¿Cómo de caluroso será este verano? El vaticinio de la AEMET
Ve preparándote.
Aún en primavera España acaba de superar una intensa ola de calor y parece ser un aperitivo de lo que viene por delante.
El verano, que ha comenzado este martes a las 11:14 hora peninsular, será “más seco y más caluroso de lo normal” en casi todo el país, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Estará, por tanto, en la línea cálida de los últimos años, lo que favorecerá la probabilidad de más episodios de olas de calor a lo largo de la estación.
En rueda de prensa para informar sobre las particularidades climatológicas de la primavera y sobre la predicción estacional de los próximos tres meses, Rubén Del Campo, portavoz de la Aemet, ha detallado que el escenario más probable es que la temperatura media del verano esté, al menos, 0,5 grados o incluso más, por encima de lo normal en la Península y Baleares.
Esta situación de un verano más caluroso favorecerá el desarrollo de futuras olas de calor, ha advertido del Campo, para precisar que el episodio de calor recién terminado ha sido “temprano, intenso y con temperaturas entre el 5 por ciento de las más altas que se han registrado en el momento más caluroso del año”.
Respecto a las lluvias para esta estación veraniega, que se alargará 93 días y 16 horas —hasta el 23 de septiembre—, hay una mayor probabilidad de que la precipitación se encuentre en el perfil seco en toda España con “mayor robustez” en el interior y en el norte peninsular.
Esta situación de un verano más caluroso favorecerá el desarrollo de futuras olas de calor, ha advertido Del Campo, para detallar que “el verano se está ampliando y ya ocupa unas cinco o seis semanas más que en los años 80”, y con ello las olas de calor, que son cada vez mas tempranas.
Desde Aemet han explicado que la primera ola de calor del año “es siempre la peor”, sobre todo si se produce fuera de la época estival como ha ocurrido en esta última, porque el cuerpo humano no está acostumbrado a los cambios bruscos de temperatura “que pueden tener efectos en la mortalidad de quienes padecen enfermedades graves, crónicas o terminales”.
Asimismo, el portavoz ha hecho hincapié en la estrecha relación entre las olas de calor e incendios forestales, porque van acompañadas de altas temperaturas, sequedad ambiental, nulas precipitaciones, viento fuerte en ocasiones y tormentas secas, como las que presuntamente dieron lugar a los incendios recientes de Zamora y de Navarra.
En cuanto al análisis de la primavera, los datos arrojan que también ha tenido un carácter “muy cálido” con una temperatura media sobre el país de 12,8 grados, es decir, 0,7 grados sobre el período 1981-2010, lo que la convierte en la duodécima primavera más cálida desde 1961 y la novena del siglo XXI.
Del Campo ha detallado que fue muy cálida en el norte peninsular, cálida en la zona centro y en el suroeste peninsular y normal o fría en el resto de la península, mientras que el examen por meses arroja que marzo y abril fueron fríos, mientras que mayo “extremadamente cálido”.
Así, del episodio frío a comienzos de abril sobresalen los días 2 y 3, los más fríos en el conjunto de España para esas mismas fechas desde 1950, y como dato a resaltar, el portavoz ha señalado que, por primera vez desde que hay datos, Córdoba y Murcia no alcanzaron 10 grados en un día de abril.
Por el contrario, mayo, el más caluroso de los últimos 58 años, dejó un episodio extraordinariamente cálido, más intenso que el también extraordinario de 2015, ha observado Rubén Del Campo, para precisar que entre los días 20 a 22 de mayo, sobre todo el 21, se anotó la jornada de mayo más cálida en el conjunto de España desde, al menos, 1950.
Más allá del análisis de la primavera, la ola de calor registrada entre el 12 y 18 de junio de 2022 ha sido una de las más “tempranas, intensas y extensas” desde que hay registros, y la primera quincena de junio de 2022 ha sido la más cálida en España desde 1950.
Con respecto a las precipitaciones primaverales, en la España peninsular se alcanzaron los 189 litros por metro cuadrado, el 112 por ciento del promedio normal, lo que la convierte en la vigésimo tercera más lluviosa en España desde 1961 y la undécima del siglo XXI, aunque las lluvias acumuladas no han sido suficientes para revertir la sequía con la que terminó el invierno.
El portavoz ha hecho hincapié en que a día de hoy se puede hablar de una “situación de sequía meteorológica en el conjunto de España”, así como en la mayor parte de las cuencas representativas de Aemet (similares a las cuencas hidrográficas), salvo las del Júcar y Segura.