Si baja el petróleo y baja la luz, ¿por qué no lo noto en el bolsillo?
El crudo cae un 77%, pero la gasolina solo lo hace un 13%. El precio de la electricidad se desploma un 65%, pero la factura solo se reduce un 20%.
Imagina que la próxima vez que vayas a echar gasolina al coche no solo no te cobran los 30 euros del repostaje, sino que te pagan por llenar el depósito. Eso es lo que soñaban muchos usuarios en las redes sociales cuando, a finales de abril, empezaron a salir noticias sobre el hundimiento del precio del petróleo, que cotizaba en negativo. Pero, lo sentimos, nada de eso ocurrirá en realidad.
El bolsillo de muchos ciudadanos tampoco notará el desplome del precio de la electricidad, que en abril marcó el precio más bajo de los últimos seis años. ¿Por qué estas caídas de precios no se notan en la factura?
La gasolina cae muchísimo menos que el petróleo
Todo comenzó el pasado 20 de abril cuando el petróleo West Texas Intermediate (WTI) sufrió un desplome sin precedentes y se dispararon las alarmas en los mercados. El barril del crudo estadounidense para entregar en el mes de mayo pasó de costar 18 dólares al inicio del día a cotizar en negativo por primera vez en la historia, llegando a valer -40 dólares.
La caída de precios se debió a una mezcla explosiva de factores, pero la más importante es que la demanda de petróleo se ha derrumbado a consecuencia de la crisis sanitaria. No hay vuelos, ni se utilizan los coches, ni muchas fábricas están funcionando, ya que la mitad de la población está confinada.
Este hundimiento histórico del petróleo estadounidense afectó también a la cotización del barril de Brent, de referencia en Europa, ya que habitualmente el precio de ambos tipos de crudo evoluciona de manera similar. Pero esta vez no fue así, la bajada de precio del petróleo europeo en esta ocasión fue menor, aunque también fue importante: llegó a caer más de un 28% al día siguiente y se situó por debajo de los 20 dólares por barril por primera vez en 18 años.
Así ha evolucionado el precio del barril de petróleo Brent desde 2019:
Si no puedes ver el gráfico, sigue este enlace.
¿Por qué se produjo esa diferencia de comportamientos entre ambos petróleos? Estados Unidos tiene dificultades para almacenar todo el petróleo que produce, ya Donald Trump potencia desde hace años la extracción a través de fracking, y el mercado no puede asumir esas cantidades en plena pandemia.
Al rebajarse más el precio del petróleo estadounidense que el del europeo, los ciudadanos norteamericanos están notando más ese alivio en sus bolsillos.
Si se mira el gráfico se puede ver que el barril de Brent se ha abaratado un 77% en los cuatro primeros meses del año, mientras que el precio del gasóleo y la gasolina solo ha bajado entre un 13,5% y un 17,6%, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
Un incremento en el precio del barril de crudo implica que automáticamente repostar en la gasolinera sale más caro. “Una subida de los precios del petróleo provoca aumentos en los precios de la gasolina y de los derivados del oro líquido”, asegura Sergio Ávila, analista de mercados de IG.
Pero no ocurre así cuando baja el petróleo: la gasolina no cae en la misma medida que lo hacen los barriles. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) investiga desde hace tiempo por qué ocurre esto, aunque no ha detectado manipulaciones en el mercado.
¿Cuánto ha bajado la gasolina en España durante estos cuatro meses? Un litro de gasolina sin plomo 98 ha pasado de costar 1,448 euros en enero a los 1,252 euros en abril. Un litro de gasóleo ha bajado de los 1,24 euros a los 1,021 euros.
Si la gasolina hubiera bajado lo mismo que el petróleo, los consumidores pagarían 33 céntimos por un litro de gasolina y 29 céntimos por uno de gasóleo.
Pero los cálculos no se pueden hacer así. La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos -que agrupa a Repsol, Cepsa o BP- señala que el 50% del precio de la gasolina corresponde a impuestos, el 35% al precio del petróleo y el 15% restante a costes de logística, comercialización y al margen del vendedor.
Esto quiere decir que una rebaja del crudo solo afecta directamente al 35% del precio de venta final que pagan los consumidores en la estación de servicio. Los impuestos tampoco se han modificado en los últimos años.
Además, hay que tener en cuenta que las oscilaciones del mercado del petróleo tardan unos dos meses en trasladarse al precio que paga el consumidor, porque las gasolineras compran por adelantado la gasolina. Habrá que tener paciencia.
La bajada de la luz no llega a la mitad de los hogares
Tampoco hay buenas noticias para muchos consumidores en el recibo de la luz, a pesar de que el mercado eléctrico registró en abril el mes más barato desde hace seis años. El precio mayorista de la electricidad se ha situado en los 17,65 euros por megavatio hora, un 36,4% menos que en marzo de 2020 y un 65% más bajo que el registrado en abril, según el informe energético del Grupo ASE.
Así ha evolucionado el precio en los últimos dos años:
Al igual que ocurría con el petróleo, esta caída de precios del mercado eléctrico se debe al desplome de la demanda provocada por el parón de gran parte de la actividad económica, ya que hay muchas fábricas que están paradas. “La demanda está hundida, estamos en un 17% menos que el año pasado. Ni siquiera en la crisis económica de 2009 estuvo a estos niveles ni mucho menos. Son datos nunca vistos”, explica Juan Antonio Martínez, analista del Grupo ASE.
Como existe una menor demanda por parte de los consumidores, hay una mayor competencia por producir esa electricidad. “La oferta energética sigue siendo la misma que había antes de la crisis porque los productores son los mismos, que tienen sus centrales listas para producir. Pero ahora la demanda es menor, lo que hace es aumentar la competitividad”, apunta Martínez.
¿Quién decide cuánto cuesta la electricidad? El precio final del mercado eléctrico diario, conocido como pool, lo marca la energía más cara que entre ese día en el mercado, que suele ser el gas. Las energías que abaratan el recibo son las renovables y la nuclear.
¿De dónde viene la energía que se produce en España? Las tres principales fuentes de generación de energía en abril fueron la nuclear (25% del total), la eólica (21%) y la hidráulica (17%). “Las energías fosiles han descendido desde el año pasado: un 53,3% menos el carbón y un 37,6% menos los ciclos combinados de gas”, señalan desde ASE.
A pesar de esta caída importante en el mercado eléctrico, muchos consumidores no lo han notado en la factura de la luz. Este deseplome del precio de la electricidad solo afecta directamente al bolsillo de menos de la mitad de los hogares que hay en España.
Se trata de los 11 millones de clientes que tienen la tarifa regulada, llamada precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC), antiguamente conocida como tarifa de último recurso. Hay otros 15,5 millones de casas que pertenecen al mercado libre y que tienen habitualmente una tarifa con un coste fijo mensual.
“Aquellos consumidores que estén contratados a la tarifa de último recurso sí están viendo directamente una rebaja de su factura, pero aquellos que estén contratados a un precio fijo no lo están notando. El 40% de la población tiene contratada la tarifa PVPC y el otro 60% están en el mercado libre. Gran parte de los consumidores no están viendo esta rebaja”, asegura Martínez.
Además, al igual que ocurría en el caso del petróleo, una caída del 36% del precio en el mercado eléctrico no implica una rebaja similar en la factura de la luz. Los precios del mercado suponen solo una parte del importe del recibo, aproximadamente el 35%. El resto se corresponde a peajes (40%) e impuestos (25%).
“Hay una parte del recibo que es energía y otra parte que son precios como la potencia y los impuestos. Esa reducción de precios solo afecta a la parte de la energía. Más o menos suele ser el 50% de la factura. La rebaja solo afecta a la mitad de la factura, si el precio cae un 30%, equivale a un 15% del total”, explica Martínez.
Gracias a ese desplome del mercado eléctrico, la factura de la luz de los clientes que tienen contratada la tarifa PVPC ha bajado un 7,96% en abril respecto al mes pasado y un 21,12% respecto al mismo mes del año pasado.
¿Cuánto ha bajado la luz? El recibo de un consumidor normal -con una potencia de 4,4 kilovatios y un consumo de 250 kilovatios hora- se situó en 44,61 euros en abril, según el simulador de precios de la CNMC. Este mismo consumidor habría pagado 3,86 euros más en marzo y 11,95 euros más en abril
A pesar de esta reducción de precios, muchos ciudadanos están consumiendo más electricidad que antes durante la cuarentena: se permanece más tiempo en el hogar, se cocina más, se consume más televisión, etc.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alertaba recientemente de que se ha incrementa un 28% el consumo eléctrico en los hogares, lo que supone un aumento en la factura de la luz de unos 10 euros. Por tanto, la rebaja lograda en el mercado eléctrico quedaría anulada por este mayor consumo.
Tal y como ocurría en el caso del petróleo habrá que esperar a la vuelta a la normalidad para poder notar esa rebaja en la factura, y siempre que se mantengan esos precios bajos en el mercado eléctrico.