Los 1.100 militares que controlan a Putin
España participa en los operativos de la OTAN desplegados en la frontera con Rusia.
Mientras Ucrania prepara la anunciada contraofensiva para frenar el avance ruso por su territorio y recupera terreno en Bajmut, la OTAN refuerza la vigilancia en las fronteras de los países miembros para controlar tanto los movimientos militares de Rusia como los de Vladimir Putin. Las Fuerzas Armadas españolas, con casi 3.000 efectivos, participa en varias de las misiones que se desarrollan por tierra, mar y aire en el flanco este.
De todos los militares del Ejército español desplegados, siempre en misiones auspiciadas por la OTAN, un total de 1.100 desempeñan su labor en escenarios de disuasión y vigilancia ante Rusia, tal como apunta la Revista Española de Defensa, editada por el Ministerio de Defensa.
El destacamento en Letonia es el más numeroso del Ejército español, con más de 600 militares integrados en un batallón multinacional desplegado en el marco de la operación Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN. Localizados en la base Camp Adazi, a unos 120 kilómetros de la frontera con Rusia, los miembros de la Brigada Guadarrama XII -la que más efectivos ha enviado- participan en ejercicios y maniobras en los que demuestran a Moscú el músculo armamentístico de los aliados.
Más allá de este enclave, España también ha desplegado en la base aérea de Lielvardes, una Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) formada por 85 militares del Regimiento de Artillería Antiaérea número 73 y una batería antiaérea Nasams, cuya capacidad aporta un alcance intermedio para protección de puntos vitales y permite frenar cualquier amenaza aérea, especialmente misiles de crucero y drones.
Fuera de los países bálticos, las Fuerzas Armadas españolas participan en operaciones de la OTAN desplegadas en Rumanía o en el Mediterráneo. En el primer destino, casi 130 efectivos del Ejército del Aire refuerzan con aviones F-18 el escudo aéreo aliado en el flanco este. La fragata Álvaro de Bazán, por su parte, patrulla aguas mediterráneas para asegurar la libertad en la navegación, vigilar los barcos rusos que cruzan el Mediterráneo y participar en adiestramientos en procedimientos de guerra antisubmarina.
La OTAN ha desplegado importantes recursos en su flanco este para reforzar su seguridad, pero España busca llamar la atención de sus aliados sobre las crecientes amenazas que provienen del Sahel, en el flanco sur. España ya participa en todas las misiones de la Unión Europea en África, abarcando países como Mali, Senegal, República Centroafricana, Somalia, el Océano Índico y Mozambique, según el diario Vozpópuli.
La guerra en Ucrania tiene repercusiones directas en la inestabilidad de África, principalmente debido a problemas de suministro de bienes esenciales. Estas inestabilidades crean un ambiente propicio para la operación de grupos terroristas y organizaciones criminales en la región.