Un vigilante corta la cuerda por la que enviaban comida a los sanitarios encerrados en la Consejería madrileña
Desde esta mañana, un grupo de representantes de los médicos y pediatras en huelga ha optado por encerrarse para protestar por la falta de propuestas del Gobierno de Díaz Ayuso.
Horas de tensión y reclamación en la Consejería de Sanidad de Madrid. Desde esta mañana, miembros del comité de huelga de los médicos y pediatras de Atención Primaria han decidido encerrarse en el edificio oficial ante la falta de propuestas del Gobierno de Díaz Ayuso.
Tras más de tres semanas de huelga, la secretaria general del sindicato AMYTS, Ángela Hernández, comunicaba la decisión de encerrarse, tanto ella como otros nueve miembros, en la Dirección General de Recursos Humanos donde se llevaba a cabo la última e infructuosa reunión. La quinta ya.
Desde dentro, la voz de los sanitarios en huelga ha apuntado que “tenemos un problema muy grave. Hablamos dos idiomas completamente diferentes y nos jugamos el propio concepto de la Atención Primaria”.
Pero la situación se ha agravado hace unas horas. Persistentes en el encierro, los diez representantes médicos estaban recibiendo víveres y productos básicos a través de una cuerda que conectaba la ventana de su ubicación con la calle. Sin embargo, a primera hora de la tarde, un vigilante de seguridad del edificio ha cortado dicha cuerda.
El momento ha sido capturado por el fotógrafo Edu Nividhia y el periodista José Carmona, que recogen cómo el trabajador rompe esta vía de suministro, mientras en la calle se reacciona.
Por el momento, nada hace pensar que vaya a haber una solución feliz a corto plazo. Fuentes internas confirman a El HuffPost que todavía no ha acudido ningún representante oficial a escuchar a los trabajadores encerrados, mientras las dos partes señalan la lejanía en sus planteamientos y se intercambian reproches.
Pasadas las 15:00, cuando cierra el edificio donde se encuentran encerrados los médicos, la directora general de Recursos Humanos del SERMAS ha acudido acompañada de la Policía Nacional para advertir al comité de huelga de que debían desalojar las dependencias o se enfrentarían a posibles detenciones.