¿Tienes una hipoteca? Así te va a cambiar el día a día la nueva ley hipotecaria
Desahucios más difíciles, más información antes de firmar el contrato, variaciones en los tipos de interés... Todo lo que te interesa
La nueva ley hipotecaria entra en su recta final. Han hecho falta varios tirones de orejas y alguna amonestación en firme (por vulnerar los derechos humanos,ir en contra de los derechos de los consumidores y resultar abusiva) desde Bruselas para que el Gobierno español se adaptara por fin la normativa comunitaria.
Lento pero seguro, el día se aproxima. El Gobierno entregó el anteproyecto de ley al Consejo de Estado el lunes pasado y espera aprobarlo en Consejo de Ministros después del verano.
El anteproyecto de ley, al que ha tenido acceso El Huffington Post, modifica solo 15 artículos de la norma de 2015. Tiene la finalidad de mejorar las condiciones hipotecarias de los españoles y evitar así una avalancha de demandas judiciales, pero las organizaciones de defensa de los consumidores no están contentas. Esperaban algo más. Sin atreverse con grandes cambios, la nueva ley hipotecaria se queda en una trasposición "ampliada" de la norma europea.
Si estás a punto de suscribir una hipoteca, estas son las ideas principales de la reforma. Lo que, a partir de la aprobación de la nueva norma tras el verano, será legal y lo que no:
DESAHUCIOS MÁS DIFÍCILES
Con la nueva ley, el Gobierno endurece las condiciones necesarias para que un banco pueda ejecutar una hipoteca y quedarse con la vivienda del cliente moroso. Con la nueva ley, solo podrá hacerlo cuando el hipotecado deba entre el 3% y el 5% del crédito total. Una vez que la ley esté en vigor, ya no se tienen en cuenta el número de cuotas sin pagar sino la cantidad adeudada frente al préstamo restante.
Con todo, el Gobierno da la opción de que el cliente y su banco puedan modificar las condiciones del préstamo si eso evita la ejecución hipotecaria. El hipotecado podrá además oponerse en el plazo de nueve días si alega que la hipoteca contiene cláusulas abusivas. Amparados por la norma comunitaria, los juzgados españoles han ido un paso por delante de la nueva ley, anulando desahucios en que se daban estas circunstancias.
MAYOR TRANSPARENCIA
El anteproyecto también exige a los bancos mayor transparencia, obliga a los notarios a ratificar que el hipotecado conoce y comprende las condiciones del contrato (para lo que habrá que citarse con él antes de suscribir una hipoteca con el banco y dar fe ante él de que se conoce bien lo que se va a firmar), mejora la información precontractual, pide una base común para calcular la tasa anual equivalente, excluidos los gastos notariales, y obliga a los prestamistas a estudiar al detalle la solvencia del consumidor antes de la concesión del crédito, algo que no formaba parte de la práctica habitual durante los años de la burbuja inmobiliaria.
Además, las cláusulas suelo, las de vencimiento anticipado y los gastos de formalización de hipotecas desaparecen, prohíbe las ventas vinculadas (seguros, preferentes... ya no podrán suscribirse junto con la hipoteca) para evitar problemas del pasado, pero sobre todo hace que echar a una persona de su casa tenga que estar muy justificado. El personal de entidades crediticias, prestatarios, asesores y otros agentes del sector, exige, debe estar "cualificado".
OTRAS NOVEDADES DE LA REFORMA HIPOTECARIA
La ley se estructura en cuatro capítulos, seis disposiciones adicionales, cuatro transitorias, una derogatoria y 15 finales. Además de poner más difíciles los desahucios, con una modificación sustancial de la cláusula de vencimiento anticipado, otras novedades destacadas son: