Sin corredor a Mariúpol: 500.000 personas soportan las bombas casi sin comida ni medicinas
"No aguantan más. Estamos pidiendo urgentemente un acuerdo humanitario. La gente necesita seguridad y comida. Y las necesitan ahora", denuncia Cruz Roja.
La asistencia humanitaria que el Gobierno de Ucrania trata de hacer llegar a Mariúpol, la ciudad portuaria sitiada por los rusos desde hace días, permanece bloqueada, según ha afirmado en un video el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Mariúpol, una ciudad de unos 500.000 habitantes, en el sureste de Ucrania y a orillas del mar de Azov, sufre la crisis humanitaria más grave desde que estalló la invasión del país por el Ejército ruso el pasado 24 de febrero. La urbe ya no dispone de servicios básicos como gas, electricidad o calefacción y escasean el agua, los alimentos y las medicinas, según las autoridades locales.
En un video del que informa este lunes la agencia Interfax-Ukraine, Zelenski señala que los intentos de entregar ayuda humanitaria a Mariupol continuarán hasta que “podamos asistir a nuestra gente”.
“Desafortunadamente, el corredor humanitario en Mariupol fue bloqueado. Nuevamente. Hicimos todo lo necesario. Hicimos un alto el fuego. Las tropas rusas interrumpieron el movimiento de carga y autobuses. Pero lo intentaremos de nuevo. Hasta que podamos ayudar a nuestra gente”, agregó el presidente ucraniano.
Según explicó, hasta ahora “han funcionado más de diez corredores humanitarios” en todo el país. Destacó los que mantienen operativos en la región de Kiev y en Lugansk. “Unas 5.550 personas se salvaron durante el día de ayer y ya más de 130.000 en los últimos seis días”, subrayó. Según incidió, todo “esto también se debe a las negociaciones (entre Ucrania y Rusia). Debemos entender esto”.
“Ya hemos evacuado a casi 125.000 personas a territorio seguro a través de corredores humanitarios. La tarea principal hoy es Mariúpol. Nuestro convoy con ayuda humanitaria está a dos horas de allí. Solo faltan 80 kilómetros. Estamos haciendo todo lo posible para contrarrestar a los invasores, que incluso están bloqueando a los sacerdotes ortodoxos que acompañan esta ayuda, alimentos, agua y medicinas. Hay 100 toneladas de las cosas más básicas, que Ucrania envió a sus ciudadanos”, explicaba el presidente ucraniano en su visita de ayer domingo a soldados heridos en Kiev, la capital.
La llamada de auxilio de Cruz Roja
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha definido la situación de Mariúpol como “extrema”. Su principal amenaza llega desde el cielo, ya que ha sufrido más de un centenar de bombardeos rusos, según el Ayuntamiento, que cifra en 2.187 los residentes fallecidos. Las otras amenazas inminentes son las lógicas con ese cerco: falta de comida, agua y medicamentos.
“Se acaba el tiempo para cientos de miles de personas atrapadas en #Mariúpol. Han soportado una auténtica pesadilla. No aguantan más. Estamos pidiendo urgentemente un acuerdo humanitario. La gente necesita seguridad. La gente necesita comida. Y las necesitan ahora”, ha indicado Cruz Roja en sus redes sociales.
“La gente está arriesgando sus vidas saliendo fuera en una búsqueda desesperada de comida y agua. Esto incluye a nuestro personal. Los cadáveres, de civiles y combatientes, se quedan bajo los escombros o en la superficie. La situación en Mariúpol es extrema”, ahonda en un hilo de Twitter.
El Ayuntamiento de la asediada ciudad ucraniana de Mariúpol, ha denunciado este domingo que los bombardeos están siendo realizados por las fuerzas rusas y las milicias de Donetsk, afines a Moscú. “Cada bombardeo trae una destrucción terrible y se lleva lo más importante que existe que existe: la vida de los residentes pacíficos de Mariúpol. Hasta la fecha, 2.187 residentes de Mariúpol han muerto a causa de los ataques rusos. Memoria eterna para ellos”, ha hecho saber el Ayuntamiento en su canal de Telegram, recogido por Unian.
Las autoridades de la ciudad han denunciado además que Mariúpol ha sido objetivo de al menos 22 bombardeos durante las últimas 24 horas y más de un centenar en total desde el principio del asedio.
El jefe del Centro de Mando de la Defensa Nacional de Rusia, Mijaíl Mizhíntsev, reconocía que “la situación humanitaria más difícil se vive en Mariúpol”, aunque acusando a “nacionalistas” ucranianos de “retener por la fuerza a cientos de miles de personas, algunas extranjeras” y de impedirles abandonar la ciudad. La teoría de los escudos humanos, que defiende Rusia.