Toni Comín renuncia a delegar su voto en los plenos del Parlament
Lo ha hecho a través de un escrito dirigido a la Mesa del Parlament en el que especifica que deja "sin efecto" su delegación de voto en Sergi Sabrià.
El exconseller y diputado de ERC Toni Comín ha renunciado este martes a delegar su voto en los plenos del Parlament.
Lo ha hecho a través de un escrito dirigido a la Mesa del Parlament en el que especifica que deja "sin efecto" su delegación de voto en el líder de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià.
Precisamente la Mesa debía abordar este martes la delegación de voto de Comín, después de que varios grupos hubieran solicitado que se revocara.
Comín, que reside en Bélgica, ha trasladado su escrito al registro del Parlament minutos antes de que se reuniera la Mesa y, por lo tanto, ya no será necesario que el órgano rector de la Cámara decida su debe revocar o no su voto.
El diputado republicano renuncia a delegar el voto pero no a su escaño, lo que hace que JxCat y ERC pierdan la mayoría simple de 66 diputados que ostentan en el pleno: si Comín no puede votar, ambas formaciones suman 65 diputados y dependen de la CUP para poder imponerse a los 65 que también suman el resto de grupos.
Reunión de la mesa
La Mesa ya no deberá abordar este asunto al haber renunciado Comín a su voto delegado, y la reunión de este martes ya no estará protagonizada por este asunto.
Además, ERC debía entregar este mismo martes un informe en el que explicara por qué Comín debía seguir delegando su voto en los plenos teniendo en cuenta que nada le impide desplazarse al Parlament, aunque si lo hiciera sería detenido inmediatamente.
Cuando Comín pidió delegar su voto, lo hizo porque tenía prohibido salir de Bélgica a la espera de que se resolviera su extradición a España, pero esta prohibición se levantó cuando la justicia belga rechazó extraditarle.
Al margen de la renuncia de Comín, Cs impugnó semanas atrás su delegación y la del expresidente Carles Puigdemont ante el Tribunal Constitucional, que tramitó el recurso pero rechazó tomar medidas cautelares, manteniéndolos vigentes.
Si el TC fallara contra la delegación de voto, podría poner en tela de juicio todas las votaciones que ha hecho la Cámara catalana con los votos delegados de Comín y Puigdemont, entre ellas la de la investidura de Quim Torra como presidente de la Generalitat.