Un pueblo de Sevilla quema un muñeco de Puigdemont
Es el mismo municipio que el año pasado organizó un linchamiento de la figura de Ana Julia Quezada, la asesina de Gabriel Cruz.
Numerosas personas han presenciado este domingo en la plaza principal de Coripe (Sevilla) la fiesta de la Quema del Judas, que ha tenido como protagonista al expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont, cuya figura ha sido quemada como ejemplo “de lo negativo para la sociedad”.
Se trata de una fiesta de Interés Turístico Nacional que el año pasado concitó mucha polémica, cuando Movimiento contra la Intolerancia presentó una querella contra los organizadores por el presunto matiz racista de la fiesta, ya que la figura “quemada” entonces representaba a la asesina confesa del niño almeriense Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada.
El alcalde de Coripe, Antonio Pérez, y su concejala de Festejos, Irene García, tuvieron que declarar ante la Fiscalía imputados por un presunto delito de odio, aunque la causa quedó finalmente archivada.
En este 2019 Puigdemont ha sido el protagonista involuntario personificando a “un personaje que se haya caracterizado en los 365 días anteriores por ser especialmente negativo para la sociedad”, a juicio de los organizadores de la fiesta.
La figura con la imagen del expresidente catalán lucía su típico peinado, traje oscuro, un lazo amarillo y una estelada como capa, y ha sido quemada tras ser tiroteada ante los vítores de la gente que llenaba la plaza del pueblo.
Todo ello en el marco del Domingo de Resurrección de Coripe, uno de los días más importantes para la localidad con la tradición del ‘Judas’, una cita en la que, para la ocasión, se recrea el Huerto de los Olivos por el que pasa la procesión del Cristo Resucitado organizada por la Parroquia de San Pedro y, una vez finalizada es cuando tiene lugar la quema del Judas.
La fiesta culmina cuando el Judas es llevado a la plaza acompañado por los escopeteros, la banda de música y cabezudos, y tras ser colgado de una higuera, colocada junta a la Iglesia para la ocasión, es tiroteado con munición de salva, hasta que empieza a arder y es quemado en su totalidad.
Los organizadores han subrayado que no es una fiesta para crear polémica, sino que simboliza “quemar algo negativo”, aunque han admitido el eco que la decisión de este año puede tener.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha expresado su rechazo a la Quema del Judas en Coripe y ha asegurado que lo “denunciará”.
“Sencillamente, horrible. Asco extremo. Intolerable. Lo denunciaremos”, ha escrito Torra en su cuenta de Twitter con relación a la fiesta celebrada en Coripe.
Entre tanto, el número dos por Tarragona de JxCAT, Ferran Bel, ha exigido al presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, que censure la quema del muñeco de Carles Puigdemont en el citado municipio sevillano y ha dicho que, si no lo hace, será “cómplice” de lo ocurrido.
En un mitin en Reus (Tarragona), Bel ha afirmado que espera que Pedro Sánchez, así como los líderes del PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, respectivamente, “condenen los hechos y pidan explicaciones” al alcalde de la localidad sevillana, el socialista Antonio Pérez.