Varias ciudades de EEUU planean retirar monumentos y placas de la Confederación
También en Montreal (Canadá) han retirado una placa que conmemoraba a Jefferson Davis.
La ciudad de Baltimore, en el este de EEUU, ha retirado sus monumentos al bando confederado de la guerra civil (1861-1865), el formado por estados secesionistas y favorables a la esclavitud, en medio de un nuevo debate en el país sobre si deben desecharse esos símbolos adorados por la ultraderecha.
Los cuatro monumentos han sido retirados discretamente a lo largo de la madrugada, con el fin de evitar el revuelo que generó el pasado fin de semana en Charlottesville (Virginia) el plan de retirar la estatua de Robert E. Lee, un general confederado considerado un símbolo de la defensa de la esclavitud y el racismo.
"Ya está hecho. Tenían que caer. Lo que me preocupaba era la seguridad de nuestra gente, y por eso hemos actuado lo más rápido posible", ha dicho la alcaldesa de Baltimore (Maryland), Catherine Pugh, según el diario local The Baltimore Sun.
SE VOTÓ A FAVOR DE QUITARLOS EL LUNES
El ayuntamiento de la ciudad votó a favor de retirar las estatuas el lunes, dos días después de lo sucedido en Charlottesville, donde decenas de neonazis y supremacistas blancos protestaron por los planes de derribar el monumento y protagonizaron violentos choques, además de un atropello que mató a una mujer e hirió a 20 personas. Las autoridades locales de Baltimore llevaban más de un año debatiendo qué hacer con sus monumentos confederados, y la decisión de retirarlos se aceleró a raíz de la violencia en Charlottesville.
Tras revelarse que el ayuntamiento había decidido retirarlos, algunos activistas de izquierda prometieron derribarlos antes de que las autoridades pudieran actuar, lo que motivó que se programara una discreta acción oficial que se concretó entre las 23:30 horas del martes (03:30 GMT del miércoles) y las 05:30 horas (09:30 GMT) de hoy.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó este martes la retirada de estatuas confederadas, y comparó al general Lee con varios de los fundadores y primeros mandatarios del país, dado que éstos también tenían esclavos. "¿Vamos a retirar las estatuas de George Washington? ¿Y de Thomas Jefferson, qué les parece? Porque él tenía muchos esclavos", dijo Trump en una conferencia de prensa en Nueva York.
FLORIDA, TENNESSEE O KENTUCKY TAMBIÉN PLANEAN RETIRARLOS
El lunes, un grupo de activistas derribó una estatua confederada en Durham (Carolina del Norte), y las autoridades de algunas ciudades en Florida, Tennessee y Kentucky planean retirar también sus monumentos de ese tipo.
MONTREAL TAMBIÉN DEJA ATRÁS LA CONFEDERACIÓN
Por otro lado, una de las compañías más emblemáticas de Canadá, Hudson's Bay Company, ha retirado una placa colocada en su principal tienda en la ciudad canadiense de Montreal y que conmemoraba a Jefferson Davis, presidente de la Confederación durante la guerra civil de Estados Unidos.
Tras los eventos de Charlottesville, Hudson's Bay Company empezó a recibir quejas de la placa instalada en su principal tienda en Montreal. Finalmente, la placa ha sido retirada por la compañía. En ella se leía: "En memoria de Jefferson Davis, presidente de la Confederación que vivió en 1867 en la casa de John Lovell, que en el pasado estuvo aquí".
LOS NOMBRES DE LAS CALLES NEOYORQUINAS A DEBATE
En Nueva York, un grupo de políticos ha retomado con fuerza su petición de cambiar los nombres de calles que reconocen a figuras de la Confederación.
El representante federal demócrata Hakeem Jeffries lidera la propuesta de cambiar los nombres a dos calles en el distrito de Brooklyn que reconocen a los generales confederados Robert E. Lee y Thomas 'Stonewall' Jackson, en el vecindario de Bay Ridge.
Ambas son parte del Fuerte Hamilton, una base militar administrada por el Ejército que está rodeada por calles que llevan nombres de otros generales como George Washington, George Marshall o John Pershing, señala la prensa.
Los medios agregan que los políticos neoyorquinos han estado presionando desde el 2015 al Ejército para cambiar los nombres después del ataque racista en una iglesia en Charlestone, Carolina del Sur, que costó la vida a 9 feligreses afroamericanos, y de que se eliminara la bandera confederada del capitolio de ese estado.