"Un maltratador nunca será un buen padre"
Patricia Fernández, víctima de violencia de género cuando era menor, presenta la asociación 'Avanza sin Miedo'
Patricia Fernández, de 19 años, no quiere pronunciar la palabra "padre". Ella, su madre y su hermano fueron víctimas de la violencia machista que su "progenitor biológico" ejercía en su casa cuando ella no era más que una niña de 6 años. Ayer la joven lucía una sonrisa junto a su madre en la Puerta del Sol en la presentación de 'Avanza sin Miedo', la primera asociación de menores víctimas de violencia de género de la que Fernández es presidenta.
Esta organización se ha creado en un momento clave: cinco menores han sido asesinados por violencia machista en 2017. Uno al mes. Se trata de la cifra más alta desde el año 2013. El último, un niño de 11 años al que mató su padre este lunes 8 de mayo en A Coruña. El asesino tuvo una orden de alejamiento de la madre del menor en vigor hasta 2013 y había sido denunciado por amenazas.
Se trata, por tanto, del quinto caso de violencia de género contabilizado en el que el padre utiliza a sus hijos para maltratar a su pareja o expareja en 2017. "Son cinco menores asesinados y cinco madres a las que han matado en vida", asegura Gloria Vázquez, presidenta de la Asociación Velaluz, que volvió el pasado domingo a la Puerta del Sol para hacer un ayuno reivindicativo y pedir más ayudas directas para las víctimas.
Celia Garrido, trabajadora social y agente de Igualdad experta en violencia de género, explica por qué se producen este tipo de situaciones: "Hay casos en los que el hombre ya ha cumplido condena por maltratador y puede volver a pedir la custodia". Cuenta que las órdenes de alejamiento a los menores en España "son muy escasas". Por eso defiende que hay que tener en cuenta estos casos, ya que "los maltratadores consideran a los hijos una prolongación de su madre" y eso explica que, "aunque los padres no se vean, él puede seguir maltratando a través de los hijos".
"Este año son cinco los casos que han salido a la luz, pero hay muchos más", señala Garrido, que opina que "un hombre que maltrata a una mujer y que le impide ejercer bien su maternidad, nunca podrá ser un buen padre". Explica que en la mayoría de los casos en los que un padre ataca a su hijo, "el hombre ha maltratado a la madre previamente". Según los datos del poder judicial, un 97% de los hombres con órdenes de alejamiento por violencia machista accede a un régimen de visitas de sus descendientes.
Afortunadamente, Patricia, su hermano y su madre pudieron salir de aquel infierno. La joven es autora del libro Ya no tengo miedo, en el que cuenta su historia personal. Su infancia estuvo marcada por el maltrato y la violencia machista y, por eso, puede afirmar también con rotundidad que "un maltratador jamás será un buen padre". "Quien piense lo contrario, no ha vivido el maltrato en sus carnes ni en su casa", asegura.
"Es horrible que un niño pequeño viva con un peligro constante", prosigue la joven. Cuando su madre se separó, una sentencia le otorgó la custodia compartida a su padre y los dos niños estuvieron obligados a visitar a su progenitor. En una entrevista con el diario Público, contaba que cuando su abuelo iba a recogerlos al punto de encuentro después de ver a su padre, los encontraba escondidos bajo la mesa del miedo que tenían. Cuando pasaron los meses a su madre le retiraron la custodia de los hijos. Fernández asegura que la "mataron en vida" y le dejaron "en manos de una persona que ponía el coche a 200 km/h y amenazaba con estrellarlo". Finalmente, pudieron volver con su madre.
Por eso Patricia creó 'Avanza sin Miedo': "Me di cuenta de que había miles de menores en mi situación. Madres e hijos que se ponían en contacto conmigo pidiéndome ayuda". Ella no tuvo ningún lugar en el que pedir asistencia y ahora tratará de ofrecer recursos y atención a los menores que el Estado "no ha atendido" como correspondía, como los casos en los que la custodia del menor se adjudica al maltratador.
"El objetivo es cubrir todas esas necesidades que tienen los niños víctimas de violencia de género y que el Estado no se ha ocupado de garantizarles: ayuda, protección y, sobre todo, que se vean representados a nivel emocional porque muchas veces creen que son los únicos que están pasando por esto", explica la joven. Asegura que, pese a que "la ley ha avanzado mucho" en el reconocimiento de los menores como víctimas de violencia de género de sus padres y la necesidad de destinar recursos específicos para protegerles, "en la práctica no se está viendo".
Durante la presentación, una de las primeras cuestiones que denunció la joven presidenta de 'Avanza sin Miedo' es la inexistencia del Síndrome de Alienación Parental (SAP), se trata del argumento de que un progenitor - la mayoría de las veces la madre- usa estrategias para influir en el pensamiento del niño hacia el otro progenitor .
Este argumento se está utilizando en juicios para sostener el derecho del padre a mantener la custodia o el régimen de visitas al menor. Fue el argumento que se utilizó para separar a Fernández y a su hermano de su madre cuando eran menores.
"Queremos que se revisen todos los expedientes en los que se ha aplicado el SAP", ha dicho. "Queremos que un síndrome que es falso no se lleve a las instituciones y que en su nombre se estén retirando custodias. Es falso e inventado y aún así se aplica".
En este sentido, la trabajadora social Celia Garrido asegura que "la justicia plantea mal el problema". Para ella, los poderes judiciales "creen que el mayor interés es que el crío esté con su madre y con su padre, pero realmente el mayor interés es la seguridad el niño". Asevera que "la única forma de que el niño no corra peligro es separándole del padre maltratador".
Garrido asegura que muchos divorcios "tienen algún tipo de violencia detrás". "Hay muchas mujeres que lo único que quieren es divorciarse de su marido, darle lo que quiera y que las deje en paz, así que muchas veces la violencia no se denuncia y el padre recibe la custodia compartida", cuenta. Reivindica el término de "violencia doméstica de género" y no sólo "violencia doméstica" para referirse al maltrato hacia los niños en estas situaciones: "No se puede ocultar el género, porque se trata de una violencia patriarcal".
En 2014, hubo cuatro niños asesinados por violencia machista. El mismo número que en 2015. En 2016 fue uno y este año la tendencia ha vuelto a subir. "Esto va a seguir pasando. Pero los hijos irán cumpliendo años y acabarán denunciando al sistema", opina Garrido. Y da en el clavo: Patricia Fernández y otros jóvenes supervivientes de la violencia machista empiezan a organizarse para denunciar y tratar de dar con una solución para esta lacra social o, como lo llaman asociaciones y supervivientes, a este "terrorismo machista" que acaba con la vida de miles de niños y de mujeres en todo el mundo.
QUERRÁS VER: Mujeres y niños víctimas de violencia de género en 2015.