Aparece muerto el sospechoso de matar a 10 personas en un tiroteo masivo en Los Ángeles
Su cuerpo ha aparecido en una furgoneta de color blanco en otra localidad. La Policía cree que está relacionado con un incidente ocurrido poco después en el vecino suburbio de Alhambra.
La Policía estadounidense ha localizado en una furgoneta blanca el cuerpo del sospechoso del tiroteo masivo en el que murieron diez personas y otras diez resultaron heridas durante la celebración del Año Nuevo Chino en la localidad de Monterey Park, cerca de Los Ángeles.
Los agentes encontraron el vehículo en la localidad de Torrance, también en el condado de Los Ángeles, después de que varios testigos del tiroteo describiesen a las autoridades que el sospechoso se había fugado de las escena en una furgoneta con similares características.
Las autoridades indicaron previamente que buscaban como sospechoso a un hombre asiático, que según los testigos tenía entre 30 y 50 años de edad. En la foto distribuida aparece con una chaqueta de piel, gafas y gorro y se advertía de que debía considerarse como "armado y peligroso".
La Policía cree que está relacionado con un incidente ocurrido poco después en el vecino suburbio de Alhambra, al norte de Monterey Park, también en una sala de baile y en el que los presentes lograron desarmar al agresor, que se cree que fue el mismo del tiroteo anterior y que huyó sin disparar.
El tiroteo masivo que convirtió en pesadilla el Año Nuevo Chino
Estados Unidos ha vuelto a vivir otra noche de terror, esta vez en la ciudad de Monterey Park. "La gente puede pensar que este es otro caso más, pero no aquí. Esta es una de las áreas más tranquilas y seguras del condado y estamos devastados", aseguró este domingo Jun Xiaozhe, un hombre que vive a dos manzanas del lugar de los hechos.
Monterey Park es una urbe ubicada a 13 kilómetros de la ciudad de Los Ángeles y en la que, según datos oficiales, más del 65 % de sus aproximadamente 60.000 habitantes son de origen asiático.
La festividad del también conocido como Año Lunar era uno de los momentos más importantes para una comunidad compuesta sobre todo por población china, pero también vietnamita, filipina, coreana o malaya, entre otras nacionalidades.
Centenares de puestos de comida y artesanías, escenarios para actuaciones musicales, atracciones para niños e improvisados salones de belleza callejeros se habían desplegado por el bulevar Lincoln, una de las arterias principales de la ciudad, hasta su cruce con la avenida Garvey.
Varios miles de personas se congregaron allí el sábado por la noche en un evento cuya segunda jornada ha sido cancelada y que estaba situado a apenas 100 metros del local de baile de la avenida Garvey donde a las 22.22 hora local (06.22 GMT del domingo) se desató el pánico.
"Acababa de volver a casa y escuché varias detonaciones. Ahora sé que son disparos, pero entonces pensé que tan solo eran fuegos artificiales", explicó David Kwan, un vecino malayo de 52 años que lleva instalado en el área desde hace cuatro décadas.
Kwan y Xiaozhe, reunidos junto a un centenar de personas frente a un amplio dispositivo policial, hicieron hincapié en que el suceso es algo "inaudito" en Monterey Park, ya que "nunca" se ha vivido algo así.
"Aquí puedes pasearte a las dos de la mañana en bicicleta con 3.000 dólares en el bolsillo y no tienes por qué preocuparte", recalcó Xiaozhe. Esa ciudad, según Kwan, "no es el centro o el sur de Los Ángeles", zonas popularmente conocidas por ser epicentro de pandillas y por contar con altas tasas de criminalidad.
La investigación del suceso sigue abierta. La Policía dice haber localizado a un posible sospechoso y cree que el autor de los hechos es la misma persona que unos 20 minutos después intentó atacar otra sala de baile en la localidad vecina de Alhambra, a apenas 5 kilómetros de distancia. Ese hombre fue desarmado y se dio a la fuga.
"Será difícil que se justifique como un crimen contra la comunidad asiática porque el autor podría haber atentado en el evento y habría tenido más impacto. Todo apunta a que fue algo personal", explicó John McKinney, un fiscal local de Monterey Park, en las cercanías del local de la matanza.
Aunque el móvil del crimen está por averiguarse, la comunidad asiática del condado de Los Ángeles afirmó estar "conmocionada" y eso podría afectar gravemente al desarrollo de otras festividades por el Año Nuevo Chino que estaban previstas para el próximo fin de semana en municipios cercanos.
"Probablemente la gente tenga miedo ahora de acudir a estos eventos. Hasta que no se llegue al final del caso, no podremos estar tranquilos", afirmó Chester Chong, el presidente de la Cámara de Comercio china de Los Ángeles, quien se desplazó a la zona para "apoyar" a sus compatriotas.
El ataque de Monterey Park ocurre en la misma semana en la que un tiroteo en el pueblo de Goshen (centro de California) dejó seis muertos, incluidos una madre de 17 años y su bebé de seis meses, en un suceso que todo apunta a que estuvo relacionado con un cártel de la droga.
Además, es uno de los más letales de California en la última década, después de que un matrimonio abatiera a 14 personas en una fiesta de trabajo en la ciudad de San Bernardino y tras el tiroteo de 2018 en la localidad Thousand Oaks, donde un marine retirado mató a 12 individuos en un bar.