Theresa May, en el ojo del huracán tras los atentados en Londres

Theresa May, en el ojo del huracán tras los atentados en Londres

A 24 horas de las elecciones, la primera ministra británica está en el centro de todas las críticas.

AFP

¿Por qué no detuvieron al yihadista de la 'tele'? ¿Por qué ha habido tantos recortes en la policía? ¿Por qué siguen sin identificarse a todas las víctimas del atentado del sábado? ¿Cómo es posible que no se haya localizado todavía a cuatro personas? Son algunas de las críticas preguntas que se ciernen sobre la primera ministra británica, Theresa May. La premier está en el centro de todas las miradas tras el doble atentado que mató a 7 personas e hirió a otras 48. Y todo esto a un día de las elecciones. Las consecuencias ya se están sintiendo en los sondeos, que a estas alturas del juego dan un empate técnico entre los conservadores de May y los laboristas de Jeremy Corbyn.

El descenso de la intención de voto hacia la actual primera ministra está vinculado a cómo los atentados han cambiado por completo el debate político. En vísperas de la cita con las urnas, la polémica sobre las consecuencias del Brexit ha desaparecido de la campaña, como lo han hecho los recortes sociales, que tantos quebraderos de cabeza le estaban costando a May. El debate ha pasado a ser monotemático y la primera ministra no sale precisamente bien parada: todo gira alrededor de las consecuencias de los atentados. El temor de la población, el miedo a que puedan repetirse nuevos ataques, los fallos de la seguridad y la escasez de medios policiales han hecho que las últimas horas antes de la cita con las urnas todos miren, para mal, a la líder tory.

A las críticas por los recortes de los últimos años en el número de agentes policiales, May ha tenido que hacer frente a evidentes fallos que permitieron que se perpetraran los ataques, reivindicados por el Estado Islámico. Y según se han conocido las identidades de los tres terroristas autores del atentado, la cosa ha empeorado para la política: dos de ellos eran conocidos por la policía.

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Detrás del terror sembrado el pasado sábado por la noche en la capital británica están el marroquí Rachid Redouane, de 30 años; el marroquí-italiano Youssef Zaghba, de 22 y el pakistaní Khuram Shazad Butt, de 27. Estos dos últimos estaban fichados.

Zaghba fue detenido en el aeropuerto de Bolonia en 2016 cuando intentaba viajar a Siria y las autoridades italianas habían advertido a las británicas debido a sus movimientos: fue acusado por las autoridades transalpinas de terrorismo internacional. Fue absuelto del cargo y dejado en libertad, pero fue incluido en Italia en la lista de personas potencialmente peligrosas para la seguridad del Estado. Corriere Della Sera informa de que recientemente había obtenido un empleo temporal en un restaurante de Londres.

Si el caso de Zaghba ha hecho que las voces se alzaran contra la premier, el de Butt lo ha hecho más aún si cabe ya que había alardeado de su radicalismo en el documental de televisión "Los yihadistas de la puerta de al lado", en el que incluso había desplegando una bandera del Estado Islámico junto a un grupo de exremistas en Regents Park. Es más, Butt había sido denunciado al menos en dos ocasiones por sus actividades radicales. Un amigo llamó a la línea caliente contra el terrorismo alertando sobre su radicalización, explicando cómo se había llegado a enfrentar al imán de la mezquita a la que asistía en el este de Londres. Una vecina alertó a la policía cuando le escuchó decir que "estaría dispuestos a hacer cualquier cosa por Alá, incluso matar a mi madre". La misma vecina alertó sobre su propensión a adoctrinar en el islam a los niños en un parque cercano, ofreciéndoles caramelos a cambio.

Por si todo esto fuera poco, sobre Butt hay más: trabajó hasta el año pasado en el estación de metro de Westminster y tuvo acceso directo a los túneles bajo el Parlamento británico. En mayo del 2016, este terrorista se hizo una foto en la estación de West Kensington durante su período de prácticas en el mantenimiento y reparación de la red del metro.

Tanto Butt como Zaghba eran conocidos, por tanto, por los servicios de inteligencia británicos, el MI5. Y esto ha hecho que, por cuarta vez, hayan tenido en el foco a una persona que después ha llevado a cabo un atentado mortal. Los investigadores tuvieron en su radar al terrorista de Manchester, que mató a 22 personas, y también al autor del atentado del pasado 22 de marzo en el Puente de Westminster, en el que murieron siete.

De ahí que hayan vuelto a repetirse las mismas dudas que se resumen en por qué la policía no lo tenía más controlado. The Daily Mirror llevaba a portada su desconcierto y, como The Sun, se preguntaba: "¿Cómo diablos se les pudo escabullir?".

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Para la oposición, la respuesta a estas preguntas está en los recortes en las fuerzas de seguridad. "No hay duda de que menos policías significa más peligro", ha admitido este martes el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, en una entrevista en la BBC. "La policía metropolitana ha perdido 600 millones de libras en los últimos siete años. Son muy buenos, pero eso es un gran recorte. El actual gobierno conservador planea, en los próximos cuatro años, recortar 400 millones más, y, además de todo eso, cambiar al fórmula de la financiación de la policía, que se traduciría en la pérdida de 700 millones más. Eso es 1.700 millones en total", ha lamentado el alcalde.

"Si llevan adelante sus planes", prosiguió Khan, "perderemos entre 3.000 y 12.000 policías más. Es insostenible", ha sentenciado.

Entre 2009 y 2016, el número de agentes de policía bajó en 20.000, un recorte del 14%, según estimaciones del centro independiente Institute for Fiscal Studies, recogidos por la agencia Efe.

La policía, consciente de que está bajo el foco mediático, también se ha manifestado y ha recalcado que en la actualidad tiene abiertas 500 investigaciones que involucran a 3.000 potenciales sospechosos. "Un pequeño número de esas investigaciones prioritarias pueden derivar en la planificación de un ataque, y esas investigaciones necesitan una gran cantidad de nuestros recursos", han dicho en un comunicado que coincide con las críticas del líder de la oposición, Jeremy Corbyn, y del alcalde de Londres. "Nuestro trabajo necesariamente requiere que tomemos decisiones difíciles sobre cómo priorizar los recursos que tenemos en un momento en que Reino Unido está haciendo frente a una durísima amenaza terrorista", han añadido.

Nuestro trabajo necesariamente requiere que tomemos decisiones difíciles sobre cómo priorizar los recursos que tenemos en un momento en que Reino Unido está haciendo frente a una durísima amenaza terrorista

Peter Kirkham, un antiguo alto cargo de la policía metropolitana ha sido bastante directo sobre este asunto: "El servicio de policía está en crisis por culpa de los recortes". En declaraciones a Sky News sentenció que "en ningún caso" habían aparecido los oficiales extra que se prometieron: "Sólo actuaron los policías extra que cancelaron sus días de libranza, que hicieron horas extra o vinieron de otras áreas". Es más, Kirkham ha llegado a asegurar que el Gobierno "miente" cuando asegura que hay más oficiales de policía armados en las calles.

Sólo actuaron los policías extra que cancelaron sus días de libranza, que hicieron horas extra o vinieron de otras áreas

¿Y qué dice de todo esto May? Tras suspender todos los actos durante el domingo por respeto a las víctimas, la campaña se reanudó y hasta tuvo que escuchar a Corbyn pidiendo su dimisión. La jefa de Gobierno subrayó que el presupuesto policial está "protegido" desde 2015 y sostuvo que los recursos con los que cuentan los servicios de seguridad son adecuados para hacer frente a la amenaza terrorista que afronta el Reino Unido. Además May argumentó que la seguridad no depende solo del número de agentes, sino "también de los poderes que se les otorga" para lidiar con el terrorismo. "Yo he sido la responsable de darle a la policía poderes adicionales" para enfrentarse a posibles atentados, esgrimió la primera ministra.

Pero además May está jugando una táctica peligrosa: la de criticar al MI5 en la prensa, exigiendo que se "mantengan al día" con el desarrollo de la amenaza terrorista. El problema está, como le han recordado de inmediato sus contrincantes, en que ella ha sido la responsable de estos servicios secretos desde el año 2010. ¿El resultado? Otra voz que ha pedido su dimisión. Esta vez de Steve Hilton, antiguo director de estrategia del ex primer ministro Cameron.

Cada paso que da la líder tory se le vuelve en contra. Y cada avance en la investigación hace que los críticos con su persona —y con su candidatura— no dejen de aumentar. Al fin y al cabo ella es la primera ministra y ella fue la ministra de Interior en los últimos siete años. El columnista Owen Jones resumía en una frase cómo ahora May, con un Reino Unido que sufre ahora la peor ola de atrocidades terroristas, "es quien tiene serias preguntas que responder". Y el reloj corre en su contra.

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Laura Riestra es subdirectora en 'El HuffPost'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III, ha trabajado en RTVE.es y en el diario 'ABC'. Puedes contactar con ella en laura.riestra@huffpost.es