El Centro de Control de Enfermedades de EEUU recomienda usar mascarillas y Trump dice que no lo hará
Darwin approves.
El Gobierno de Estados Unidos ha recomendado este viernes taparse la cara en público para evitar contagios de coronavirus, aunque el presidente, Donald Trump, dijo que él no seguirá esa sugerencia.
Los Centros de para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) actualizaron sus recomendaciones, en las que ahora también instan a la ciudadanía a utilizar piezas de tela para cubrirse la cara cuando estén en público.
“Los CDC están recomendando el uso de mascarillas no médicas para taparse la cara como una medida voluntaria adicional. Es voluntario, no hay que hacerlo. Es voluntario, no creo que yo vaya a hacerlo”, anunció el mandatario en rueda de prensa, aunque dijo que “puede que sea algo bueno”.
La recomendación de los CDC a nivel federal sigue a las que ya habían hecho en ese sentido en los últimos días los alcaldes de Nueva York y Los Ángeles a sus residentes.
Además de las medidas de distanciamiento social, “los CDC también recomiendan cubrirse la cara con telas simples para disminuir la propagación del virus e impedir que las personas que pueden tener el virus y no lo saben lo transmitan a otros”.
El organismo apuntó que taparse la cara es especialmente importante “en lugares públicos donde otras medidas de distanciamiento social sean difíciles de mantener (como por ejemplo supermercados y farmacias) especialmente en áreas de transmisión comunitaria significativa”.
Los CDC instaron a la población a que no use mascarillas médicas o con filtros de respiración N95 ya que “son suministros imprescindibles que deben continuar reservados para los trabajadores de la salud y otros servicios de primeros auxilios médicos”.
Los positivos de coronavirus superan ya los 275.000 en Estados Unidos tras sumar más de 30.000 en las últimas 24 horas, mientras que los fallecidos son al menos 7.067, unos 1.000 más que este jueves.
Aunque las vecinas Nueva York y Nueva Jersey siguen siendo el epicentro del COVID-19 en el país, con más de 130.000 casos, los brotes en California, Michigan, Luisiana, Florida y Massachusetts superan ya los 10.000 cada uno.