Tras el escándalo Weinstein, quienes acusan a Trump de acoso sexual esperan ahora su caída
"Es algo que ha ido cociéndose a fuego lento con tapa, como una olla a presión. Pero ahora va a empezar a hervir y esa tapa va a saltar por los aires".
Las mujeres que han acusado al presidente Donald Trump de agresión sexual están esperando pacientemente su hundimiento.
Tres de las 16 mujeres que han acusado a Trump de algún tipo de agresión sexual hablaron con la revista People el pasado jueves 16 de noviembre. Estas mujeres explican cómo ha sido para ellas observar que cada vez más hombres con poder están siendo condenados públicamente debido al estallido de acusaciones de conducta sexual inadecuada a raíz del movimiento #MeToo (Yo también).
La periodista Natasha Stoynoff, que acusó a Trump de acosarla en 2005 mientras trataba de hacerle una entrevista, cuenta a People que tiene la impresión de que las acusaciones contra el presidente han estado "en espera".
"Es algo que ha ido cociéndose a fuego lento con tapa, como una olla a presión", describe. "Pero ahora va a empezar a hervir y esa tapa va a saltar por los aires".
El mes pasado, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, declaró que la postura oficial de la Casa Blanca respecto a las acusaciones de agresión sexual es que todas y cada una de las mujeres están mintiendo. En octubre de 2016, Trump desmintió una grabación de 2005 (ahora famosa) de Access Hollywood, en la que aparecía fardando de agarrar a las mujeres "por el coño", diciendo que era una "broma de vestuario".
"Es indignante e inapropiado que Trump y su secretaria de prensa continúen alimentando la idea de que las mujeres mienten y que sigan difamando a los ciudadanos de manera tan arrogante", señala Stoynoff.
Jessica Leeds, quien sostiene que Trump le metió mano en un vuelo en los 80, dijo estar "extremadamente decepcionada" de que no haya un castigo para Trump.
"Es muy alarmante que muchos de los simpatizantes incondicionales de Trump sean tan tercos", cuenta a People Mindy McGillivray, que asegura que Trump le metió mano en un concierto en Mar-a-Lago (Florida, Estados Unidos) en 2003. "Resulta preocupante que no sean capaces de aceptar el hecho de que su presidente es tan culpable como Roy Moore", afirma.
Moore, un candidato al Senado del Partido Republicano en Alabama, ha sido acusado por ocho mujeres de algún tipo de conducta sexual inapropiada siendo él adulto y las víctimas menores.
Summer Zervos, ex concursante de The Apprentice —un programa en el que los participantes competían por dirigir una empresa de Trump—, acusó al actual presidente de meterle mano y besarla por la fuerza en varias ocasiones en 2007. Más adelante lo denunció por difamación, después de que el presidente tomara públicamente por falsas sus acusaciones. Asimismo, Zervos solicitó el mes pasado la publicación de todos los documentos de "mujeres que han acusado a Donald J. Trump durante la campaña electoral de tocarlas de manera inapropiada". El juez que lleva el caso de Zervos tendrá que tomar una decisión antes de final de año para determinar si sigue adelante el pleito.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.