¡Uruguay nomá!
La mañana comenzó con un primer tiempo bastante pobre entre Egipto y Uruguay. Poca acción, poco encuentro entre pelota y juego. Por una parte, un Egipto que dejó en evidencia la dependencia que tiene con su estrella Salah aunque demostró ser bastante sólido a la hora de trabar el juego. Le hizo frente al perdido Uruguay del primer tiempo.
La mitad de la cancha uruguaya no encontraba su lugar, pocas recuperaciones y muchos pases desacertados. Se notaba la incomodidad de los jugadores porque no se entendía quién se paraba dónde. Es ahí donde la calidad de Godin, el capitán oriental, salió una vez más a la luz, ordenando el equipo ante las reiteradas fallas de -especialmente- dos de los centros. Es gracioso cuando la gente comenta en redes sociales que Cavani y Suárez "no hicieron nada". ¿Será que se olvidan de las atajadas del arquero egipcio o que simplemente no entienden que los dos cracks no tienen tentáculos?
El segundo tiempo pintó mejor para Uruguay. Los cambios en la mitad de la cancha ordenaron al equipo. El mal-llamado "veterano" aurinegro Cebolla Rodríguez puso el corazón y la técnica que se necesitaba para poder tener mayor posesión de la pelota, y el siempre perfecto Godin fueron fundamentales para el avance oriental hasta la llegada del gol de cabeza por parte de un gran jugador, joven y con estirpe, el Josema Giménez.
Pero no fue suficiente el esfuerzo egipcio: cuando Uruguay se ordena, nada lo para. Y el técnico de los egipcios -el argentino Cuper- lo sabía muy bien, por eso creo que sus palabras fueron de orgullo por sus muchachos, reconociendo el poderío uruguayo.
Una linda nota que se logró fue romper una racha de 48 años de no obtener victorias en el primer partido que disputa en un Mundial. En un país como este, en donde se respira fútbol, esto es de gran alivio para los tres millones de habitantes.
La próxima de los uruguayos es ante los saudíes, que vienen de una humillante derrota ante el local. Uruguay, por diferencia de goles frente a rusa, va a tener que poner toda la carne al asador. Hay que salir primeros y estar tranquilos.
Egipto tendrá que vérselas con el local, que está envalentonado por la reciente victoria.
Por último, antes que me olvide: atentos con el guarda vallas egipcio, porque demostró ser una figura sobresaliente en su equipo.
Ahora sigo a la espera del partido de Argentina, que saldrá con una formación ya anunciada por Sampaoli y, sin dudas, la mejor formación que puede tener Argentina en el momento. Islandia, por su parte, en su primera prueba mundial va a intentar demostrar que está al nivel. Veremos como sale el partido. A mí me preocupa la altura de los islandeses frente a los argentinos, pero seguramente a ellos les preocupa más tener a Messi de frente.
Veremos.