Villarejo pide declarar a puerta cerrada en la comisión de Kitchen, pero el Congreso se lo niega

El Congreso de los Diputados ha negado al comisario jubilado José Manuel Villarejo su petición de declarar a puerta cerrada este jueves en la comisión de investigación de Kitchen, según confirma a este diario el Grupo Socialista, que zanja: “Si hay algo que considere que no debe contar por su defensa que no lo haga. El resto, si quiere colaborar, que lo haga”.

Villarejo, según ha adelantado elDiario.es, había solicitado a la presidencia de la Cámara, en manos de la socialista Meritxell Batet, que se le aplicara el protocolo de la comisión de secretos donde los comparecientes declaran ante los portavoces parlamentarios a puerta cerrada.

Y todo porque, según el excomisario, así podía hablar de sus “notas informativas” redactadas como “agente de inteligencia” sin que se le acuse de “violar secretos” en una comisión abierta. La mayoría de los grupos presentes en la comisión de Kitchen, el supuesto entramado organizado desde el Ministerio del Interior con fondos públicos para proteger los intereses del PP, han rechazado clasificar los asuntos de la comisión como secreto.

Según el diario digital, los partidos se han tomado la idea de Villarejo como una excusa para no declarar pese a que él asegura que se trata de “salvaguardar los intereses de las instituciones y, en suma, de nuestra soberanía nacional”. Eso sí, en la carta que ha dirigido al Congreso, Villarejo asegura que muestra “la más firme y decidida voluntad de colaborar en esclarecer la verdad de los hechos que han dado lugar a esta comisión de investigación”.

Y zanja: “Es una oportunidad poder ofrecer mi versión de los hechos, ante sus señorías, que como representantes de toda la ciudadanía, son los máximos garantes, no solo de la soberanía popular, sino de la constitución y con ello del Estado de Derecho”.

Una comparecencia polémica

La comparecencia de Villarejo provocó discrepancias entre los partidos con representación en la Cámara, también entres PSOE y Unidas Podemos. Los socios de coalición chocaron al principio porque los morados querían sentar al excomisario y los socialistas no. No obstante, el PSOE terminó cediendo a la presión del resto de grupos.

Villarejo salió hace poco más de dos meses de la cárcel de Estremera, en la que pasó algo más de tres años a la espera de una condena que aún no le ha llegado. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que investiga la causa Tándem sobre las actividades ilegales de Villarejo, le dejó en libertad a la espera de que comience el primero de todos los juicios que le esperan a partir de octubre.

El excomisario ha guardado silencio desde entonces. No se le ha visto públicamente, ni se le ha escuchado más allá de una declaración fuera de la Audiencia dos días después de su salida de prisión. Este jueves, previsiblemente, lo romperá. Villarejo es el primer plato fuerte de la comisión que trata de esclarecer la implicación del PP en el espionaje a su extesorero Luis Bárcenas.