El supuesto espionaje a líderes independentistas remueve hasta a 'The Washington Post'
El prestigioso periódico estadounidense ha publicado un editorial sobre el caso.
El supuesto espionaje a líderes independentistas en España ha traspasado fronteras y ha causado impacto en la élite de la prensa internacional. Se trata del caso de más de sesenta políticos y activistas catalanes a favor de la independencia que habrían sido espiados a través de su teléfono móvil utilizando el programa de software espía Pegasus entre 2017 y 2020, coincidiendo con el momento álgido del proceso independentista. Una cuestión a la que apunta una investigación del portal The Citizen Lab y The New Yorker.
El caso ha sido reseñado en un editorial del prestigioso medio estadounidense The Washington Post. Bajo el título de Democracies shouldn’t surrender to a future of limitless surveillance (Las democracias no deberían rendirse a un futuro de vigilancia ilimitada), el rotativo de la capital de EEUU muestra su rechazo al presunto espionaje.
En dicho artículo, el Post se posiciona y asegura que “no son solo los regímenes autoritarios los que dependen de herramientas de terceros para el espionaje de alta tecnología, sino también las democracias”, al tiempo que expone la necesidad de una “regulación global”.
“Sugiera una conexión con las autoridades españolas”
El medio señala, citando a The New Yorker, que “al menos 65 personas en Cataluña con vínculos con el movimiento separatista vieron sus dispositivos infectados con software espía, incluidos todos los miembros del Parlamento Europeo que votaron por la independencia de Cataluña”. Además, en el editorial se destaca que “en algunos casos, sus familiares también se convirtieron en objetivos”.
Además, en el artículo también se destaca que “sugiere una conexión con las autoridades españolas”, precisamente en un momento especialmente convulso en la política española, en la que ERC y el Govern han amenazado con retirar el apoyo parlamentario al Gobierno si no se aclara lo que ha sucedido y se impulsa una investigación interna, además de otra en el Congreso.