Al menos 18 muertos en un bombardeo ruso a un centro comercial de Kremenchuk con más de 1.000 personas dentro
Volodimir Zelenski ha denunciado el ataque y ha asegurado que el número de víctimas "es imposible de imaginar". Por ahora hay al menos 59 heridos.
Al menos 18 personas han muerto y 59 han resultado heridas en un bombardeo ruso este lunes a media tarde contra el centro comercial Amstor de Kremenchuk, en el centro de Ucrania. En el día en que se cumple el día 124 de guerra, en el momento del ataque con dos misiles el abarrotado local albergaba a más de 1.000 ciudadanos, según ha denunciado el presidente Volodimir Zelenski.
De acuerdo con el testimonio de Zelenski, la cantidad de víctimas “es imposible de imaginar”, como ha apuntado en su perfil de Telegram. Las imágenes que ha compartido han mostrado durante horas una enorme cortina de humo negro y fuego en todo el edificio. El incendio quedó extinguido antes de la caída de la noche, lo que ha dado paso a las tareas de búsqueda de supervivientes y víctimas bajo el amasijo de escombros.
Dimitro Lunin, jefe militar de la región de Poltava, a la que pertenece Kremenchuk, aseguró que el enclave “es un lugar civil al que ucranianos pacíficos vienen a comprar. ¡Está cada vez más claro que el objetivo de Rusia es el genocidio de los ucranianos!”, ha expuesto Lunin a un medio local.
Zelenski, por su parte, también cargó contra Rusia, al que llama “la organización terrorista más grande del mundo”, como responsable de una matanza. Esta, según el líder ucraniano, responde únicamente a “un intento de la gente de vivir una vida normal, lo que enfurece mucho a los ocupantes. Rusia continúa atribuyendo su impotencia contra los ciudadanos comunes”. “Es inútil esperar adecuación y humanidad de su parte”, ha añadido en sus redes, asegurando que este gran local comercial no tiene “ningún valor estratégico ni peligro” para Moscú.
La periodista e investigadora de Naciones Unidas Leticia Álvarez ha publicado un vídeo de la zona instantes después de que impactasen los misiles rusos: “Poltava (la región a la que pertenece Kremenchuk) es un hub, un centro para refugiados de otras zonas como Járkiv, organizaciones internacionales también tienen bases allí, ONGs...”. “Está alejado del frente. Allí paran, paramos, muchas veces para comprar material que no se encuentra en zonas más castigadas”.
Este es el punto atacado:
En los algo más de cuatro meses de guerra Rusia ya ha bombardeado numerosos centros comerciales de diversos puntos del país, como el ocurrido en Kiev, o en Járkov, ambos en marzo y que dejaron numerosas víctimas y heridos. En todos estos casos, al igual que en otros bombardeos sobre hospitales y teatros, el Kremlin acuso a Ucrania de utilizar las instalaciones para esconder misiles.
La ofensiva en el Donbás sigue avanzando, ahora contra Lisichansk
El bombardeo sobre la céntrica ciudad de Kremenchuk, de unos 217.000 habitantes, llega cuando Rusia está a un paso de certificar su ocupación de la región de Lugansk, luego de semanas de intensos combates en ciudades como Severodonetsk, ya en manos de Moscú.
En este contexto, han vuelto los ataques sobre Kiev, la capital ucraniana, en la previa de la cumbre de la OTAN en Madrid, donde los aliados occidentales debatirán una mayor protección militar de sus fronteras y nuevas ayudas a Ucrania. En el Donbás, el gran objetivo ha pasado a ser Lisichansk, el último bastión ucraniano en la región de Lugansk y la puerta de entrada a la vecina Donetsk.
“Están intentando bloquear la ciudad desde el sur, destruyendo todo lo que pueden con su artillería y sistemas de fuego de volea”, explicó el gobernador de Lugansk, Serhiy Gaidai.
El mandatario ucranio denunció que el martilleo enemigo ha destruido ya un gran número de viviendas, edificios administrativos, infraestructura industrial y civil y dos iglesias. Lo mismo ocurre en las localidades adyacentes, que son atacadas desde Popasna, unos 40 kilómetros al sur.
Según fuentes militares, “el asedio de Lisichansk tiene lugar por cinco direcciones”, comentó a la televisión rusa Rodión Miroshnik, embajador de los separatistas de Lugansk en Rusia. El objetivo es tomar la ciudad a finales de esta semana, aunque las milicias separatistas reconocen que los soldados ucranianos “responden y resisten”.
Urgencia económica para Rusia
También este lunes y ante los ecos de la inminente cumbre de la OTAN, Rusia ha entrado en suspensión de pagos por primera vez en cien años al pasar el periodo de gracia para el abono de cerca de 100 millones de dólares en concepto de intereses de su deuda soberana, según Bloomberg.
El mismo medio explica que esta situación se considera un evento de suspensión de pagos y es la “culminación de las sanciones occidentales cada vez más severas que han bloqueado las vías de pago a los acreedores extranjeros”. “Es un signo sombrío de la rápida conversión del país (Rusia) en un paria económico, financiero y político”, ha apuntado la agencia.
Desde Moscú el relato, evidentemente, es el contrario. El Ministerio de Finanzas defendía el pasado jueves que había cumplido en su totalidad con las obligaciones de servicio de la deuda estatal de la Federación Rusa. La cartera informó de que ingresó 12.510 millones de rublos, equivalente a 234,9 millones de dólares, a la depositaria nacional que actúa como agente de pago de los eurobonos.