Prohibido bloquear, borrar o insultar
Si las primarias del PSOE las hubieran decidido sólo los usuarios de las redes sociales, Pedro Sánchez hubiera ganado la competición igualmente a Susana Díaz y Patxi López. El actual secretario general fue entonces el más activo, sumó decenas de miles de seguidores y contó con una legión de usuarios organizada y cohesionada tanto para difundir sus propuestas como para atacar las de sus rivales. Algunos entonces no sólo traspasaron el límite de lo políticamente correcto, sino que bordearon el Derecho. Consciente tanto de la potencia de este instrumento como de los riesgos que entraña, la dirección federal ha decidido poner coto a los abusos e imponer un código de obligado cumplimiento.
Así que si usted lee estas líneas y además es militante socialista, a partir del próximo sábado, tendrá que tener cuidado con el uso de las redes sociales, un proceloso mundo para la comunicación política que en ocasiones potencia el mensaje y en ocasiones lo distorsiona, pero sobre el que los partidos y sus cargos acostumbran a verter todo tipo de opiniones que acarrean más de un problema. Insultos, manifestaciones de odio, rumores y hasta amenazas a propios y extraños han sido frecuentes en la "comunidad" socialista, a veces incluso dirigida desde la propia estructura orgánica contra cualquier voz discordante sea de un adversario o de un periodista.
Hoy, los socialistas parecen dispuestos a atajarlo con su nuevo Reglamento, todo un compendio normativo y de adaptación de los Estatutos que salieron del 39 Congreso Federal. La dirección federal aprobará este lunes el documento que, entre otras cuestiones, regula el funcionamiento de los órganos federales, la estructura, la participación, el control, la transparencia, las consultas a la militancia y hasta la duración de las gestoras. 150 folios con derechos y obligaciones que no dejaran indiferente a nadie y que tendrá que validar el próximo sábado el máximo órgano del partido entre congresos en una reunión que tendrá lugar en Aranjuez, y no como es habitual en Ferraz. Fue tal la ampliación que de este órgano se hizo en el último cónclave que la sede federal ha quedado pequeña para sus citas.
A lo que vamos. El nuevo Código Ético del PSOE inspirado en una propuesta de Patxi López durante las primarias, prevé sanciones que van entre la suspensión y la expulsión del partido en aplicación del régimen disciplinario para todos aquellos militantes que no hagan un uso responsable de las redes sociales, sin perjuicio de las posibles consecuencias civiles o penales que tales incumplimientos pudieran suponer. Y todo con la tramitación de un procedimiento abreviado. Hasta ahora, desde que Pedro Sánchez reconquistó Ferraz, Organización abrió expediente a dos militantes, uno de Madrid y otro de Espartinas (Sevilla), por insultar reiteradamente a la cúpula dirigente. Ambos solicitaron la baja antes de ser expulsados.
Ferraz establece desde ahora un código de comportamiento de obligado cumplimiento para toda la militancia y que impone el compromiso de usar las redes sociales de manera positiva, en base a principios de veracidad, respeto mutuo, participación constructiva y máxima concordia.
Esta son algunas de las obligaciones que contraerá en adelante cualquier afiliado, tenga o no cargo orgánico o institucional:
-Promesas irrealizables. Nunca en nombre del PSOE o como afiliado del mismo se realizarán promesas irrealizables, incumplibles o ilegales, y siempre respetando el principio de veracidad respecto a informaciones relativas al partido.
-Compromisos personales. Los afiliados que representan la imagen del partido, y si se hace la afiliación de algún modo pública, no se podrá dar lugar a confusión entre las opiniones y compromisos personales los del partido, utilizando para evitarlo un lenguaje claro y cordial. Se respetará el principio de veracidad, en apoyo de las argumentaciones u opiniones del partido, y preferentemente se enlanzarán con blogs y webs oficiales del PSOE para evitar confusiones.
-Odio, insulto o vejación. Los afiliados actuarán de modo constructivo, no destructivo, dentro de los márgenes de la libertad de expresión, de forma educada, fomentando la reflexión y la deliberación, contribuyendo al intercambio de opiniones, reduciendo tensiones y quedando prohibida cualquier manifestación de odio, insulto o vejación.
-Identificar opiniones personales. En las redes sociales, los afiliados publicarán, en asuntos relacionados con el partido, siempre de manera que se identifiquen de modo claro sus opiniones como personales y propias, no de forma anónima.
-Vida privada. Los afiliados respetarán la vida privada de todas las personas, y especialmente de otros afiliados, quedando siempre al margen de los debates sobre las ideas políticas.
-Rendir cuentas. Actuarán con transparencia, y en su caso, cuando se trate de quien ocupe algún tipo de responsabilidad, utilizará estas para rendir cuentas de su gestión y abrirse a la sociedad, acepando la crítica respetuosa sin borrar o bloquear contenidos y otros usuarios que ejercen su derecho a crítica desde el respeto.
-Denigrar a afiliados. En ningún caso se faltará el respeto, se injuriará o denigrará a otros afiliados o al partido y serán conscientes de que sus palabras en redes sociales son públicas y, por tanto, se pueden utilizar contra e PSOE, sus dirigentes o militantes.
Hasta aquí una de las nuevas obligaciones que establece el PSOE para sus militantes. En el capítulo de derechos, el artículo 491 del Reglamento establece como novedad el "derecho de iniciativa política" de ejercicio colectivo. Se trata de un émulo de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), un mecanismo de democracia semidirecta, con el que los ciudadanos hoy pueden presentar iniciativas de ley ante el Parlamento, sin ser representantes de la soberanía popular. Así, un 20% de afiliados podrá hacer que obligatoriamente los órganos del partido deban someter a su consideración las cuestiones que planteen.
La militancia podrá presentar la iniciativa ante la respectiva Comisión Ejecutiva, las Asambleas Locales, las Agrupaciones Municipales o de Distrito o ante el Comité Federal, Regional o Provincial. Y el contenido deberá expresarse por escrito, limitándose el derecho a obtener una decisión sobre aquello que se solicite expresamente. Sólo podrá ser contenido de la iniciativa aquello que no sea contrario a los fines, o principios organizativos ni suponga cometer infracciones administrativas o delitos o pueda afectar a la sostenibilidad económica del partido, tampoco aquello que suponga vulnerar los Estatutos o el Reglamento.