Ucrania denuncia un nuevo ataque contra otra estación de tren en el este
Reino Unido teme el uso de fósforo blanco en Mariúpol, por parte de Rusia.
Las tropas rusas atacaron esta noche con disparos otra estación ferroviaria en el este de Ucrania, aunque en esta ocasión no se produjeron víctimas y sólo hubo daños materiales.
Oleksandr Kamyshin, director ejecutivo del operador ferroviario estatal de Ucrania, Ukrzaliznytsia, informó del suceso en su canal de Telegram. “Otra estación de tren en el este del país fue atacada anoche por las tropas rusas”, confirmó Kamyshin, quien no concretó la ciudad o el lugar donde se produjo el incidente.
Remarcó que “el agresor ruso continúa golpeando las infraestructuras ferroviarias del país” y añadió que “cinco locomotoras, algunas vías y catenarias sufrieron daños. Pero eso es sólo hierro, lo restauraremos”, subrayó Kamyshin. Agregó además que la línea del ferrocarril sigue funcionando según lo previsto.
El pasado 8 de abril, dos misiles rusos impactaron en la estación de tren de Kramatorsk, en la zona del Donbás, donde ocasionaron al menos 57 muertos y 109 heridos entre los casi 4.000 civiles que se habían congregado allí para huir de la zona, lo que constituyó uno de los ataques más graves de Moscú desde que Rusia invadió el país el pasado 24 de abril.
Londres teme ataques con fósforo blanco en Mariúpol
La Inteligencia británica ha alertado este lunes del posible uso de bombas de fósforo blanco por parte de Rusia en la ciudad de Mariúpol a medida que avanzan los enfrentamientos con las fuerzas ucranianas.
En un comunicado, el Ministerio de Defensa de Reino Unido ha indicado que, teniendo en cuenta informaciones recabadas sobre la utilización de este tipo de municiones en zonas como Donetsk, en el este de Ucrania, “existe una alta posibilidad de que se vuelvan a utilizar en sitios como Mariúpol”.
Así, ha recalcado que los bombardeos continúan en las regiones de Donbás, donde el Ejército de Ucrania trata de “repeler a las fuerzas rusas en una serie de asaltos que se han saldado con varios vehículos y equipamiento militar ruso destruido”.
En este sentido, ha alertado de que el uso de bombas y ataques “no dirigidos” en territorio ucraniano disminuye la habilidad de Rusia de “distinguir sus objetivos”, lo que se traduce en un “alto riesgo de provocar bajas civiles”.
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha alertado de la “gravedad de las heridas” provocadas por este tipo de armas y ha señalado que funcionan como “armas incendiarias”, prohibidas en zonas urbanas bajo el Derecho Internacional.
El Kremlin rechazó a finales de marzo las acusaciones del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sobre el presunto uso de bombas de fósforo blanco en el marco de la invasión del país desencadenada el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
“Rusia nunca ha violado las convenciones internacionales”, dijo entonces el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, que indicó que “los detalles” sobre estos asuntos están en manos del Ministerio de Defensa.