Los 125 millones de barriles rusos flotan en el mar sin rumbo
Las previsiones internacionales se antojan muy complicadas debido al secretismo ruso.
Hace pocas semanas y tras la implantación del paquete de medidas sancionadoras de Occidente sobre Rusia, el Kremlin decidió reducir su producción de crudo en 500.000 barriles, algo que favorecería que los precios de petróleo se dispararan debido a la falta de oferta, con el fin de perjudicar a las principales económicas importadoras de crudo.
Pero esta decisión parece haber sido revocada por Rusia ya que, a día de hoy, el país liderado por Putin está exportando la mayor cantidad de petróleo en años. Según las previsiones de los principales organismos internacionales y energéticos, tras esta decisión por parte del Kremlin, el precio del barril podría dispararse por encima de los 100 dólares, pero la realidad dista mucho de estos vaticinios, y es que actualmente, el crudo de Brent se ha situado en los 78 dólares durante el mes de abril, según BCA Research.
Actualmente Rusia cuenta con unas 600 embarcaciones -que cuentan con más de 125 millones de barriles, muchos de ellos en tránsito y otros almacenados- que, con el paso del tiempo, han encontrado la solución para esquivar las sanciones de Occidente.
Rusia exporta más que nunca
Este nuevo escenario ha pillado por sorpresa a todos los organismos que realizaron sus previsiones y que, todavía, no entienden la postura de una Rusia que, de un día para otro, se ha convertido en el principal exportador de petróleo sin ser detectado contra todo pronóstico. "Las acciones de Rusia enturbian la oferta, el petróleo en tránsito y los inventarios", aseguran desde BCA Research.
El informe del mes de mayo de la Agencia Internacional de la Energía aseguraba que durante el mes de abril, "las exportaciones rusas de petróleo alcanzaron un máximo posterior a la invasión de 8,3 millones de barriles diarios", traducido en unos ingresos de "1.700 millones de dólares", llegando a los 15.000 millones.
La única explicación posible que aporta la AIE es que Rusia haya aumentado sus exportaciones con el fin de "compensar la pérdida de ingresos". Y es que, la realidad apunta a que Rusia ha logrado evitar las sanciones internacionales, apoyándose en el mercado chino, indio o turco.
China se vuelve hermética
Por su parte, desde el Departamento de Energía de Estados Unidos, creen que la caída de la producción rusa al año será de unos 300.000 barriles diarios, a diferencia de los 500.000 iniciales. También aseguran que esta supuesta reducción de producción no responde a un interés ruso, sino que que se debe a tareas de mantenimiento en las refinerías.
En el otro lado se encuentra China, que está llevando a cabo una política 'secretista' en relación a la información aportada sobre los niveles de inventario de petróleo, que a día de hoy, son tratados como si fueran secretos de Estados. Todo esto juega en contra de cualquier tipo de estimación o previsión que pueda hacerse por parte del resto de organismo.
"El seguimiento del consumo de petróleo en China, el segundo mercado de petróleo más grande del mundo en términos de consumo y uno de los mayores importadores de petróleo, probablemente se vuelva más difícil de evaluar", aseguran los economistas.
Por todos estos motivos, el precio, estimación e inventarios de petróleo se antojan difícil de estudiar y prever, algo que está generando una incertidumbre en el mercado, susceptible a cambios repentinos. "Estos factores aumentan la incertidumbre sobre los datos del petróleo, como la producción, el consumo, el comercio y los inventarios, y se convierten en un riesgo que debe tenerse en cuenta en las decisiones de inversión y comercio", concluyen desde el BCA Research.