Un avance social más
Hemos dado todos los pasos precisos para que esta decisión fuese de consenso con el resto de los grupos parlamentarios y aunara la opinión positiva del sector sanitario.
España tendrá un marco regulado para dispensar cannabis medicinal, un avance para mejorar la calidad de vida de miles de pacientes. Y, como siempre, el PSOE lo aprueba y el PP se opone.
En enero de 2020 fui designado portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Comisión Mixta de Adicciones del Congreso de los Diputados, en escasas fechas tuve mi primera reunión con el Observatorio Español de Cannabis Medicinal, que lidera Carola Pérez.
Reconozco que de inmediato empatice con su causa, con su petición a todos los partidos políticos y, por supuesto, al Gobierno de España para que actuara. A partir de ahí, y con el impulso de los pacientes, he trabajado intensamente para que tuviéramos un marco legal para el uso del cannabis con carácter medicinal y terapéutico en nuestro país.
Tanto en el PSOE como en el Gobierno he sentido apoyo, complicidad y entendimiento con la causa que reclamaban los pacientes, tan solo querían tener una mejor calidad de vida y hacerlo con la seguridad que ofrece la prescripción y seguimiento médico. Hemos dado todos los pasos precisos para que esta decisión fuese de consenso con el resto de los grupos parlamentarios y aunara la opinión positiva del sector sanitario.
Por eso, apoyamos la propuesta del Grupo Parlamentario Vasco para poner en marcha una Subcomisión de Estudio en el Congreso de los Diputados sobre esta cuestión, nos pusimos en funcionamiento para evaluar y aprovechar las experiencias que otros países han desarrollado en los últimos años.
Establecimos cuatro ejes fundamentales para aprobarlo en España; que tuviera prescripción médica, debería tener seguridad jurídica y sanitaria, así como el control del proceso por parte de la Agencia Española del Medicamento.
Hemos escuchado a la ciudadanía, que en un 90% apoyaba la aprobación del cannabis medicinal en España.
En el PSOE aprobamos hacerlo en nuestro 40º Congreso, luego hemos traslado esta decisión al Congreso y, ahora, lo haremos desde el Gobierno de España.
Ya que existe consenso social, y teniendo consenso científico y sanitario, creemos firmemente que va a paliar el dolor y sufrimiento en personas que sufren determinados dolores crónicos y oncológicos, por lo que debemos ponerlo en funcionamiento con todo el rigor y seriedad que nos caracteriza en salud pública.
Lo triste, o bien sería decir lo habitual, se ha vuelto a producir. El PP ha decidido votar en contra de esta medida en favor de las personas, lo ha hecho de la mano de VOX, y ha esgrimido argumentos contradictorios que han dejado una gran insatisfacción a los pacientes.
Preferían mantenerlo en la oscuridad de la ilegalidad en lugar de ayudarles y facilitarles una mejor calidad de vida.