado de una estrategia para "profundizar" en el mercado único de productos y servicios de defensa, aportando mayor claridad sobre las normas de contratación, y con una estrategia sobre la "transformación de la defensa a través de lA y la informática cuántica".
El Ejecutivo de la UE también tiene previsto revisar la actual directiva sobre contratación pública y la directiva sobre transferencias intracomunitarias, centrándose en sectores estratégicos y tecnologías relacionadas con la Defensa, que probablemente se revisarán en 2026.
"Coordinar el gasto aumenta el poder de negociación de los Estados miembros, reduce los precios por unidad y refuerza la consolidación industrial", dice el documento. Kallas y Kubilius abogan por que la adquisición colaborativa y los proyectos paneuropeos de Defensa a gran escala vayan de la mano en los próximos años, dejando a los Estados miembros la potestad de decidir el formato y la finalidad, es decir, abordar qué carencias de capacidades críticas hay.
El plan de Bruselas está abierto a que "países afines" participen en las compras conjuntas, aunque no se beneficien de los préstamos europeos. En esta lista la UE incluye a Noruega, Moldavia, Corea del Sur, Japón, Albania y Macedonia del Norte, países con los que mantiene acuerdos de seguridad y defensa, aunque apunta a que hay conversaciones abiertas con otros, caso de Reino Unido, Canadá e India. Otros países como Turquía, aliado de la OTAN y candidato a la UE, está en la lista de países que pueden solicitar entrar en el plan de compras conjuntas.
En el caso de Ucrania, se plantea una excepción para que su industria armamentística se pueda beneficiar de las compras conjuntas en pie de igualdad con la industria europea, señala el Libro Blanco. Mientras Noruega se presenta como un "socio completo" de los programas de la UE por su contribución al presupuesto comunitario, por lo que se podrá comprar material de fabricación noruega. Según ha detallado el comisario lituano, las empresas deben estar establecidas en la UE o en Ucrania y Noruega, por lo que empresas de fuera de la UE tienen que estar establecidos en territorio europeo y se realizará un examen especial para proceder con las compras, aunque ha indicado que también se permitirán los acuerdos bilaterales para abrir en la medida de lo posible el programa.

De dónde venimos
El diagnóstico de los males de la Defensa europea era conocido desde antes de la guerra en Ucrania. Sin embargo, los empeños de países como Francia de robustecer la defensa común y de plantear incluso un ejército común caían en saco roto porque siempre había otras prioridades y otras urgencias. Más allá del debate de si la carrera armamentística propiciada por Putin debe ser de tan enorme calado, lo cierto es que el Libro Blanco viene a atender necesidades nuevas, pero también viejas.
El centro Bruegel, un tanque de pensamiento de Bruselas, publicó el pasado noviembre un informe en el que daba cuenta de todos los puntos flacos de la defensa comunitaria, buena parte de ellos atendidos por la nueva hoja de ruta. "Los países europeos han incrementado considerablemente su gasto en defensa en los últimos años, pero la subinversión de décadas anteriores implica que aún existen deficiencias. Si bien la UE en su conjunto cumple el objetivo del 2% de la OTAN, siete países de la UE pertenecientes a la OTAN aún no lo han logrado", exponía.
"El mercado europeo de defensa sigue fragmentado. La falta de compras conjuntas y las preferencias nacionales en materia de gasto en defensa se traducen en mercados pequeños con bajas cifras de producción. Aportamos pruebas del coste de la falta de un mercado único en la UE para determinados productos de defensa: las bajas cifras de producción son una de las principales razones de los costes unitarios relativamente altos", añadía.
Un mercado más integrado era también la apuesta de los autores, el alemán Guntram B. Wolff y el español Juan Mejino-López, defiendiendo que "los productos de defensa generaría mayores economías de escala, lo que se traduciría en precios más bajos y una mayor preparación para la defensa". "Europa debería aspirar a una mayor integración del mercado de defensa en lugar de proteger los mercados nacionales más pequeños", constataban en su análisis.
De fondo, la estrategia del "rearme rentable". Que los países persigan objetivos individualmente "resultaría ineficaz", defienden los expertos. "Si bien la política industrial de defensa de la UE se ve limitada por problemas institucionales, políticos y prácticos, existen importantes oportunidades. Un mercado más integrado para los productos de defensa generaría mayores economías de escala, lo que se traduciría en precios más bajos y una mayor preparación para la defensa. Europa debería aspirar a una mayor integración del mercado de defensa en lugar de proteger los mercados nacionales más pequeños". En esa línea se va ahora.
Sobre el debate de comprar dentro o fuera, indican que las compras de armas de fuera de la UE se pueden hacer cuando sean "justificadas y racionales", especialmente "cuando se garantiza la seguridad del suministro y la interoperabilidad", que es algo que no siempre se logra actualmente, por cuestiones políticas, económicas o defensivas. "Sin embargo, las compras locales, es decir, cierta preferencia europea, para impulsar las capacidades industriales y la innovación son cruciales para reforzar la autonomía estratégica y evitar el rezago en tecnología militar".
En sus conclusiones recordanban que "para lograr escala y rentabilidad se necesitan fondos, tanto para la demanda como para la oferta", aunque no es la vía más popular. Recomendaban "un enfoque de mercados más integrados en lugar de la economía de guerra", una "preferencia europea inteligente" sin dejar de comprar fuera, y "asegurar las cadenas de suministro de defensa mediante la supervisión y evaluación periódicas de los riesgos de dependencia excesiva".
El comisario de Defensa, Kubilius, lo ha dejado claro: esta batería de iniciativas representa apenas el "comienzo de un camino y no uno fácil". Rusia nos mira.