Una cortina de humo (y miedo) en la plaza San Marcos para robar una joyería

Un humo muy espeso, confusión, miedo, casi pánico... Es la mezcla explosiva que se ha vivido en la Plaza de San Marcos de Venecia, uno de los puntos más turísticos del planea. ¿Un accidente? ¿Un atentado? ¿Un incendio? No, nada de eso. Todo se ha debido al plan formidable de unos ladrones para atracar una joyería. Una nube blanca y densa ha invadido en el mediodía de este viernes esa plaza pintada por infinitos artistas, causando un enorme revuelo entre los turistas y los locales.

En un primer momento, y dada la sensibilidad que ahora existe en Europa sobre el tema, muchos creyeron que se trataba de un ataque terrorista, según relatan los periódicos italianos. Sin embargo, la policía intervino con rapidez y descubrió que en realidad la causa de semejante jaleo era una bomba de humo activada por los cacos que habían asaltado una joyería muy conocida, Missiaglia, colocada estratégicamente en la base del famoso campanario de la basílica. Gracias a su desconcertante plan, lograron desviar la atención de todos y escapar, aunque no pudieron llevarse su botín.

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La gente miraba extrañada al extremo de la plaza, porque no se veían las llamas de las que, creían, procedía ese humo. Los bomberos llegaron una vez la policía tenía controlada la zona y se resolvió así todo el misterio.

Según añaden los medios locales, el golpe, pese a los esfuerzos de los ladrones, fracasó. Los delincuentes trataron de entrar en la joyería, pero los propietarios del local, viendo las intenciones de los ladrones, bloquearon las puertas con su sistema de seguridad y les impidieron la entrada.

Tanto lío no les sirvió de nada.

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