Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Casi 8.000 personas llegan al norte de Líbano huyendo de la violencia en la costa siria

Casi 8.000 personas llegan al norte de Líbano huyendo de la violencia en la costa siria

Fuerzas kurdosirias sellan su integración en el Estado sirio y ceden control del noreste.

Civiles de Latakia, tratando de buscar pan en una ciudad fantasma tras los ataques del Gobierno sirio.Haidar Mustafa / Reuters

Las autoridades de la gobernación libanesa de Akkar, en el norte del país, han confirmado este lunes la llegada de más de 7.600 personas, la mayoría de ellas de la minoría alauí, huyendo del estallido de violencia que desde la semana pasada asola a la costa de Siria, y que ha dejado hasta el momento un millar de muertos.

Un informe de la Cámara de Gestión de Desastres y Crisis de la citada gobernación apunta a que en los últimos días se han instalado 7.616 personas, que forman 1.777 familias, después de haber cruzado a pie el río Nahr al Kabir, que sirve de demarcación de la frontera sirio-libanesa.

El documento, del que se han hecho eco los diarios libaneses 'L'Orient-Le Jour' y 'An Nahar', señala que se encuentran repartidos entre 15 municipios de Akkar, cuyas autoridades han comenzado a distribuir ayuda humanitaria, incluidos colchones y mantas -proporcionados por la Cruz Roja Libanesa y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)- a los desplazados de las localidades de Rihaniyah, Ain al Zeit, Barbara, Daghla y Hais.

Miles de alauíes han sido acogidos en la zona de Akkar desde el inicio de la guerra en Siria, en 2011, por lo que las autoridades locales han pedido más recursos a Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, así como a las autoridades libanesas.

Según los datos publicados por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, más de 970 civiles han sido ejecutados en el oeste de Siria durante los últimos días, en el marco de la ofensiva lanzada por las fuerzas de seguridad de las nuevas autoridades sirias contra grupos afines al presidente Bashar al Assad, derrocado a principios de diciembre tras una ofensiva de yihadistas y rebeldes.

El presidente de transición y líder del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), Ahmad al Shara, anunció el domingo la creación sendas comisiones para investigar los hechos y para "preservar la paz civil", al tiempo que abogó por "trabajar para fortalecer la unidad nacional en esta delicada etapa".

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha instado esta noche a "cesar de inmediato" el derramamiento de sangre en la costa de Siria y ha pedido que los responsables de las violaciones rindan cuentas. Guterres se ha mostrado "alarmado por la escalada violenta en las zonas costeras de Siria, donde se han producido ejecuciones sumarias generalizadas, incluso de familias enteras", así como la pérdida de un miembro de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), y ha "reiterado su preocupación por la escalada de tensiones entre las comunidades de Siria".

"Hace un llamamiento a todas las partes para que protejan a los civiles y pongan fin a la retórica y las acciones incendiarias, mientras Siria se enfrenta al legado de 14 años de conflicto y más de cinco décadas de régimen autoritario", ha declarado el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, durante una rueda de prensa.

Kurdosirios en un funeral por víctimas asesinadas por combatientes respaldados por Turquía, el 21 de marzo de 2023 en Alepo.Anas Alkharboutli / picture alliance via Getty Images

Los kurdos se suman al Estado sirio

Además, se han producido en estas horas importantes novedades para la Siria en transición: las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdosirios, sellaron este lunes su integración en el nuevo Estado sirio presidido por Al Sharaa, un paso muy importante para la unidad del país rota por el antiguo régimen de Bashar al Assad.

El histórico anuncio fue realizado por la Presidencia siria, que publicó unas fotografías del Al Sharaa junto al líder de las FSD, Mazlum Abdi, estrechando la mano y firmando un documento de seis puntos que pone fin a semanas de negociaciones de paz entre las dos partes, y determina que el norte y noreste del país pasa a ser controlado por el Estado sirio.

El principal punto de este documento es el cuarto, en el que se acuerda "integrar todas las instituciones civiles y militares del noreste de Siria en la administración del Estado sirio, incluidos los cruces fronterizos, el aeropuerto y los yacimientos de petróleo y gas".

Esto significa que las FSD, componente militar de la autoridad kurdosiria que también está compuesto de otras minorías como cristianos y asirios, se integran en lo que será el nuevo Ejército sirio unificado.

En cuanto a las instituciones civiles, se refiere a que la autoridad kurdosiria que lidera de facto desde hace años esta región del norte y noreste del país cede el control de su territorio al Gobierno.

Ese territorio comprende el aeropuerto, así como los cruces fronterizos -que lindan con la región del Kurdistán iraquí y Turquía, y que escapaba al control de Damasco- y los yacimientos de petróleo y gas, ya que la mayoría del país se encuentran en esa región.

A cambio de esta cesión, los kurdos ganarán su "derecho a la ciudadanía y todos sus derechos constitucionales", algo que estaba prohibido durante el régimen de Al Asad, derrocado el pasado 8 de diciembre por una ofensiva de corte islamista liderada por Al Sharaa, y se reconoce a la comunidad kurda como parte del Estado sirio.

Además de este punto, hay otro en el que se garantiza la "representación y participación en el proceso político y en todas las instituciones del Estado sobre la base de su competencia, independientemente de su origen religioso y étnico".

Por otro lado, en el texto se garantiza el "retorno de todos los sirios desplazados a sus ciudades y pueblos", que tendrán "protección por parte del Estado sirio", así como el apoyo "al Estado sirio en su lucha contra el régimen de Al Asad y todas las amenazas contra su seguridad y unidad".

Por último, se anuncia en este acuerdo que se impone "un alto el fuego en todos los territorios sirios".

La región kurdosiria sufre desde hace tres meses una ofensiva lanzada por rebeldes sirios apoyados por Turquía para controlar su territorio.

Un convoy del Ministerio de Defensa sirio se dirige a la provincia de Al Hasaka, en el noreste de Siria, para comenzar a controlar sedes de la administración kurdosiria y los yacimientos de petróleo tras el acuerdo.

"Un convoy del Ministerio de Defensa sirio se dirige a Al Hasaka en coordinación con las FSD para comenzar a tomar el control en las sedes estatales y luego para controlar los campos de petróleo", indicó la televisión siria, que citó fuentes anónimas.

Asimismo, comenzaron las celebraciones en Al Hasaka, así como en las provincias de Al Raqa y Deir al Zur, según la televisión.

Tras el acuerdo, comenzaron las reacciones, como Catar, que celebró la integración de las fuerzas kurdosirias.

Este sello se produce en uno de los primeros grandes desafíos que atraviesa la nueva administración siria, después de que la semana pasada hubiera asesinatos contra civiles, la mayor parte de la minoría alauita -rama del islam chií que profesa Al Asad- en las provincias costeras de Latakia y Tartús.

Estos asesinatos -el Observatorio Sirio de Derechos Humanos estima que casi 1.000 civiles han muertos- se produjeron en respuesta a unos ataques de remanentes del régimen de Al Asad contra las fuerzas de Damasco.

Una de las incógnitas hasta el momento es qué ocurrirán con el control de las cárceles y campos en el noreste del país donde están hacinados los yihadistas del grupo Estado Islámico y sus familiares, incluidos niños.