Una nueva muerte bajo sospecha: un coche-bomba mata al líder prorruso de Berdiansk
De nuevo, las autoridades rusas acusan a los partisanos ucranianos.
Artiom Bardim, el jefe prorruso de la ciudad ucraniana de Berdiansk, ocupada por las tropas rusas a orillas del mar de Azov, ha muerto este martes al explotar una bomba en su coche, según informó la administración de la región de Zaporiyia leal a Moscú.
“Murió a consecuencia de las heridas recibidas”, ha declarado Vladímir Rogov, líder del movimiento “Juntos con Rusia” en Zaporiyia, a la agencia rusa RIA Nóvosti. Bardin ha fallecido en el hospital, donde fue ingresado en estado grave tras la explosión.
Como en ocasiones anteriores, Rusia señala a los partisanos ucranianos como los autores. El atentado se ha producido cerca del edificio de la Administración Militar-Civil de Berdiansk, principal puerto de Zaporiyia. Desde este punto se garantiza, junto al puerto de Mariúpol, en Donetsk, el control del corredor terrestre entre el Donbás y la anexionada península de Crimea.
El argumento del Kremlin
Con estas acciones, según la prensa del país, Kiev quiere provocar el caos en la retaguardia rusa e impedir la celebración de un referéndum que allane el camino a la anexión ilegal de estos territorios limítrofes con Crimea.
Por motivos de seguridad, las autoridades prorrusas de Jersón aplazaron el lunes el plebiscito de integración con Rusia, que se esperaba que coincidiera con las elecciones regionales rusas del 11 de septiembre.
En los últimos dos meses el Ejército ucraniano ha lanzado numerosas acciones subversivas y de sabotaje en el sur del país y en Crimea, lo que incluye voladura de arsenales, puentes, cadenas de suministro y base militares.
Otras muertes sospechosas
Estos hechos ocurren después de que Zelenski negase toda responsabilidad en el asesinato cerca de la capital rusa de Daria Dúguina, hija de un popular pensador ultranacionalista ruso, de lo que Moscú acusa directamente a los servicios secretos ucranianos.
Otro caso es el de Alexéi Kovaliov, diputado del partido del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que fue acusado de traición y colaboracionista con la administración prorrusa de Jersón. El cuerpo fue encontrado en su domicilio con una marca de bala.
Además, el alcalde de la capital de Jersón, Vladímir Saldo, permanece en coma en un hospital de Moscú tras ser supuestamente envenenado, después de que se mostrase a favor de la ocupación rusa.
Así como el presidente de la mayor gastista privada del país, Lukoil, que murió tras caer por la ventana del hospital de Moscú en el que se encontraba.