Los calibres de las armas de Ucrania y la OTAN no coinciden
Antes de la invasión las fuerzas armadas ucranianas apenas poseían equipo, y el que tenían era heredado de la época soviética con más de 30 años de antigüedad.
La contraofensiva ucraniana tan anunciada contra las posiciones rusas se espera desde hace semanas tras más de un año del inicio de la guerra en Ucrania. Durante estos meses se ha escuchado hablar de los Leopard entregados a Kiev por varios países de Europa, entre los que se encuentra España, o los Challenger 2 británicos. Sin embargo, se habla menos de la artillería, clave para la defensa de Ucrania.
Al igual que los carros de combate o los sistemas antiaéreos, la artillería ha sido suministrada en gran medida por los países occidentales. Antes de la invasión, sin embargo, las fuerzas armadas apenas poseían equipo, y el que tenían era heredado de la época soviética con más de 30 años de antigüedad. Las reservas de municiones, además, han sido objeto de sabotaje por parte de las fuerzas rusas. Pero uno de los mayores inconvenientes es que los calibres de los antiguos países de la órbita soviética y los de los países de la OTAN no coinciden.
Las armas ucranianas disparan proyectiles de 122 mm y 152 mm, fundamentalmente, mientras que los de la OTAN suelen ser de 105 mm para los cañones y obuses de campaña y, aunque menos habituales, de 155 mm que usan muchas piezas artilleras, con alcances que van de los 11 kilómetros de los primeros a los 20 de los segundos, según ha publicado La Razón. Por ello, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha insistido a los países occidentales en su petición del envío de más cañones, obuses y munición para estas piezas.
Ahora ahora, Ucrania ha solicitado y ha recibido varias municiones de 155 mm de artillería de la OTAN: el Panzerhaubitze 2000 alemán, el M777, el FH70, el M109, el AHS Krab polaco de 155 mm y el obús autopropulsado francés Caesar también de 155 mm.
Compras conjuntas de munición
Mientras, los Estados miembros de la Unión Europea cerraron hace una semana un acuerdo sobre el marco legal para realizar compras conjuntas de munición por valor de 1.000 millones de euros, resolviendo así las discrepancias sobre el origen del material y los componentes que deben considerarse aptos para la compra con fondos europeos, lo que demoró la aprobación de la medida acordada por los líderes de los Veintisiete a finales de marzo.
"Los embajadores de la UE aprobaron la decisión sobre la medida de asistencia en el marco del Fondo Europeo para la Paz para apoyar a las Fuerzas Armadas ucranianas mediante 1.000 millones de euros para la adquisición conjunta de municiones y misiles", informó entonces la presidencia sueca del Consejo.
Hasta ahora los Estados miembros mantenían desavenencias sobre las condiciones que debía cumplir el material militar producido en Europa para ser adquirido con fondos comunes. El debate giraba en torno a si los componentes y elementos de los equipos militares que se fabriquen y adquieran con fondos comunes de la UE deben ser 100% europeos, una visión rígida que defendía Francia y que reducía las opciones de compras conjuntas en armerías europeas ya identificadas en 11 Estados miembros.
Finalmente, la propuesta de compromiso establece que se considerarán aptos para recibir subvención "las municiones y misiles que hayan sido objeto de una fase importante de fabricación en la Unión Europea o en Noruega, consistente en su montaje final".