Asocian a la banda criminal más temida de Europa con Putin
Un informe de la UE ha revelado que Rusia estaría utilizando organizaciones criminales para lavar dinero a cambio de un refugio seguro.

La 'Evalucación de las Amenazas de la Delincuencia Grave y Organizada de la UE (EU-SOCTA)', informe elaborado por la Unión Europea y recogido por Sunday World, ha revelado que Rusia estaría utilizando organizaciones criminales para lavar dinero a cambio de un refugio seguro.
El documento señala cómo ciertos "estados hostiles", entre ellos Rusia, externalizan actividades ilícitas como ciberataques, campañas de desinformación y blanqueo de capitales a redes criminales. A cambio, estas bandas reciben protección, permitiéndoles operar sin temor a ser procesadas.
Eurpol describe estas "alianzas en la sombra" como mutuamente beneficiosas para ambas partes. "Los actores de amenazas híbridas cooperan con los actores criminales para el beneficio mutuo, aprovechando los recursos, la experiencia y la protección de los demás para lograr sus objetivos", explica el informe.
Esta cooperación no solo está motivada por el beneficio financiero, sino que también permite a los Estados negar su participación directa en estos delitos, dificultando así la atribución de las acciones. Su objetivo sería desestabilizar a la UE: "Este intento de desestabilización puede centrarse en los procesos democráticos, la coherencia social dentro de las sociedades, la sensación de seguridad o el Estado de derecho".
Implicación de Rusia
Si bien el informe no menciona explícitamente a Rusia, varios medios de comunicación en Europa han señalado que las referencias apuntan claramente al país. En 2022, la Operación Desestabilizadora desmanteló redes rusas de blanqueo de dinero que operaban para el cártel de Kinahan, una organización criminal global.
Estas redes permitían a los oligarcas rusos eludir sanciones mediante esquemas complejos, que incluían el intercambio de criptomonedas por dinero en efectivo. De hecho, este cártel, vinculado con los regímenes ruso e iraní, utilizó sus rutas de tráfico de drogas y armas a cambio de protección.
El informe señala también que las conexiones entre los Kinahan y Rusa va más allá del crimen organizado. Se cree que la inteligencia militar rusa, el GRU, supervisa el transporte de cocaína facilitado por el cártel, cuyos miembros han estado buscando refugio en Rusia, con planes de contingencia si las autoridades actuán contra ellos.