Turismo literario en Madrid y cruce de caminos de escritores
Por Santiago Vargas
En días en que la capital española recibe oleadas de visitantes, WMagazín les invita a dar un paseo por edificios emblemáticos de la ciudad donde el libro ocupa un lugar especial, desde la RAE y la Biblioteca Nacional hasta las librerías como foros de encuentros
Testigos de Madrid
Madrid se ha convertido en la ciudad donde se rotan a su antojo las cuatro estaciones. Lo único estable es su intenso cielo azul, alto e hipnotizador. Todo ha cambiado muy rápido en esta ciudad que hace unos siglos fuera el cruce de caminos de medio mundo e impulsara una lengua hablada hoy por quinientos millones de personas. Pasó de exportadora de un idioma a ser en este siglo capital de la polifonía de una lengua policéntrica llamada español o castellano. Docenas de latinoamericanos primero y después millares han cambiado los sonidos de Madrid. Acentos de todo tipo de español suben y bajan por sus calles, entran y salen por sus casas y establecimientos, mientras otros vivifican en algunos de los edificios y espacios más significativos de la ciudad y del mundo hispanohablante donde el idioma, la literatura, los escritores y los lectores se encuentran para celebrar lo que este crea. El siguiente es un asomo a varios de esos lugares con algunos de sus visitantes y testigos.
Salón de plenos de la Real Academia Española. / RAE
Real Academia Española
Un jardín medio asilvestrado, una escalinata y cuatro columnas dóricas preceden la entrada de un edificio clasicista del siglo XIX donde empieza casi todo. Es la sede de la Real Academia Española, RAE, la corporación que establece una misma política lingüística para las 23 academias: España, los 19 países latinoamericanos de habla hispana, Filipinas, Guinea Ecuatorial y EE UU. Fundada en 1713, tiene su sede en este edificio desde 1894. Un palacio austero y con dos espacios centrales: el Salón de Plenos, con una gran mesa ovalada donde se reúnen los académicos cada jueves, y el Salón de actos que brilla en las ceremonias de incorporación de nuevos miembros. "La Academia es una entidad viva, está en continuo movimiento. Lo que le pide el mero respirar va más allá de su divisa 'Limpia, fija y da esplendor'. Actualiza cuanto toca, y para ello se libera de rigideces y está atenta a lo que el momento requiere, tanto cara al pasado como cara al futuro", cuenta Clara Janés. La poeta, narradora y ensayista barcelonesa. Junto a ella hay 46 miembros de número. Además, está la ASALE, Asociación de Academias de la Lengua Española.
Entrada principal de la Biblioteca Nacional de España.
Biblioteca Nacional
En el Paseo de la Castellana hay una manzana que evoca un par de siglos atrás. Una amplia escalinata conduce a un gran edificio neoclásico de pórtico corintio rematado con esculturas que representan el Triunfo de las Letras, las Ciencias y las Artes. Es la Biblioteca Nacional de España, antes Biblioteca Real creada en 1712. Su actual sede empezó construirse hace 151 años para albergar los fondos bibliográficos de la corona y se inauguró en 1892, fecha del cuarto centenario del descubrimiento de América. Dentro guarda incunables, grabados, borradores de obras, partituras musicales y rarezas editoriales que no tienen precio. Y presenta un servicio a personas como al autor argentino Patricio Pron quien dice: "En medio del dolor que le causó ver hasta qué punto el desorden se había apoderado del mundo, una alegría le recorrió al considerar que el orden reinaba al menos en su pecho', escribe Heinrich von Kleist en Michael Kohlhaas; siglos después, el orden no reina en los corazones sino en las salas de la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, en este glorioso laberinto de estanterías y expositores donde es posible encontrarlo todo: los textos, las oscuridades programadas que nos han hecho lo que somos, y también su solución, o su remedio".
El Nobel peruano Mario Vargas Llosa en la presentación de un libro suyo en Casa de América. /Fotografía de WMagazín
Casa de América
En uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad está Casa de América: en el cruce de las calles Alcalá y el Paseo de la Castellana. Y en el centro la fuente de la diosa Cibeles. Es el decimonónico Palacio de Linares reconvertido en 1990 en sede de esta institución inaugurada en 1992. Es un consorcio entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. Busca estrechar lazos entre España y Latinoamérica a partir de la cultura y sus nuevas voces. Una de las personas atenta a esa renovación es Valerie Miles, directora de la revista Granta en español, y ex editora de Alfaguara y Emecé: "He podido disfrutar de diferentes actividades en sus espacios tan bellos como polifacéticos. Recuerdo ver allí a mis queridos difuntos, en su sentido quevediano, José Saramago, Álvaro Mutis, Guillermo Cabrera Infante o Ricardo Piglia, y otros escritores de quienes aún gozamos de su presencia física: Nélida Piñon, Mario Vargas Llosa, Almudena Grandes, Javier Marías. Allí conversé en un acto con Madeleine Albright, ex-secretaria de estado durante la época de Bill Clinton, donde presentamos sus memorias. También han pasado varios de los escritores jóvenes elegidos por Granta, cuyas páginas dedicamos a fomentar esta gran conversación literaria transatlántica".
Fachada del Instituto Cervantes en Madrid.
Instituto Cervantes
Cuatro Cariátides dan la bienvenida al Instituto Cervantes en la esquina de Alcalá y Barquillo, uno de los edificios más impactantes. Tiene noventa y nueve años. Nació como Banco Español del Río de la Plata y luego pasó a ser del Banco Central de España. En 2005 el Estado lo cedió como sede del Instituto Cervantes creado en 1991. El Cervantes tiene hoy setenta y siete sedes en el mundo: 12 en África, 15 en América (8 en Brasil), 4 en Oriente Próximo, 8 en Asia y 38 en Europa. En la antigua cámara acorazada funciona la Caja de las Letras donde los escritores más prestigiosos depositan un legado que solo se abrirá en la fecha que ellos designen. Junto a esta Caja de las Letras está el auditorio que acoge homenajes, debates, recitales... Dos de los más recientes fueron para conmemorar los 75 años de la muerte de Miguel Hernández y homenajear al poeta venezolano Rafael Cadenas. Un autor, según Manuel Borrás, su editor en España, para quien "el poeta no tiene más asidero que la vida porque, ¿qué se espera de la poesía si no que haga más vivo el vivir? Lo importante en un poema no es lo que uno ha escrito, sino lo que uno consigue que vuelva mediante lo que ha escrito".
Teatro Fernando de Rojas en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid. /Fotografía de Lisbeth Salas
Círculo de Bellas Artes
Un gran aplauso recibió a José Manuel Caballero Bonald en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes. El poeta, narrador y ganador del Premio Cervantes de las Letras estaba allí para recibir el I Premio Festival Eñe que distingue la obra y trayectoria de un autor en español. "Este es un reconocimiento inesperado y grato. La voluntad de escribir lleva consigo una serie de elementos que te van fatigando al tiempo que se fatiga la maquinaria del cuerpo", expresó Caballero Bonald. Fue el acto central de la novena edición de esta cita literaria organizada por La Fábrica con sede principal en el Círculo de Bellas Artes en octubre que reunió a 140 escritores en más de cincuenta actividades. Casi un siglo lleva esta institución cultural privada promoviendo las artes, el pensamiento y el intercambio de ideas y encuentros entre creadores y público en sus salones.
Piedad Bonnett en el Centro Conde Duque. /Fotografía de WMagazín
Centro Cultural Conde Duque
En el auditorio de un antiguo cuartel militar todo está oscuro, salvo el escenario sobre el que caen varias luces azules y amarillas que al mezclarse dan un aura nostálgica. Piedad Bonnett, sentada en un sillón blanco, lee poemas de su último libro Los habitados (Visor). Con sus versos sobre el dolor ante el suicidio de su hijo, la poeta colombiana clausura el Festival Poemad, en otoño de 2016. "Fue algo muy hermoso. Sobre todo el escenario de lectura, la puesta en escena. Eso es lo que recuerdo", dice la poeta sobre este festival del Centro Cultural Conde Duque. Es una de las actividades literarias desarrolladas en este edifico que durante tres siglos fue cuartel militar con una fachada de estilo barroco. Desde 2006 se afianzó como Centro Cultural con exposiciones, conciertos, talleres y una biblioteca municipal. Y poetas que leen sus versos.
El poeta chileno Raúl Zurita en un recital al aire libre en Matadero. /Fotografía de WMagazín
Matadero / Casa del Lector
Al sur de Madrid hay un laboratorio de las artes y la lectura. Se llama Matadero, el sitio que en el siglo XX fue el matadero y mercado municipal de ganados. Un conjunto de 48 edificios en 165.415 metros cuadrados que desde 2006 es un centro interdisciplinar con espacios para teatro, artes plásticas, danza, cine... y libros. De esto último se encarga la Fundación Germán Sánchez Ruipérez con la creación de la Casa del Lector. Allí todo gira alrededor del mundo del libro: talleres, encuentros, exposiciones, debates, conferencias y encuentros con los diferentes protagonistas de la cadena de valor del libro. Entre todos ellos destaca la presencia de los escritores. Desde expertos en la historia del libro como Roger Chartier, o poetas consagrados como el polaco Adam Zagajewski, Premio Princesa de Asturias 2017, al chileno Raúl Zurita y su recital al aire libre en mayo en POETAS, Festival de creación poética contemporánea.
Puerta de Madrid, en el Parque del Retiro, entrada principal de la Feria del Libro de Madrid. /Fotografía de WMagazínn
Parque del Retiro
Todo lo anterior tiene su mejor expresión al finalizar la primavera en la Feria del Libro de Madrid. Autores y lectores se citan durante dos semanas al aire libre. Lo hacen en el Parque del Buen Retiro, un pulmón verde que a lo largo de casi un kilómetro y medio de una antigua calle, ahora cercada de vegetación, instala a más de 400 libreros y editores. Una feria única en la que más de un millar de autores van a firmar sus libros durante los 17 días de feria. Si esta ruta empieza en la RAE, casa de las palabras, y termina en el Retiro, con la Feria del libro, tiene como posfacio las librerías que realizan actividades que convierten la ciudad en cruce de caminos literarios por todo Madrid.
La escritora surcorenana Han Kang en la Librería Alberti, donde presentó su novela 'La vegetariana' (Rata). /Fotografía de WMagazín