Arranca el plan anti-Occidente de Putin

Desde este martes y hasta el próximo jueves, los países que conforman la alianza 'alternativa' a Occidente, conocida como los BRICS, celebra su 16ª cumbre en la ciudad rusa de Kazán. En ella estarán presentes los grandes países que sembraron la semilla de esta nueva organización en 2009, salvo Brasil, cuyo presidente ha sufrido un accidente doméstico, y no podrá acudir a la cita.

Exceptuando esta baja, el resto de líderes de los países que componen la alianza se presentarán en Rusia para continuar con su hoja de ruta, marcada por establecer una alternativa económica segura, competente y alternativa al yugo estadounidense y europeísta.

Este encuentro contará con la presencia de todos los países fundadores -menos Brasil-, Rusia, India, China y Sudáfrica, que estarán representados por sus jefes de estados, así como otros países que se han ido incorporando con posterioridad, como Arabia Saudí, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos, además de Azerbaiyán o Malasia.

Un dato especialmente relevante es el hecho de que los países que acudan en esta ocasión a la cumbre, componen en torno al 40% de la población mundial. Esto podría parecer algo menor, pero no lo es para Vladimir Putin, que aprovechará una vez más para demostrar al mundo -especialmente a Occidente- que cuenta con gran parte del apoyo internacional, y que no se encuentra, ni mucho menos aislado pese a las sanciones y presiones de los países occidentales por asfixiar la economía rusa.

Así, Putin se reunirá de forma bilateral con 20 presidentes de los 32 países que acudirán a la cita, aunque se espera con gran expectación su encuentro, nuevamente, con los presidentes de China, Xi Jinping, e India, Narendra Modi, en representación de los dos países más poblados del mundo.

Hay que destacar que durante los últimos años, la organización ha incrementado su influencia en el mundo, hasta el punto de que, tras 15 años, parece más real que nunca uno de los objetivos iniciales por los cuales se fundaron los BRICS: acabar con el monopolio del sistema bancario SWIFT, de EEUU.

Por otro lado, y a título personal, estos tres días servirán a Putin para buscar -y encontrar- apoyos internacionales en su guerra con Ucrania, en lo que puede convertirse una cita clave, tanto por la situación que atraviesa Moscú como los países occidentales.