Alerta por el próximo objetivo de Putin: está dentro de Europa
La República Checa avisa del empeño del Kremlin de seguir teniendo poder en lo que llama su "esfera de influencia natural". Moscú desea que la "arquitectura de seguridad europea" vuelva a 1997 y la entrada en la OTAN de su país la rompe.

Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, discutieron el martes una propuesta de alto el fuego en Ucrania. El resultado fue un acuerdo tanto de Moscú como de Kiev de una pausa de 30 días en los ataques a las instalaciones energéticas, que ayer mismo ya se estaba violando.
Tras conocer este primer avance en las negociaciones de paz impulsadas / forzadas por EEUU, el ministro de Asuntos Exteriores checo, Jan Lipavský, advirtió de que, si bien desea la paz, ésta debe ser una que impida que Rusia amenace a otros territorios como la propia República Checa, con sus ambiciones imperialistas y aires zaristas.
En la conferencia titulada "Nuestra seguridad no es un hecho", celebrada en Praga, el ministro Lipavský afirmó que un aspecto importante de la defensa es la resiliencia social y la disposición a contribuir a la defensa de Europa. Sin embargo, según los críticos, Rusia no amenaza la seguridad de Chequia y solo le interesa que Ucrania impida la presencia de la OTAN en sus fronteras.
Cuando se le preguntó por qué cree que Rusia quiere tener a Chequia bajo su esfera de influencia, respondió: "Me baso en lo que los líderes políticos rusos -ya sea Vladimir Putin, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, o varios ideólogos- dicen en debates o discursos sobre lo que es, parafraseándolos, la esfera de influencia natural de Rusia".
El ministro de Exteriores añadió que una de las exigencias de Putin es que la "arquitectura de seguridad europea" vuelva a 1997 y, dado que Chequia se unió a la OTAN en 1999, esto implicaría que Rusia considera su adhesión a la alianza de seguridad como una amenaza a su esfera de influencia.
En la conferencia, Lipavský también declaró que sin garantías de seguridad y soberanía, y sin garantías contra nuevos ataques de Moscú, Ucrania seguiría siendo una fuente de riesgo de inestabilidad en el continente europeo. Por lo tanto, para el ministro de Asuntos Exteriores, la paz es deseable, pero deben establecerse las condiciones que garanticen una paz duradera y eviten que Rusia vuelva a invadir Ucrania.
"Quisiera que cesaran los tiroteos y que prevaleciera la paz, pero debe haber una paz que garantice que Rusia ya no pueda amenazarnos con sus ambiciones imperialistas. De hecho, no se trata solo de Crimea o de alguna parte del este de Ucrania; Rusia tiene un alcance y unas intenciones mucho más amplios", dice.
Según Lipavský, la conversación telefónica entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia no supuso un cambio significativo. El ministro de Asuntos Exteriores añadió: "Una cosa es detener los disparos y otra es evitar que se repitan. Por eso enfatizo que Ucrania debe contar con garantías de seguridad suficientes para garantizar la seguridad en el continente europeo, para que no volvamos a vernos amenazados, ya sea por la afluencia de refugiados, la inestabilidad económica causada por diversos factores, como la alta inflación, una guerra energética, etc".
Lipavský añadió que todo esto también es relevante para los potenciales inversores extranjeros que consideran la seguridad de Europa al invertir en el continente. Por lo tanto, también es importante, afirma, considerar el futuro de la sociedad checa para sus perspectivas económicas:
"Sin duda, hablemos de cómo detener los disparos, pero por el momento debemos tener presente nuestra propia seguridad. Para ello, necesitamos una sociedad resiliente e invertir en el ejército, por eso estamos aumentando el gasto en defensa. Es absolutamente esencial; debemos seguir haciéndolo. Al mismo tiempo, debemos ser capaces de identificar correctamente las amenazas y los riesgos que acechan en el exterior. El imperialismo ruso es ahora la amenaza más cercana e intensa", añade.
Tras el acuerdo de un alto el fuego limitado del martes, Rusia atacó Ucrania durante la noche con 145 drones y seis misiles, según la fuerza aérea local, y la defensa aérea derribó 72 drones. Según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, los ataques con drones muestran que Putin ha rechazado de facto la propuesta de un alto el fuego total.