Arabia Saudí ordena usar la 'fuerza letal' en la nueva ciudad futurista
Una nueva polémica golpea de lleno al faraónico proyecto de Neom, una ecociudad cuya construcción costará alrededor de 500 mil millones de dólares.
Neom, el proyecto faraónico de Arabia Saudí con el que pretende levantar una ecociudad de 500 mil millones de dólares en la provincia de Tabuk, en el noroeste del país, es una de las piezas clave -junto a The Line, la ciudad de 170 kilómetros que se ve desde el espacio- de la estrategia Saudi Vision 2030 para diversificar la economía saudita. Sin embargo, la ciudad del futuro tiene un lado oscuro, con denuncias por la violación de los derechos humanos y su impacto ambiental.
A la obra faraónica de Neom se le acusa, entre otras cuestiones, de su potencial impacto sobre el medio ambiente, incluyendo la destrucción de hábitats naturales y el consumo excesivo de recursos hídricos. También se ha cuestionado la falta de transparencia del gobierno saudí respecto al proyecto, sin que queden claros ni sus planes de financiación ni el uso que se hacen de los fondos públicos.
La última polémica que rodea al proyecto Neom tiene que ver con las técnicas que utiliza el gobierno saudita para desalojar y reubicar a las más de 6.000 personas que, por ahora, han tenido que salir de sus casas porque sus terrenos están afectados por el desarrollo de la ciudad futurista. Las organizaciones que defienden los derechos humanos, denuncian que muchas de esas personas han recibido una compensación insuficiente o, incluso, han sido detenidas por cargos relacionados con el terrorismo tras resistirse al desalojo.
De hecho, según la BBC, estas organizaciones y otros testimonios acusan al gobierno de Arabia Saudí de autorizar el uso de la "fuerza letal" para desalojar a las comunidades locales de sus tierras para avanzar en la construcción de la ciudad futurista de Neom.
El coronel Rabih Alenezi, quien se exilió en el Reino Unido el año pasado, asegura que se le ordenó desalojar a los habitantes de Al-Khuraybah, un pueblo ubicado a 4,5 kilómetros al sur de The Line, el principal reclamo del megaproyecto. La orden, de 2020, indicaba que "quienquiera que continúe resistiéndose [al desalojo] debería ser asesinado". Alenezi, a pesar de tener dudas sobre esta orden, cumplió con ella aunque poco después desertó del ejército saudí.
Las acusaciones de Alenezi coinciden con el testimonio de otras fuentes. Un ex ejecutivo de Neom y el CEO de una empresa británica que participó en el proyecto, quienes también han mostrado su preocupación por las tácticas utilizadas para el desalojo de las comunidades locales.
Al menos un hombre fue asesinado a tiros por las autoridades saudíes durante un desalojo en 2020. Abdul Rahim al-Huwaiti, miembro de la tribu Huwaitat, se negó a permitir que se valorara su propiedad y, posteriormente, fue muerto en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Las organizaciones de derechos humanos afirman que al-Huwaiti fue asesinado por resistirse al desalojo, mientras que las autoridades saudíes alegan que él abrió fuego contra ellos.