Terremoto de 4,8 en La Palma, el más intenso desde la erupción
La lava recupera el pulso y mientras una colada amenaza con atravesar el centro de un barrio otra se acerca al mar.
La Palma ha registrado esta noche un terremoto de magnitud 4,8, el mayor desde que hace semanas comenzó la crisis volcánica en la que está sumida la isla, según ha informado el Instituto Geográfico Nacional.
El seísmo tuvo lugar a las 22.48 (hora canaria), con epicentro en Villa de Mazo y foco a 39 kilómetros de profundidad. Hasta el momento, los seísmos de mayor magnitud registrados en la isla eran dos de 4,6 detectados en los últimos tres días.
El movimiento ha tenido intensidad V (sobre XII), la máxima hasta la fecha, y ha sido sentido no solo en toda la isla, sino también en varias localidades del norte de Tenerife.
Tras una jornada de relativa tregua, las coladas de lava que emergen del volcán, en erupción desde el pasado 19 de septiembre, han recuperado el pulso, y mientras una de ellas amenaza con atravesar el centro de un barrio ya desalojado, otra se encuentra apenas a 100 metros del mar.
El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) –que supervisa las operaciones relacionadas con la erupción–, Miguel Ángel Morcuende, apuntó este martes que en las próximas 24 horas se sabrá qué rumbos toman estas coladas, y alertó de que en función de ello habrá “mayores o menos destrozos”.
Por el momento no hay previstas nuevas evacuaciones. Lo que sí se prevé es el confinamiento en sus casas de todos los vecinos del municipio de Tazacorte (4.600 habitantes) en el caso de que la colada que avanza hacia el mar lo alcance finalmente y comience a formar una nueva fajana como la que surgió en los primeros días de la erupción.
El encuentro del magma y las aguas del océano puede dar lugar a explosiones y a la emisión de gases tóxicos, de modo que la medida de confinamiento se mantendría hasta comprobar que no hay peligro para la población.
Los científicos insistieron este martes en que no hay datos que permitan intuir que el proceso eruptivo esté llegando a su fin. “Estamos lejos”, ha recalcado la directora del Instituto Geográfico Nacional de España (IGN) en Canarias, María José Blanco, a pesar de que la tasa de emisión de dióxido de azufre medida este lunes fuera de 9.938 toneladas.
Aunque se trata de una cifra algo menor que la de días anteriores, tendría que bajar a entre 100 y 500 toneladas diarias para pensar en el final.
En cuanto a la menor emisión de ceniza y explosividad del volcán en las últimas horas, Blanco ha recordado que el 27 de septiembre hubo “un parón total” del tremor y de los signos observables en superficie, “y no significó nada”. “Puede ser algo efímero y que luego retome la actividad anterior”, ha apuntado la directora del IGN en Canarias.
Sea como sea que evolucione la erupción, el presidente regional de Canarias, Ángel Víctor Torres, aseguró este martes que “nadie tendrá que abandonar la isla que ama porque aparezca un volcán”, ya que subrayó que La Palma ha sufrido distintas erupciones a lo largo de su historia “y ha caído y se ha vuelto a levantar”.
Canarias está formada por islas volcánicas y La Palma, en concreto, ha convivido con movimientos sísmicos y erupciones a lo largo de toda su historia, con registros documentados a partir del siglo XIV y, solo en los últimos 80 años, tres procesos eruptivos. Según informó el Instituto Volcanológico de Canarias, el actual volcán es el más dañino entre las erupciones históricas acontecidas en esa isla.