El Supremo de EEUU mantiene la ley del aborto de Texas pero abre la vía a recursos legales en tribunales inferiores
La norma impide abortar a partir de las seis semanas.
El Tribunal Supremo de EEUU mantiene en vigor la ley del aborto de Texas. La norma, que prohíbe el procedimiento después de alrededor de seis semanas de embarazo, sigue en pie pese al debate que se había generado en el Alto Tribunal.
El dictamen ha sido interpretado como una victoria parcial para los defensores del aborto regulado contra una ley, en vigor desde el 1 de septiembre, que se ha convertido en su gran desafío a batir en estos momentos: el estado norteamericano prohíbe la interrupción del embarazo a partir de la sexta semana, cuando muchas mujeres ni siquiera sabe que están encintas, sin excepciones para casos de violación o incesto excepto en casos puntuales por “emergencia médica”.
Desde su declaración, las autoridades de Texas han intentado blindar la ley al dejar su ejecución en manos de cualquier persona que quiera denunciar a un médico que practique abortos después de las seis semanas. El estado ofrecía “recompensas” de hasta 10.000 dólares a quien se animara a demandar, lo que exponía a los médicos a la ruina.
La decisión del Supremo significa que el caso vuelve a los tribunales de distrito para continuar con los procedimientos, lo que abre la posibilidad de que sea suspendida si acaba impugnada allí.
En cualquier caso, el conflicto todavía está lejos de terminar y podría conocer su principal episodio en junio, cuando se espera una decisión sobre la situación del aborto en el estado en Misisipí, que podría afectar a la vigencia del caso Roe contra Wade, máximo exponente de la normativa sobre el aborto en EEUU.
Ahora mismo el Supremo está debatiendo una ley actualmente en suspenso de este estado que prohibiría la interrupción del embarazo pasadas las 15 semanas. Sin embargo, un fallo del Supremo a favor de la ley supondría una disminución del efecto judicial de Roe contra Wade y veintiséis estados que están contemplando la introducción de nuevas restricciones contra el aborto tendrían vía libre para aplicarlas.