Siete mujeres hablan de si casarse cambió (o no) su relación
Tiempo atrás, casarse significaba dejar a la familia por primera vez y comenzar una vida totalmente nueva. En la actualidad, la mayoría de parejas convive antes de contraer matrimonio de forma oficial. Esto hace que nos preguntemos: hoy en día, ¿realmente cambian en algo las relaciones tras el matrimonio? A continuación, siete lectores casados (algunos llevan dos meses, otros seis años) comparten sus experiencias.
"Ahora estamos mucho más cómodos cuando estamos juntos sin hacer nada que antes del matrimonio, ya no existe ese miedo a perdernos acontecimientos emocionantes. Por lo demás, casi todo es igual". – Katherine, dos meses casada.
"Al principio no notaba ninguna diferencia, porque ya habíamos convivido antes y llevábamos saliendo nueve años antes de casarnos. Pero después de unos pocos meses empecé a notar un cambio. Ambos somos bastante independientes, de modo que todas esas decisiones importantes que hemos tenido que tomar de forma conjunta (como fusionar las cuentas bancarias, hablar de dónde queremos vivir durante los próximos años, etc.) nos han hecho darnos cuenta de lo que es en realidad la comunicación y el compromiso (no como antes, que todo eran meras hipótesis de futuro y solo teníamos que preocuparnos por elegir el sabor del helado que íbamos a comer). El compromiso ha sido la diferencia más grande, difícil y gratificante". –Angela, seis meses casada.
"La verdad es que, en nuestro caso, casarnos no cambió para nada nuestra relación. Ya vivíamos juntos antes, y creo que la mudanza fue el momento más emocionante para nosotros. Sin embargo, sí que siento que funcionamos mejor como equipo desde que nos casamos. Ya no hay amenazas vacías en las discusiones, por ejemplo". – Rachel, dos años casada.
"Muchas de mis amigas me preguntan si han cambiado las cosas después de casarme, pero la verdad es que creo que lo único que ha cambiado es que el tiempo que invertíamos en hablar de los preparativos de la boda ahora lo empleamos para hablar de acontecimientos importantes como mudarnos, comprar una casa, etc. Por lo demás, todo es exactamente igual (a excepción de que ahora tenemos una vajilla mucho más bonita)". –Alexia, un año y medio casada.
"A nivel individual no he notado ninguna diferencia entre cuando estaba saliendo con mi novio, cuando nos comprometimos y cuando nos casamos. A mi marido le pasa lo mismo. Pero sí que hemos percibido algunos cambios en nuestra relación. Somos conscientes de que, conforme avanzamos en nuestras vidas, estamos juntos en esto como un equipo, sin importar las circunstancias. No es un cambio que hayamos percibido de un día para otro, es más bien una sensación general". – Rachel, dos años y medio casada.
"Ahora estoy casada, pero ya lo he estado antes. Cuando me casé con mi primera mujer, cambió totalmente la dinámica de nuestra relación, hasta el punto de que casarnos nos hizo darnos cuenta de que no estábamos hechos el uno para el otro. Cuando me casé por segunda vez, sentí que era la progresión ideal de nuestra relación. Nos hizo más fuertes como pareja". – Chris, cinco años casada.
"El principal cambio para nosotros, para bien o para mal, es que decidimos asegurarnos de que cada uno se ocupaba de la tarea de casa que mejor se le diera. Por ejemplo, a mí se me da genial administrar las facturas y hacer presupuestos y a él no, así que yo me encargo de eso. Él, por su parte, cocina estupendamente, o sea que yo hace años que no uso el horno. Yo gestiono nuestro calendario social. Él se ocupa de todo lo que tenga que ver con el coche. La ventaja de esto es que conseguimos solucionar las tareas de forma más rápida y eficaz, sin discutir. Lo malo es que ya ni me acuerdo de cómo echar gasolina". – Jillian, cinco años casada.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.