Sonia Martínez, la gran dama en la sombra tras las grandes series españolas
'La Casa de Papel', 'Vis a vis', 'Motivos personales', 'Veneno', 'Cardo', 'Fariña'...
“Sin ella no se entiende la explosión de la ficción española de los últimos años. Es importantísima para comprender, entre otras cosas, por qué Netflix acaba radicándose aquí. No sé si La Casa de Papel es su mayor triunfo, pero ella tiene una foto sujetando un Emmy precisamente por esta serie, y eso es un hito en el audiovisual de este país”. Así habla Javier Gómez Santander (guionista de LCDP o Sky Rojo) de Sonia Martínez Ruiz (Madrid, 1962), directora editorial de Buendía Estudios. Puede que su nombre no diga nada a los espectadores, pero sí a quien trabaja en la industria. Ha sido y es, posiblemente, la mujer de mayor peso en la evolución de la ficción española en la televisión y, ahora, también en las plataformas.
Empezó su carrera en el mundo del entretenimiento, en programas, en 1989. Como ella misma cuenta a El HuffPost, “como muchos de los que nos dedicamos a esto y tenemos una edad, he nacido con la tele y no con el cine”. Entre todos esos profesionales que empezaron haciendo programas en la televisión en abierto “hubo un poco de migración de distintas disciplinas, gente que comenzó a interesarse por la ficción”, relata. Se refiere a la época de producciones de gran éxito como Médico de familia. Esos fueron sus inicios: una profesional freelance que hacía series para clientes como Telecinco, Antena 3 o cadenas autonómicas, siempre desde el punto de vista de la producción.
“Sonia tiene ojo clínico para saber por dónde va la ficción, las series que hay que hacer, siempre se ha adelantado a todo. Fue ella la que encontró Motivos personales (Telecinco) hace 15 años y decidió que se hiciera”, explica Javier Holgado, guionista y creador de la serie protagonizada por Lydia Bosch, de Los misterios de Laura o de Presunto Culpable.
La madrileña entró en Mediaset en 2001 como subdirectora de Ficción —momento dorado en el que ocupaban la parrilla contenidos como Periodistas, El Comisario o 7 vidas—, y ocupó el cargo de directora en 2005, con la llegada de Motivos personales, Aída o Los Serrano. “Había una sinergia en Mediaset de series muy potentes y con una captación de público total”, comenta la productora ejecutiva.
“Sabe de qué va este negocio y es muy buena, comprende la ficción audiovisual, por eso la respetan tanto, es una figura esencial cuando estás trabajando: desprende autoridad sin hacer nada”, valora Gómez Santander. Por ello (y por el mercado de la oferta y la demanda), aterrizó en Atresmedia como directora de Ficción, en 2006: “En cuanto se sienta en una mesa, todo orbita en torno a ella. Es algo casi energético que tiene muy poca gente, transmite una seguridad y una fuerza muy potente. Es importantísimo fiarte de su mirada y que tenga un nivel de lectura que como escritor respetes, que tenga la capacidad de ser creativa cuando le toca, de ser crítica cuando le toca y de dejarte volar cuando le toca”.
Son esas tres últimas cualidades, unidas a la autoridad que tiene, algo poco frecuente, según el guionista de Sky Rojo: “Es una mirada externa de la que te fías, con la que puedes hablar, y se sienta contigo desde el principio, con los guiones. Es una productora ejecutiva de verdad”.
Aunque, según los que la conocen bien y trabajan con ella, no todo es profesionalidad, autoridad y experiencia. “Personalmente, le agradezco que fuera la primera en destacar, hace muchos años, la figura del guionista. Cuando nadie hablaba de nosotros en las presentaciones, ella era la primera en mencionarnos al coger el micrófono, en destacar nuestra labor y en recalcar nuestra figura. Es una gran profesional, es cariñosa y siempre estamos deseando trabajar con ella”, subraya Javier Holgado.
Asimismo, no se olvida de los jóvenes talentos, tiene intuición, rastrea hasta debajo de las piedras y tiene olfato, coinciden todos. De hecho, Javier Ambrossi y Javier Calvo dicen tener mucho que agradecerle: “Ha sido fundamental en nuestra carrera, nos permitió dar un gran salto para hacer una gran ficción en un momento en el que estábamos buscando dar ese salto”. Y así, insisten los directores, llegó Veneno, una de las mejores series de 2020 según The New Yorker y de gran repercusión internacional.
“Ella fue la compañera ideal para que saliera adelante, y de la manera en la que salió. Siempre tiene la nota perfecta sobre el guión, la actitud perfecta ante cualquier problema, es una compañera espectacular y para ella priman mucho los valores de libertad, de autoría. Cuando ve algo que le gusta lo sabe y va a por ello, y cuando ve que puede funcionar lo defiende a muerte”, comentan. Razón por la que la recordarán siempre como “una de las personas clave para haber podido seguir creciendo”.
Sin duda, su trayectoria tiene mérito, pero han sido sus 13 años en Atresmedia los que han acabado de catapultarla a ojos de la industria. Antena 3, después de haber tenido una época muy importante en ficción, con Farmacia de guardia, Compañeros, Aquí no hay quien viva… estaba en un momento en el que quería ‘situarse’ en el área de ficción. Fue cuando entró ella y su equipo, al que no olvida mencionar en esta conversación: “Había mucha vocación por parte de la cadena, porque ellos más que yo sabían que quien tenía los contenidos tenía el poder. Había que crear un sello, fidelizar. Tenían una hoja de ruta muy clara y nos dejaron hacer muchas cosas. La idea era que un error era un paso en el camino, no una piedra”.
De esos años destaca contenidos como Física o Química —“que sigue siendo un referente para una generación”—, Doctor Mateo, Velvet, Gran hotel, El tiempo entre costuras, Fariña... “Durante mucho tiempo hemos hecho cosas muy importantes en ese sentido, no solo LCDP, que es como la bandera, siempre sujetos a una televisión en abierto, pero había un nivel de calidad detrás que llevábamos muy a gala”, relata Sonia Martínez. Porque, como indica, siempre ha perseguido que la oferta de ficción fuera diversa, que es la vocación de una televisión —“thrillers, melodramas, comedias (aunque siempre es más complicado)”—, y que no se identificara al canal con un solo género, pese a que hubo un momento en el que se decía que Antena 3 era la cadena de las series de época.
Cómo ha creado escuela
Eso es algo que Javier Gómez Santander tiene claro: “Si Atresmedia no se pone a producir y crear una escuela de productores ejecutivos y showrunners al modelo estadounidense, aunque con particularidades, no habríamos sido un receptor tan claro para Netflix”. Y esa escuela, reitera, se creó por el tipo de ficción que escogió Sonia Martínez, como Vis a vis o LCDP. “No se quedó en una televisión de una facilidad comercial tan inmediata, que es muy digna y está muy bien, ella apostó por una ficción de calidad o por tratar de hacer algo con una calidad narrativa más parecido a lo que consumíamos y que nos llegaba de Estados Unidos”, cuenta.
Respecto a Vis a vis, la misma Sonia Martínez relata que estaban (y están) “todo el día estudiando y viendo cosas que podemos necesitar, las que funcionan en otros sitios, y en un momento dije ‘quiero una serie de una cárcel de mujeres’, antes de que saliera Orange is the New Black, que por otro lado no tiene nada que ver con Vis a vis, también encontrando el tono”. En relación a ese tono, explica que siempre ha sido una marca de la casa, “buscar la diversidad y que no te encasillen como el de las comedias o de los realities. Quieres que te digan que eres la cadena que da la opción de mayor calidad, con mayor o menor audiencia, que se vea el sello”.
El riesgo a la hora de apostar por la ficción siempre ha estado ahí, en su día a día. “Vértigo siento siempre, pero tengo dos cosas inherentes a mi carácter que son bastante incompatibles, aunque creo que me dan equilibrio: el sentido de la responsabilidad y la inconsciencia. Me tiro a cualquier charco y, una vez que lo hago, la responsabilidad me persigue. Hasta que no encuentro el fin mayor no descanso. No soy nada reflexiva, no pienso en pros y contras, siento que tengo que hacer algo con el mejor equipo posible, con esfuerzo, responsabilidad y sentido común, y no puedo fallar”, reflexiona.
El éxito en un mundo de hombres
Todo ello lo ha hecho en un mundo de hombres, como reconoce: “Obviamente he vivido en un mundo de hombres, aunque hay muchas mujeres en cualquier equipo. Ahora empiezo a sentir que hay productoras o guionistas, pero los puestos técnicos, los de dirección… antes, y ahora en menor medida, determinados puestos siempre los ocupaban los hombres. Aunque nunca he tenido ninguna traba por ser mujer, siempre he tenido bastante respaldo. También es verdad que las mujeres llegamos hasta un sitio, tenemos un tope, vemos los consejos de dirección de las empresas y, aparte de la cuota, poco más”.
Una percepción a la que Gómez Santander se siente obligado a añadir algo: “Ella está muy arriba, más arriba igual no resultaría interesante porque es muy buena en lo que hace —esa es la base de que se le respete tanto— y perderíamos un gran valor”.
Ella, por su parte, está “deseando que llegue el día en que una plataforma o cliente no diga ‘queremos una mujer directora’, sino que diga ‘queremos un director o directora, el mejor’, porque que digan que quieren una mujer significa que hay algo que no funciona, aunque hayan proyectos puntuales a los que les venga mejor una mirada femenina por sus características. Sin embargo, cuando todavía te piden eso es como si aún tuviéramos que cubrir una cuota. Que no haya distinción entre hombre y mujer, simplemente que sea el mejor”.
Y tras todo ese camino, llegó Buendía Estudios en 2019, con títulos como Veneno, La cocinera de Castamar, El internado: Las cumbres, el reboot de Física o Química, Mentiras o Cardo —la tercera mejor serie internacional de 2021, según Variety—. Una productora que surge del acuerdo entre Atresmedia y Telefónica para dar servicio a terceros. “Ese tren no me lo quería perder”, reconoce. La primera producción fue El embarcadero.
“Sonia es una de principales protagonistas de la historia de la ficción en nuestro país. Sus trabajos son éxitos aquí y en todo el mundo. Pocos profesionales pueden acreditarlo. Como compañera de viaje destacaría todo de ella: su profesionalidad, su talento, su complicidad, su lealtad y sobre todo su inconformismo e innovación permanente. Tremendamente comprometida con la compañía y con el equipo, estar cerca de ella es un lujo y tenerla en el equipo un activo que da garantía a nuestros clientes y nos diferencia de nuestros competidores”, acentúa Ignacio Corrales, director general de Buendía Estudios, a lo que Rómulo Aguillaume (By Ana Milán) añade: “Es pionera en desarrollar series que se atrevían a hablar de temas de los que no se hablaba en la ficción española, y todo desde la empatía. Trabajar con Sonia es trabajar con una amiga, muy exigente, pero muy sensata, con los pies en la tierra aunque sus proyectos vuelen en lo más alto”.
“Ella está desde el principio de la historia, desde que presentas la idea y el proyecto, está en el desarrollo de todo, su feedback es muy positivo porque te ayuda mucho. Cuando estas tan dentro de un texto puedes perder perspectiva. Sonia tiene un criterio que siempre ayuda. Se lee cada guion, te da notas y al final aprueba como queda todo. Es el criterio que está detrás de la explosión de la ficción española y con la que los creativos han querido trabajar siempre”, revela Gómez Santander. A su vez, explica que “tiene una fuerza que se transmite en el aire: criterio, calidad, experiencia, inteligencia, y ha sido valiente siempre. Cuando te arriesgas, puedes ganar o perder”.
¿Su mayor triunfo, según el guionista de LCDP? “Con una carrera tan larga, seguir ahí y funcionando, creando y sin miedo a cambio. Sigue queriendo innovar y lo hace”.