VÍDEO | Así es un intercambio de espías real
Dos agentes de Rusia y Estonia han sido intercambiados sobre un puente en una escena que recuerda a la Guerra Fría.
Dos furgonetas con las lunas tintadas se paran en ambos extremos del puente. Los interlocutores salen, caminan hasta encontrarse en medio del viaducto, se estrechan la mano, charlan distendidos, se muestran unos papeles. Parece que todo está correcto. Después vuelven a las furgonetas y regresan al medio del puente acompañados de los presos, que están a solo unos pasos de ser libres. Cuando llegan a la mitad del puente hay abrazos, sonrisas, manos que se vuelven a estrechar antes de darse la vuelta. Y el intercambio de espías ha terminado.
Esta escena que parece de otra época ha tenido lugar este sábado en un puente en la frontera entre Rusia y Estonia. Las autoridades estonias han informado de que Raivo Susi, un hombre de negocios estonio que había sido sentenciado a 12 años de cárcel por espiar en Rusia, ha sido intercambiado por el ruso Artyom Zinchenko, condenado a cinco años de cárcel en Estonia por espiar para Moscú. Ambos han podido volver a sus hogares tras recibir sendos perdones presidenciales.
"Estonia ayuda a sus ciudadanos siempre que puede", ha declarado Arnold Sinisalu, el responsable de la policía del país báltico. "Estonia deportó a Rusia al espía que había cometido un crimen aquí, de modo que el hombre de negocios estonio ha podido volver junto a los suyos tras haber estado preso durante mucho tiempo en Rusia".
Susi fue detenido por las autoridades rusas en febrero de 2016 y fue condenado por espionaje a 12 años de cárcel en una prisión de alta seguridad. Los negocios que hacía estaban relacionados con servicios de aviación.
Un tribunal de Tallin, por su parte, condenó a Zinchenko el año pasado a pasar un lustro entre rejas por haber espiado para el servicio de inteligencia militar ruso, conocido como GRU.
El tribunal estableció que Zinchenko, que había vivido en Estonia con permiso de residencia desde 2013, era culpable de recolectar y transmitir información comprometedora para la seguridad nacional.
NO ES LA PRIMERA VEZ
Este es uno de los últimos casos de espionaje que tienen lugar entre Moscú y los estados bálticos. Las ex repúblicas soviéticas que son miembro de la OTAN y de la Unión Europea miran con recelo los movimientos de Moscú desde que Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea en 2014.
No es la primera vez que ambos países intercambian espías. En 2015, Rusia liberó al oficial estonio Eston Kohver, que estaba condenado a 15 años de prisión en Rusia por espionaje y otros cargos, fue intercambiado también en un puente por Aleksei Dressen, un ex oficial de seguridad estonio que cumplía una condena de 16 años por espiar para Moscú.