Arranca el plan de Grecia para cortar la alarmante dependencia de España y el resto de Europa hacia Putin

Arranca el plan de Grecia para cortar la alarmante dependencia de España y el resto de Europa hacia Putin

España se convirtió hace unos meses en el país europeo que más gas natural licuado importa de Rusia.

Oia, Santorini, Southern Aegean, Greece, Cyclades, Europe.Getty Images

El Parlamento Europeo avisó en abril de un "alarmante aumento de importaciones de gas ruso en España" en el marco de la guerra que Ucrania está librando contra Rusia. "Según un reciente estudio del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA), un organismo independiente con sede en Houston, España se ha convertido en el país europeo que más gas natural licuado importa de Rusia", precisó el órgano legislativo.

"Este inexplicable incremento tiene lugar en el marco de una estrategia conjunta de la Unión para reducir la dependencia energética de Rusia y frenar así la financiación europea a la maquinaria bélica de Putin", añadía el comunicado del Parlamento Europeo, antes de plantear algunas cuestiones como si España había avisado a la Comisión Europea de este hecho o de qué medidas había que tomar al respecto.

Respecto a esta última cuestión, Grecia ha inaugurado una nueva e importante terminal de gas natural licuado (GNL) en Alexandroupolis para reducir la dependencia que España, y en general, el sudeste de Europa tienen hacia el gas ruso, ingresos que el Kremlin utiliza para financiar su guerra en Ucrania .

Financiación Europea

El proyecto, financiado en parte por la Comisión Europea, contará con un tanque de almacenamiento flotante, una unidad de regasificación que convierte el gas natural licuado de nuevo en gas y un gasoducto, tal y como informa Express.

También se construirán gasoductos submarinos y terrestres para importar gas natural a Grecia antes de ser transportado a los consumidores en el país, así como a Bulgaria, Rumanía, Macedonia del Norte, Serbia y más allá, hasta Moldavia y Ucrania en el este y Hungría y Eslovaquia en el oeste.

La nueva iniciativa pretende crear nuevos puestos de trabajo y dar un impulso a la economía local. La Comisión Europea aprobó una inversión de más de 157 millones de euros para la primera fase del proyecto. Por su parte, se espera que el plan genere 382 millones de euros en ahorros relacionados con las emisiones de CO2 y el cambio de combustible a medida que se realiza la transición del carbón y el petróleo al gas.