Sánchez advierte contra el transfuguismo y Simancas obliga a los diputados a volver el día 6
Simancas, víctima del 'Tamayazo'“ está controlando que todos los diputados duerman el Madrid la noche del 6 de enero para asegurarse que el 7 no falte nadie en la Investidura.
La víctima del ‘tamayazo’, Rafael Simancas, que en junio de 2003 perdió la presidencia de la Comunidad de Madrid por el transfuguismo de dos de parlamentarios socialistas, se está ocupando de que nadie del PSOE falte a votar en la investidura. “Está llamando a las federaciones y controlando hasta el número de vuelo o el tren en el que vendrá a votar cada diputado para que duerman en Madrid la noche del 6 de enero, sin excusas de que son los Reyes y tengo niños. Tenemos que lograrlo y no vamos a dejar que se repita la historia”, explica con preocupación un diputado próximo a Sánchez.
El miedo es tal, que el propio Pedro Sánchez ha dedicado al transfuguismo una advertencia desde la tribuna en su última intervención previa a la votación. Primero ha dado mucho cariño a sus 120 diputados “que están soportando las presiones” y los mensajes anónimos que llevan recibiendo en sus mails las últimas horas. Para advertir, a continuación, que el Congreso ya se pronunció sobre el transfuguismo, refiriéndose al pacto entre partidos alcanzado en la época de Zapatero.
El famoso ‘tamayazo’ fue una historia que acabó con Esperanza Aguirre como presidenta de la Comunidad de Madrid, tras la traición de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que no se presentaron a votar el día de la investidura, quedándose a las puertas y cortando en seco la carrera en primera línea política de Simancas. Con el paso de los años se convirtió en un hábil animal político, que ha sabido mantenerse a flote con las diferentes cúpulas del PSOE y que ahora mismo es el secretario general del grupo parlamentario.
Además, la diputada canaria nunca ha ocultado su antipatía por el candidato a la Moncloa. Ayer por la tarde en Ferraz y en Moncloa estaban convencidos de la abstención de Coalición Canaria porque así lo había confirmado la cúpula a Lastra.
Pedro Quevedo, el diputado de Nueva Canarias, ya advirtió a Simancas y a la portavoz del grupo parlamentario de lo difícil que le resultaba ver a Oramas votando a favor de la formación de este gobierno. Lo que no sospechaba ni el mismo Quevedo ni los negociadores socialistas es que Oramas fuera capaz de saltarse hoy la disciplina de voto.
“El grupo parlamentario está limpio de críticos, ya se encargó Pedro de que las listas fuesen favorables. Además, el voto no es secreto, se nombra de uno en uno a cada diputado y en alto contestan, sí, no o abstención”, dice una diputada fiel.
Se esperan 167 ‘síes’ a Sánchez frente a 165 ‘noes’ —sumando el ‘no’ de Oramas—. No pueden permitirse ningún cambio más de voto. Salvo un diputado del PNV que ha pedido el voto telemático, el resto se supone que acudirá a votar al hemiciclo. Por eso la obsesión de Simancas es que haya excusas y nadie alegue ningún problema para presentarse el día 7 en segunda vuelta para ganar por mayoría simple, ya que el día 5 no logrará el apoyo suficiente en primera votación, que serían 176 escaños.
Ahora solo falta que ninguno de los 13 diputados de ERC y 5 de Bildu, se sume al ‘no’.