Un equipo de científicos españoles triplica la supervivencia de los que sufren metástasis cerebral
Ahora buscan financiación para llevar a cabo los ensayos clínicos para que llegue a todos.
La supervivencia media de un paciente que tiene metástasis cerebral es de cuatro a seis meses. Hasta ahora. Un equipo de científicos españoles ha logrado aumentarla hasta los 15,5 meses y sin efectos indeseados gracias a la administración de silibinina, una molécula que se extrae del cardo mariano.
Se trata de una investigación hecha solo con 18 pacientes y que ni siquiera ha entrado en fase de ensayo, pero es importante, según sus autores, porque demuestra que se puede tratar "con éxito" la metástasis cerebral provocada por cualquier tipo de tumor.
Son resultados "muy interesantes" que necesitan de más investigación y un ensayo clínico formal con más pacientes, resume a Efe Manuel Valiente, autor y jefe del Grupo de Metástasis Cerebral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
El trabajo se publica en la revista Nature Medicine y lo firman además científicos del Instituto Catalán de Oncología y del Instituto de Investigación Biomédica de Gerona (ICO-IDIBGI). También han colaborado el Hospital 12 de Octubre de Madrid, el Vall d'Hebron de Barcelona, y el Universitario de Turín (Italia).
Los experimentos se han hecho en ratones y en 18 pacientes afectados por carcinoma de pulmón y metástasis en los que se autorizó el uso de silibinina en combinación con el tratamiento estándar.
La supervivencia media se situó en 15,5 meses, mientras que el grupo control (formado por 38 pacientes tratados por esta enfermedad en el ICO durante 2015-2016) fue de cuatro meses.
Joaquim Bosch, jefe de la Unidad de Cáncer de Pulmón del ICO, agrega que faltan datos antes de poder incorporar este descubrimiento en la práctica clínica y que los ensayos clínicos "son cruciales para poder poner al alcance de los pacientes esta nueva opción terapéutica".
Los equipos del ICO y el CNIO están ahora buscando financiación para poder llevar a cabo esos ensayos.
La metástasis cerebral, gran reto de la oncología
El CNIO recuerda que uno de los grandes retos de la oncología es la metástasis cerebral; se estima que entre el 10 y el 40% de los tumores primarios la genera, lo que empeora considerablemente el pronóstico. Los avances en el tratamiento son escasos y se siguen tratando con cirugía y/o radioterapia.
En los últimos años han aparecido algunas alternativas dentro de las terapias dirigidas o la inmunoterapia, pero el porcentaje de pacientes que se pueden beneficiar de ellas es del 20 %, en el mejor de los casos.
Valiente y su grupo llevan años estudiando la metástasis cerebral y lo que ocurre en el contexto celular cuando ésta se produce, y han fijado su atención en una población de células del cerebro llamadas astrocitos y en el gen STAT3, que ya se había relacionado con la metástasis.
El científico del CNIO explica que la metástasis cambia el cerebro modificando, entre otros, los astrocitos. En este estudio se ha probado que las células cancerígenas necesitan de estas alteraciones en el ambiente cerebral para "estar más cómodas", para seguir dividiéndose y crecer de forma agresiva.
Una vez constatado esto, los investigadores consiguieron bloquear la alteración de estos astrocitos con silibinina, comprobando que afecta de manera negativa a las células cancerígenas.
Sirve para todos los tumores
Los investigadores han demostrado que es posible tratar la metástasis cerebral con estrategias que no impliquen directamente el ataque a las células cancerígenas sino de manera indirecta, bloqueando componentes del ambiente cerebral y que están alterados.
Cuando se elimina el citado gen de los astrocitos, la viabilidad de la metástasis en el cerebro se ve comprometida. Esto no solo serviría para la metástasis producida a partir del carcinoma de pulmón, sino que sería efectivo con el resto de tumores.
Los autores han testado varios componentes hasta detenerse en la silibinina, una molécula cuya capacidad antitumoral ya se había establecido (aunque no su mecanismo de acción) y que se usa para tratar además patologías como los procesos hepáticos.
El hecho de que la silibinina se extraiga del cardo mariano es secundario, según Valiente, quien recuerda que hay muchísimos productos farmacológicos basados en sustancias que están en la naturaleza y que después son sintetizados en los laboratorios con las dosis y seguridad adecuadas para los pacientes.
El hecho de obtener una molécula de una planta no implica que esta planta cure o prevenga una enfermedad, recuerda el investigador.