Las claves de la semana: Cuando a Díaz le fallaron los números... y los aparatos
Echen mano del refranero. Ahí está casi todo. También eso de que al hombre le hacen faltan dos años para aprender a hablar y 60 para aprender a callar. Y en el PSOE hay muchos que hoy lamentarán, seguro, no haber sido más prudentes en sus pronósticos.
Pasa que, a veces, la arrogancia ciega y uno no es consciente de lo elemental de las cosas; pasa que a veces la soberbia impide ver la realidad de los hechos; pasa que cuando alguien eleva las expectativas, luego se topa con el fracaso.... y pasa que Susana Díaz y su combativo ejército se han pasado de frenada y han vendido la piel del oso antes de cazarlo.
El recuerdo de Hillary Clinton
Era la candidata de los aparatos y los aparatos le han fallado. Iba a arrasar en número de avales y ha tenido apenas 6.000 más que su principal adversario, Pedro Sánchez. Ya avisamos hace tiempo en El HuffPost que a Susana Díaz se le estaba poniendo cara de Hillary Clinton. Tenía todos los apoyos mediáticos, empresariales y políticos, pero un outsider le arrebató el sueño de sentarse en la Casa Blanca. A la de Triana puede pasarle lo mismo. Nadie se atreve ya a hacer pronósticos porque este partido suicida que juegan a cara de perro los socialistas está hoy aún muy abierto. El mundo ha cambiado, los europeos no se cansan de dar sorpresas cada vez que se les consulta, los militantes no entienden el lenguaje ni las reglas de los aparatos de los partidos y la brecha entre representantes y representados nunca fue más grande. O cambian, o les cambian.
Sanchez tiene plan, equipo, discurso y un marco de campaña
Así que, sí, a Susana Díaz y a los caballeros de su mesa redonda le fallaron los números y le fallaron también los aparatos. Y esto habiendo hecho gala de ser la candidata de las estructuras territoriales y de muchos de los "notables" presentes y pasados. Es lo que tiene "matar" al personaje [Pedro Sánchez], pero no dedicar un minuto en diez meses a construir un relato alternativo. El ex secretario general del PSOE tiene plan, tiene equipo, tiene discurso y tiene un marco sobre el que construir su campaña para la reconquista del liderazgo. La de Triana carece de todo ello.
A diferencia de Sánchez y Patxi López ni se ha molestado en presentar un modelo de país o de partido; no ha dado una sola rueda de prensa; no ha mantenido ni un briefing con los periodistas que informan sobre el PSOE... Y, tras entrar en shock el miércoles al conocer la pírrica distancia que le separa de Sánchez en avales, pretendió convocar uno el jueves a las 8.30 de la mañana en un hotel de un polígono industrial del barrio de Fuencarral. La protesta fue sonora, y lo tuvo que desconvocar. Pero la presidenta de Andalucía sigue sin entender que el toque de corneta es más para las tropas que para la prensa y que ella no es una divinidad lunar capaz de producir el día cuando es de noche, que es lo que los romanos entendían cuando escuchaban una llamada de diana.
Un problema de conexión más allá de Despeñaperros
Si uno resta el número de avales sumados por Díaz en Andalucía, Sánchez le saca una ventaja de casi 12.000 firmas en el resto de España, lo que viene a confirmar que más allá de Despeñaperros la aspirante a secretaria general tiene un serio problema de conexión con sus propias bases. No digamos ya entre la ciudadanía, como demuestran todas las encuestas. El número de avales sumados en Cataluña es una señal más del sonoro fracaso de quien quiso hacer de la batalla por los avales la gran gesta de esta campaña.
Será porque la neutralidad de la dirección de Miquel Iceta no ha sido tal o porque la ayuda prestada por Zapatero, Madina y los del Baix Llobregat en aquél territorio no ha servido más que para espantar aun más al socialismo catalán de lo que ya le horrorizaba la opción Díaz. Como dice un veterano de la fontanería, los partidos ya no se ganan sólo con la alineación, es necesario ponerse a correr para meter goles... Y la pléyade que acompaña a Díaz en esta aventura no parece que haya esprintado mucho, salvo para pontificar ante los micrófonos y esparcir todo tipo de intoxicaciones, incluida la de que Patxi López tendría dificultades para ganar en número de avales en Euskadi. Toda una retahíla de patrañas como la de que el equipo de Sánchez había cometido un fraude masivo en la recogida de avales. Si algo puso de manifiesto la verificación de las firmas fue que entre papeletas repetidas e inválidas la de Triana sumó 4.635 que le fueron descontados del recuento final frente a los 4.407 que anularon a Sánchez.
El bochorno de los 96 avales en Euskadi
Respecto al ex lehendakari se impuso en su tierra, como no podía ser de otro modo, y los 96 avales conseguidos para la sevillana fue una cifra tan bochornosa como humillante, que debería hacer reflexionar a más de uno. Si Díaz ha perdido la batalla de los aparatos, que era la suya, cualquier cosa puede pasar en próximo 21. Y si no logra imponerse en la votación, su apuesta es probable que se lleve por delante a más de un secretario general.
Sea cual sea el resultado, lo que ya nadie duda es que la fractura seguirá y que, aún en el caso, de que Díaz ganara lo haría por la mínima, lo que impedirá a todas luces que el "sanchismo" desaparezca de la noche a la mañana y abrirá una nueva batalla, seguro, para las primarias que elegirán al próximo candidato a la presidencia del Gobierno.
La de Triana, en busca de López
Antes de ello, aún quedan días para las intoxicaciones, los rumores y las cábalas. Pero, de momento, queda despejada la incógnita sobre la retirada de la candidatura Patxi López, si bien tras su negativa a la oferta de Sánchez para una candidatura de unidad, comienzan ahora las especulaciones sobre un acercamiento a Díaz. Cuentan que La de Triana ya lo ha intentado, algo que niegan desde el equipo de López, un candidato sometido desde el primer día a todo tipo de bulos y ofertas que, según sus propias palabras, le han hecho sentirse víctima de la postverdad. Creánle porque llegará hasta el final con la esperanza de sumar más apoyos de los que hoy tiene y, luego, ayudar. De momento, ha cumplido de la A a la Z todo lo que prometió cuando presentó su candidatura, en especial aquello de dar la cara, no responder a insultos y explicar sus razones.
P.D. Y, además, no le falta razón cuando alerta de que el PSOE transita directo al abismo.