Uno de los epidemiólogos más respetados del mundo dice exactamente lo que nadie quería oír
Se llama a sí mismo "Malas noticias Mike"... y es por algo.
El epidemiólogo Michael Osterholm, una de los voces más respetadas del mundo en cuanto a enfermedades infecciosas, ha dicho lo que nadie en Estados Unidos ni en otras partes del planeta querría oír: los contagios y muertes por el coronavirus están y seguirán aumentando en las próximas semanas; una parte de los ciudadanos sigue sin entender los peligros a los que nos enfrentamos (o no les importan); la vacuna podría funcionar o no; pensar en la inmunidad colectiva no es realista y lo peor está por venir.
Todo ello hace que él se refiera a sí mismo como “Malas noticias Mike” y, de hecho, ha pasado la mayor parte de su carrera profesional advirtiendo a los gobiernos y a los ciudadanos de los peligros que supondría una pandemia descontrolada como esta.
Hace unas semanas ya avisó de que las próximas seis o doce semanas serán los días más “oscuros” de la pandemia y ahora se reafirma al afirmar que, si continúan las tendencias actuales, solo en Estados Unidos podría haber de 500.000 a 800.000 muertes en primavera.
Con todo Osterholm, ha querido dar también un mínimo mensaje de esperanza y ha recordado que se están desarrollando vacunas, que las terapias están mejorando, que los científicos tienen más datos de virus y más tecnología médica al alcance de la mano que nunca. Y lo más importante: las personas pueden hacer mucho para protegerse a sí mismas y a sus seres queridos con mascarillas, distancia social e higiene.
El experto ha puesto de ejemplo a Melbourne, en Australia, de cómo una ciudad que experimentó un aumento de casos en julio, luego implementó restricciones estrictas y un seguimiento de contactos serio y consiguió reducir los casos nuevos a cero a finales de octubre, sentando así las bases para una recuperación económica.
Señala, además, que muchos otros países de Asia y el Pacífico, como Nueva Zelanda, Vietnam, Singapur, Taiwán y Corea del Sur, han tenido éxito con protocolos similares sin recurrir al tipo de tácticas autoritarias utilizadas en China.
Las palabras del epidemiólogo se escuchan con especial atención porque en 2017 anticipó la pandemia de coronavirus en su libro La amenaza más letal. Su augurios suelen ser siempre poco optimistas y, de hecho, lleva meses avisando de que habrá nuevos brotes de enfermedades infecciosas.
Lo más probable, advierte, es que el próximo protagonista sea un nuevo virus de la gripe con la misma capacidad de devastación que la gran pandemia de gripe de 1918-19, que se cobró la vida de entre 50 y 100 millones de personas.