Al menos 18 muertos tras un bombardeo israelí en un campamento de refugiados de Cisjordania
Israel asegura haber matado a un líder de Hamás que, según el Ejército, planeaba llevar a cabo una "operación terrorista" de manera "inminente".
Mientras Israel prepara su respuesta al ataque de Irán con el lanzamiento de misiles sobre Tel Aviv y dicta una nueva orden de evacuación forzosa del sur de Beirut, el Ejército israelí ha bombardeado este jueves un campamento de refugiados palestinos localizado en la ciudad de Tulkarem, en Cisjordania, donde al menos han perdido la vida 18 personas, según las cifras comunicadas por el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina.
El Ejército israelí ha bombardeado un conocido café ubicado en el barrio de Al Hamam. Numerosos vehículos de los equipos de emergencia han acudido al lugar y han trasladado a las víctimas al Hospital Gubernamental Mártir Dr. Thabet Thabet. El portavoz de la Presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil abú Rudeina, ha condenado poco después "la masacre" y ha responsabilizado "plenamente" al Gobierno de Benjamin Netanyahu de las "repercusiones de este atroz crimen" contra el pueblo palestino.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel han indicado en mensaje publicado en la red social X que la operación en Tulkarem se ha llevado a cabo de forma conjunta con el servicio de Inteligencia de Israel, el Shin Bet, donde habría muerto el cabecilla de Hamás en la ciudad cisjordana, Zahi Yaser Abdel Razaq Awfi y "otros miembros destacados" de la organización política y paramilitar palestina.
En un comunicado, el Ejército detalla que Awfi planeaba llevar a cabo una "operación terrorista" dentro de Israel de manera "inminente". También asegura que había preparado y dirigido un atentado con coche bomba en la zona de Atara el pasado 2 de septiembre y que planeaba "llevar a cabo varias otras operaciones terroristas" en Cisjordania e Israel.
En el último año, Israel ha matado en Cisjordania a 720 palestinos, entre ellos 160 menores, según el Ministerio de Sanidad. Solo en Tulkarem, al menos 94 palestinos han muerto desde enero, incluidos ocho menores de 15 y 17 años, según la Agencia EFE.
La mayoría han muerto por disparos de soldados pero más de una treintena en ataques aéreos, una táctica que Israel no empleaba en urbes y campamentos de refugiados en Cisjordania desde la Segunda Intifada, hace dos décadas.