Un incendio en una fábrica de cloro obliga a confinar a la población de Sabiñánigo (Huesca)
Podría haber algún trabajador intoxicado, ha señalado la alcaldesa.
Un incendio declarado este lunes en la planta de Orache Desinfection en Sabiñánigo (Huesca), empresa que se sirve de productos derivados del cloro, ha obligado a confirnar a la población aunque no se han reportado heridos en primera instancia.
Sin embargo, la alcaldesa, Berta Fernández, ha explicado que podría haber algún trabajador intoxicado “no grave” y confía en que el incendio quede extinguido en unas horas.
El incendio se ha producido por un problema en una máquina que mezcla el producto y que ha hecho una combustión extraña, ha explicado la alcaldesa, lo que ha provocado que saliera una nube tóxica y que se activara el protocolo de aviso por riesgo químico, sonando las sirenas.
De este modo, la población debe permanecer confinada en sus casas, con las ventanas cerradas, para evitar los efectos de posibles nubes contaminantes, han informado fuentes del 112 de Aragón.
La población deberá permanecer confinada en sus domicilios hasta que vuelvan a sonar las sirenas que desactiven el protocolo, ya que ha habido cambio en la dirección inicial del viento.
El Gobierno de Aragón, a la vista del incendio, ha activado a las 20.30 horas el plan especial de Protección Civil de emergencia exterior en nivel uno.
El 112 ha activado, para que acudieran al lugar del suceso, a la Policía Local de la Población y a bomberos de la comarca del Alto Gállego, de la Jacetania, de la Hoya de Huesca y del Ayuntamiento de Zaragoza, además de a tres patrullas de la Guardia Civil.
Orache Desinfection es una empresa fundada en 2012 que fabrica y comercializa pastillas desinfectantes, higienizantes y detergentes con productos derivados del cloro. En Sabiñánigo cuenta con una planta productiva de 1.500 metros cuadrados, un almacén de materia prima con una superficie de 400 metros, laboratorio y oficinas.
Desde el centro de salud de la población se ha emitido un mensaje en las redes sociales en el que se recuerda que cuando suenan las sirenas químicas en Sabiñánigo, una población industrial y con varias empresas del sector, la población entera tiene que confinarse en casa, cerrar puertas y ventanas y desconectar cualquier sistema de refrigeración que capte aire del exterior.
Esta situación, con la gente confinada dentro de sus domicilios, o allí donde les haya sorprendido el aviso, se tiene que mantener hasta que vuelvan a sonar las sirenas que advierten de que ya no hay peligro.
