Tammie Jo Shults, la piloto que evitó una tragedia
Salvó la vida de las 149 personas a bordo de un vuelo Nueva York-Dallas.
"Southwest 1380. Estamos con un solo motor. Hemos perdido parte del avión, por lo que tendremos que reducir la velocidad un poco", fue el mensaje que la piloto, Tammie Jo Shults, del avión comercial que este martes tuvo que aterrizar de emergencia en Filadelfia (EEUU), transmitió a la torre de control.
La sangre fría que mantuvo la veterana piloto texana, una de las primeras mujeres en pilotar cazas en la Marina estadounidense, tras estallarle en pleno vuelo un motor y sufrir la despresurización de la cabina debido a la rotura de una ventanilla con una pieza de la turbina, evitó una catástrofe aérea, según las conversaciones que mantuvo con los controladores.
El vuelo 1380 de la aerolínea Southwest, que había partido de Nueva York hacia Dallas (Texas), aterrizó finalmente de emergencia sólo con el motor derecho pese a que, en medio del caos creado por el incidente, la mayoría de las 149 personas que iban a bordo pensaban que estaban viviendo sus últimos momentos de su vida.
Entre ellos no estaba la piloto, que demostró en todo momento tener una seguridad inquebrantable y "nervios de acero", a tenor con la conversación que mantuvo con los controladores, divulgada por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB).
En el incidente sólo se registró una víctima mortal, Jennifer Riordan, una ejecutiva de banca cuyo cuerpo fue succionado parcialmente por la ventanilla rota debido a la despresurización y que había sido reintroducida en la cabina por los pasajeros que se encontraban junto a ella.
Tammie Jo Shults, de 56 años, nacida en Texas, logró hacer descender la aeronave desde los cerca de 10.000 metros de altura en que se encontraba en menos de seis minutos.
En los ochenta y noventa, fue piloto de combate pero nunca pudo entrar en operaciones de guerra por las restricciones legales que entonces sufrían las mujeres.
"Hemos perdido parte del avión, así que vamos a tener que reducir la velocidad un poco", dijo Shults por radio hacia las 11 de la mañana (15 GMT), al tiempo que pidió la presencia de equipos médicos en la pista por la posibilidad de que hubiera "pasajeros heridos".
"Pasajeros heridos, ok, ¿y su avión está físicamente en llamas?", le preguntaron seguidamente desde la torre de control, a lo que la piloto respondió: "No, no está en llamas, pero falta una parte, me dicen que hay un agujero y alguien salió por él".
A pesar de su destreza, nada se pudo hacer por la pasajera que viajaba junto a la ventanilla que se rompió con una pieza del motor dañado y que sufrió graves heridas cuando fue parcialmente aspirada por la pérdida de presión de la cabina.
Pese al dramatismo de la situación, los testigos reconocen que la excombatiente del ejército mantuvo la concentración en todo momento y transmitió seguridad al pasaje con un tono tranquilo.
"No hay palabras para expresar el miedo y la ansiedad que se vive en una experiencia como esta. Un gran agradecimiento para el equipo de tripulación y para la piloto Tammie Jo Shults por su trabajo y valentía bajo estas circunstancias", dijo Diana McBride, una de las personas que iba a bordo.
Aunque la compañía Sothwest no ha confirmado que fuera Shults quien pilotaba el avión, su marido, Dean Shults aseguró a los medios locales que la que guió la nave de forma segura hasta tomar tierra era su esposa.
El presidente de la NTSB, Robert Sumwalt, dijo el mismo martes en rueda de prensa que los investigadores han clasificado el incidente como un "fallo mecánico".
Sumwalt destacó que la muerte del pasajero de este avión es la primera que ocurre dentro de una nave propiedad de una aerolínea estadounidense desde 2009.
"Es una auténtica heroína estadounidense", se enorgulleció McBride en un mensaje en su cuenta personal de Facebook.